El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dos de las amenazas criminales más grandes de México, también potencian la pesca ilegal en el país.
Por Scott Mistler-Ferguson
Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo).– Un nuevo informe revela la amenaza que suponen las redes de delincuencia organizada mexicanas y chinas para la biodiversidad del país, alimentadas por la caza de grandes cantidades de fauna marina y terrestre.
La investigación, publicada por el Instituto Brookings, muestra cómo los crímenes ambientales perjudican a una amplia gama de animales además de alimentar otras economías criminales.
InSight Crime hace un recuento de las conclusiones claves del reporte.
Asegura @PROFEPA_Mx embarcación menor por realizar actividades de pesca ilegal en #ANP #AltoGolfo de California y delta del Río Colorado, refugio de especies endémicas como la #VaquitaMarina y la Totoaba. https://t.co/L5yqUReSYB pic.twitter.com/tIknXUWY7c
— PROFEPA (@PROFEPA_Mx) February 9, 2018
¿QUÉ HAY EN EL MENÚ?
La demanda china de especies silvestres mexicanas es primordialmente para el uso en alimentos y la medicina tradicional china (MTC). Esto significa que especies terrestres como lagartijas, tortugas, gatos de selva, guacamayas, loros, tucanes y otras aves están en la mira de los traficantes. La vida acuática, por su parte, es aún más valiosa, pues especies que van desde los pepinos de mar, las medusas, y los tiburones, pueden ser comercializadas con un margen de ganancia bastante amplio.
El pepino de mar, por ejemplo, puede generar 70 veces más ganancias en Hong Kong que para los pescadores mexicanos. Del mismo modo, un kilo de vejiga de totoaba, un manjar exquisito en China, se vende a 5 mil dólares en México, pero a 60 mil dóares en China.
En muchos casos, la sobrepesca llega al punto en que las especies quedan al borde de la extinción en cuestión de años, especialmente como resultado de capturas accidentales en las redes de enmalle que usan los pescadores. La práctica ha llevado a una preocupante disminución de las poblaciones de tiburones en México, y ha puesto a la vaquita marina al borde de la extinción.
MODUS OPERANDI: CONSTRUIR UNA ECONOMÍA DE MANDO
El crimen organizado facilita cada paso de la cadena de suministro. El reporte encontró que el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dos de las amenazas criminales más grandes de México, también potencian la pesca ilegal en el país. El Cártel de Sinaloa está particularmente involucrado en el negocio en Baja California Sur, su bastión de Sinaloa en la costa Pacífica, y el estado suroriental de Yucatán en la costa Caribe
De acuerdo con la autora del informe, Vanda Felbab-Brown, el Cártel de Sinaloa ha sido especialmente hábil en cooptar comunidades pesqueras a través de una rutina practicada.
Primero extorsionan a los pescadores locales, legales e ilegales por igual. Una vez que el cartel establece un mayor control sobre una comunidad específica, exige que le vendan toda la pesca, al precio que ellos elijan.
Además, Felbab-Brown destacó cómo los cárteles han conseguido introducirse en todas las fases de la cadena de suministro. "Los narcos también obligan a los restaurantes a abastecerse de su pescado", escribió, y añadió que: "los grupos criminales prohíben a los restaurantes comprar pescado a sus rivales criminales o a vendedores legales independientes de comida de mar, buscando crear un monopolio en la relación restaurante-proveedor". Los carteles emplean tácticas similares con las plantas de procesamiento, obligándolas a comprar exclusivamente al grupo criminal.
El Cártel de Sinaloa y el CJNG no son los únicos que han entrado en el mercado de vida silvestre. El reporte nombró al Cartel del Golfo (CDG) como el jugador principal en la pesca ilegal en gran parte del Golfo de México, mientras que una red de traficantes chinos e intermediarios mexicanos, conocida como el Cartel del Dragón, está involucrada en la pesca furtiva de totoaba a gran escala en Baja California.
El componente chino.
Mientras que los comerciantes chinos, legales e ilegales, solían trabajar directamente con las cooperativas pesqueras mexicanas, los grupos criminales del país se han interpuesto entre ambos, convirtiéndose en intermediarios inevitables en el comercio de pescado.
Sin embargo, como interlocutores, su presencia en China es limitada. InSight Crime habló con Felbab-Brown sobre los vínculos entre las dos esferas de crimen organizado, quien resaltó una diferencia clave entre los grupos criminales mexicanos y chinos.
"El mercado del crimen organizado chino suele tener un alto nivel de especialización", declaró Felbab-Brown. "Los implicados en el comercio ilegal de especies salvajes son una variedad de clanes familiares, empresas legales e intermediarios que se reúnen con los mexicanos, a menudo fuera de Asia".
NADA OCURRE EN UN VACÍO
La extracción ilegal de especies silvestres en México va cada vez más de la mano con otras empresas ilegales del país.
La autora identificó una tendencia preocupante en la que los cárteles intercambian la fauna silvestre capturada ilegalmente, especialmente especies marinas, por precursores químicos para la producción de drogas. "Cada vez más en México, la totoaba [vejiga natatoria], otros productos marinos y terrestres, y la madera son utilizados por los cárteles para pagar los precursores necesarios para fabricar drogas ilícitas".
Esta práctica ya se había observado antes con pandillas sudafricanas que intercambiaban abulón, un caracol marino de alto valor, con redes chinas a cambio de precursores químicos para producir metanfetaminas.
Aunque la frecuencia de los intercambios de precursores químicos por especies salvajes sigue siendo baja, también es una opción para los carteles que buscan evitar las transacciones para lavar el dinero ilícito a través de medios más convencionales.
De acuerdo con Felbab-Brown, los carteles también han conectado el robo de gasolina con la industria de la pesca ilegal. Tanto el Cártel de Sinaloa como el Cártel del Golfo revenden el combustible robado a pescadores, grandes y pequeños, en los estados costeros, afirmó.