Economía

EU: La peligrosa burbuja

Desde 1990 no aumentaba tanto la inflación en EU: 6.2%. Se prenden las alarmas

10/11/2021 - 11:03 am

Se trata del quinto mes consecutivo en el que la inflación interanual se sitúa en EU por encima del 5 por ciento. Luego de que se diera a conocer el dato, el Presidente Biden reconoció que la inflación «daña los bolsillos de los estadounidenses», por lo que subrayó que «revertir esta tendencia» es una de «sus principales prioridades».

Washington, EU, 10 de noviembre (AP/EFE).— La tasa interanual de inflación en Estados Unidos se disparó en octubre hasta el 6.2 por ciento, lo que supone el registro más alto de los precios de consumo en este país desde 1990, en medio de la fuerte demanda de los consumidores y los problemas en las cadenas de suministro globales tras la crisis provocada por la pandemia.

La cifra es mayor que la del 5.4 por ciento registrada en septiembre, reportó el miércoles el Departamento del Trabajo. De septiembre a octubre el aumento fue de 0.9 por ciento, el mayor incremento mensual desde junio.

La inflación está erosionando las alzas salariales adquiridas recientemente por la fuerza laboral estadounidense y le está creando problemas políticos tanto al Gobierno del Presidente Joe Biden, como a los demócratas en el Congreso. Además, está creando presión a la Reserva Federal para que frene su masiva inyección de liquidez en la economía.

Las contrataciones y los aumentos salariales han aumentado a un ritmo mucho más robusto en esta recuperación económica que la registrada después de la Gran Recesión de hace una década, pero a diferencia de entonces, esta recuperación viene acompañada de un repunte inflacionario que está disminuyendo la confianza de los estadounidenses en la economía.

Si se excluyen los rubros de alimentos y combustibles, que suelen ser más volátiles, la inflación subyacente aumentó en 0.6 por ciento de septiembre a octubre y 4.6 por ciento comparado con esta misma época hace un año.

Los costos de los energéticos aumentaron un 4.8 por ciento de septiembre a octubre. La gasolina, el gas natural y el petróleo se volvieron más costosos por la misma razón que otros productos: la demanda se ha disparado en momentos en que los estadounidenses están volviendo a viajar por aire y tierra y la oferta no ha podido equipararse.

Los economistas, sin embargo, coinciden en que la inflación se disipará una vez se resuelvan los problemas de las cadenas de suministros y las tendencias de consumo regresen a sus niveles prepandémicos. A medida que ceda la crisis sanitaria, los estadounidenses irán gastando más en viajes, entretenimiento y otros servicios y menos en productos como automóviles, muebles y artefactos de uso doméstico.

Sin embargo, nadie sabe cuánto tardará eso y lo cierto es que las tendencias inflacionarias han durado más de lo que pronosticaron muchos economistas. Además, los aumentos de precios se están expandiendo a otros sectores, no sólo a vehículos o artefactos de uso doméstico.

“Las presiones inflacionarias probablemente empeorarán antes de mejorar”, pronosticó Goldman Sachs en un boletín analístico publicado el domingo.

PRESIÓN SOBRE LA FED

El dato de este miércoles añade presión al banco central estadounidense que ya ha anunciado que comenzará a reducir gradualmente a partir de este mes el multimillonario programa de compra de bonos lanzando para apoyar a la economía tras la crisis provocada por la pandemia.

La pasada semana la Fed dejó sin cambios los tipos de interés en el rango de entre 0 por ciento y 0.25 por ciento y anunció el inicio de la rebaja de las inyecciones de liquidez en 15 mil millones de dólares al mes.

Con esta decisión el volumen de compras mensuales de bonos, actualmente en 120 mil millones de dólares, se iría reduciendo progresivamente con el objetivo de acabar completamente con el programa a mediados de 2022.

Los costos de los energéticos aumentaron un 4.8 por ciento de septiembre a octubre. La gasolina, el gas natural y el petróleo se volvieron más costosos por la misma razón que otros productos: la demanda se ha disparado en momentos en que los estadounidenses están volviendo a viajar por aire y tierra y la oferta no ha podido equipararse. Foto: AP.

«Si la inflación no disminuye, la Reserva Federal puede necesitar reducir su programa de compra de bonos a un ritmo más sustancial y elevar los tipos de interés, lo que podría dañar los activos financieros», advirtió Nancy Davis, directora del fondo de inversión Quadratic Capital Management.

Pese a conceder que es más persistente de lo anticipado unos meses atrás, el presidente de la Fed, Jerome Powell, recalcó la pasada semana que sigue pensando que la elevada inflación obedece a factores que son «transitorios», como los problemas en las cadenas de suministro globales y la «fuerte demanda».

Así, consideró que los «motores» de esta mayor inflación están directamente «conectados con las alteraciones causadas por la pandemia» y destacó que no ve presiones inflacionarias sobre los salarios.

Por ello, estimó que el alza de precios comenzará «a moderarse en el segundo o el tercer trimestre de 2022».

En septiembre, la Fed rebajó sus previsiones de crecimiento económico hasta el 5.9 por ciento este año, frente al 7 por ciento estimado hace tres meses; mientras que elevó levemente las de inflación del 3.4 por ciento al 4.2 por ciento para final de 2021.

El banco central estadounidense tiene previsto celebrar su última reunión del año de política monetaria el 14 y 15 de diciembre.

-Con información de Alfonso Fernández, de EFE, y Christopher Rugaber, de AP.

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