Nuestras Madres, filme distinguido en el festival de Cannes con la Cámara de Oro, se estrena en México este 16 de junio en el circuito independiente como la Cineteca Nacional y en salas de arte de Cinemex para la Ciudad de México, al mismo tiempo llega a Aguascalientes, Xalapa, Tepic, Toluca, San Miguel de Allende, Puebla, Tijuana, Monterrey y Zacatecas.
Ciudad de México, 15 de junio (SinEmbargo).– Guatemala, 2018. El país centroamericano se encuentra en medio de uno de los juicios más importantes en la búsqueda de justicia por el genocidio contra miles de indígenas en manos de militares durante la guerra civil a inicios de años 80.
Las huellas de violencia aún siguen presentes y el grito por la justicia latente a 40 años de ese suceso, como en el caso de Ernesto, un joven antropólogo que trabaja para la Fundación Forense apoyando a familias de desaparecidos de ese genocidio a dar con sus restos, a la par que él carga con su propia pena: Su padre, un guerrillero desaparecido.
Inspirada en una realidad dolorosa de Guatemala emerge esta ficción, Nuestras Madres, ópera prima del director César Díaz que sigue de cerca a Ernesto en la búsqueda de su padre después de que cree haber encontrado una pista tras escuchar el relato de una mujer.
"Descubrí una masacre en un pueblo indígena y las madres me llevaron al sitio donde había sucedido y me contaron cómo el ejercito había entrado. Había tal entereza, tan valor, que para mí fue muy impresionante, y cuando yo les pregunté ¿por qué ellas tenían la necesidad de seguir contando? Contestaban: 'porque no nos creen y necesitamos seguir contando la historia para que sea real'", cuenta el director en entrevista con SinEmbargo.
Este suceso y su interés por las relaciones madre-hijo en un contexto post-dictatorial guatemalteco, llevaron al director a escribir esta historia que también encuentra inspiración en su propia familia, su padre, un desaparecido político, y su madre, una militante revolucionaria.
"Frente a estos eventos o estas situaciones empecé a imaginar la historia de un chico buscando a su padre y cómo su historia personal estaba ligada a historia del país y las repercusiones que eso podía tener".
La historia es protagoniza por el actor mexicano Armando Espitia en el papel de Ernesto, quien es acompañado por un elenco de actores profesionales y actores naturales, que otorgan a la cinta un tono real en medio de la ficción, al igual que los lugares que lo acogen.
"El hecho del filmar con los verdaderos huesos que son evidencia en el fondo de los juicios por genocidios, filmar en un pueblo que ha sido masacrado con esas mujeres, eso hacía que tanto los actores naturales como los actores profesionales encontraran un cierto estado de ánimo y entendieran esta realidad. Para mí era bien importante".
Se habla de más de 200 mil personas asesinadas o desaparecidas por militares de Guatemala por décadas, pero fue a inicios de años 80, en plena guerra civil, que la violencia arreció aun más. A pesar del tiempo y los esfuerzo aún existen muchos vacíos de justicia y muchas historias por contar.
Esta crisis de desaparecidos, el dolor e impunidad en los casos, César Díaz la compara con la realidad actual de México, país donde se exilió de niño, que suma 100 mil 008 personas desaparecidas, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) de la Secretaría de Gobernación (Segob), con corte al 16 de mayo pasado.
"Lo interesante también es que México tiene un proceso similar al nuestro pero años después, creo que lo que sucedió en Guatemala en los 80 de las desapariciones, de la falta de justicia, de la impunidad, es algo que sucede en México y debemos de poner sobre la mesa y exigir que eso cede, o sea no podemos tener estos desparecidos, no podemos seguir tendiendo estos asesinatos".
Nuestras Madres, filme distinguido en el festival de Cannes con la Cámara de Oro, suma a César Díaz a la lista de directores guatemaltecos que retratan en sus historias la memoria de un país que debe seguirse contando a favor de la justicia como lo han hecho Anaïs Taracena con El silencio del topo o Jayro Bustamante con La Llorona.
"Creo que es una necesidad de mi generación por lo que pasó, fue terrible y creo que mi generación desea exorcizar esto que sucedió, de contar, de ponerlo de nuevo sobre la mesa porque no hay respuesta, las 250 mil víctimas siguen esperando respuesta, sus familias siguen esperando respuesta, que les digan dónde está su ser amado, qué fue lo que sucedió y que exista justicia".
"Esta herramienta va a permitir o permite que el tema se vuelva a poner sobre la mesa, permite que sigamos reflexionando sobre cómo sanar, cómo relacionarnos sobre el pasado, cómo buscar justicia, cómo recrear este tejido social, este tejido familiar. Me parece que el cine es una herramienta muy poderosa para hacerlo y está funcionando".
Nuestras Madres tiene su estreno en México este 16 de junio en el circuito independiente como la Cineteca Nacional y en salas de arte de Cinemex para la Ciudad de México, al mismo tiempo llega también a Aguascalientes, Xalapa, Tepic, Toluca, San Miguel de Allende, Puebla, Tijuana, Monterrey y Zacatecas.
"Yo siempre quise tener una película guatemalteca pero al mismo tiempo que no fuera única de aquí, que fuera una película que pudiera abrir un espacio para un espectador de cualquier sitio y que ese espectador pudiera vivir con la película, se pudiera emocionar y vivir con la historia. El hecho de que esta película haya podio darle vuelta al mundo me ha confirmado que Nuestras Madres tiene este espacio para que tú como espectador puedas emocionarte con esta madre y con este hijo en el contexto de la dictadura, de la búsqueda de los desaparecidos, y eso para mí ha siso muy importante".
"Es una película que los va a emocionar, es una película que les va enseñar una parte de la historia de Guatemala que no conocen y es una historia en la cual podemos estar todos pensando en nuestras relaciones filiales, nuestras relaciones con la memoria y nuestras relaciones con el duelo. Van a pasar un momento interesante y emotivo", culmina.