El grupo talibán consiguió recuperar el control de Kabul después de casi 20 años de guerra, con la entrada de sus combatientes en la capital sin encontrar resistencia, mientas el Presidente Ashraf Ghani abandonaba Afganistán para evitar “un derramamiento de sangre” entre la población.
Ciudad de México, 18 de agosto (SinEmbargo/EFE).- Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dio a conocer que México inició con el proceso de las primeras solicitudes de refugiados provenientes de Afganistán, luego de la toma de control del país por parte de los talibanes.
A través de su cuenta de Twitter, Ebrard expresó que con apoyo de Guillermo Puente Ordorica, Embajador de México en Irán, se está trabajando en todas aquellas solicitudes de ciudadanos afganos debido a la crisis provocada por los talibanes.
“Les informo que con la activa participación de Guillermo Puente Ordorica, Embajador de México en Irán, hemos iniciado el procesamiento de las primeras solicitudes de refugio de ciudadanos afganos, especialmente de mujeres y niñas que lo han así solicitado”, destacó el Canciller mexicano.
Debido a que se trata de personas que corren peligro por la situación actual, la información de los solicitantes tales como el proceso y el lapso del mismo se mantendrán como confidencial, tal y como lo precisó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Les informo que con la activa participación de Guillermo Puente Ordorica,Embajador de México en Irán, hemos iniciado el procesamiento de las primeras solicitudes de refugio de ciudadan@s afgan@s, especialmente de mujeres y niñas que lo han así solicitado.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) August 18, 2021
Con este anuncio, México se une a la lista de países que han abierto sus puertas para ofrecer apoyo y ayuda humanitaria para los afganos que huyen de la crisis.
Los talibanes recuperaron control de Kabul después de casi 20 años de guerra, con la entrada de sus combatientes en la capital sin encontrar resistencia, mientas el Presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonaba Afganistán para evitar “un derramamiento de sangre” entre la población.
Después de una semana en la que los insurgentes fueron tomando una tras otra casi la totalidad de las 34 capitales de provincia afganas, este domingo amanecía con la noticia de que los talibanes se habían apostado al norte, oeste y sur de los límites de Kabul.
El pánico estalló entonces en la capital, con las autoridades afganas pidiendo a todos los funcionarios que abandonasen sus puestos de trabajo y fueran a sus hogares, mientras cerraban tiendas y bancos, con el tráfico paralizado por grandes atascos.
Los talibanes, sin embargo, pidieron a sus combatientes no entrar en la capital.
Pero a medida que se iban retirando las fuerzas de seguridad afganas de varias partes de la capital y comenzaban en algunos lugares a escucharse disparos y posibles actos de pillaje, los talibanes anunciaron que finalmente entraban en Kabul “para evitar actos de saqueo y que los oportunistas hagan daño a la gente”.
Tras la orden, combatientes talibanes comenzaron a patrullar las calles de Kabul, registrando a las personas que se iban encontrando, para luego dejarlas seguir, según pudo ser testigo Efe.
El acecho de los talibanes había aumentado la presión para tratar de encontrar una salida de urgencia de parte de la población ante la probable caída de la ciudad, un temor que se cierne sobre funcionarios públicos, académicos, periodistas y, sobre todo, entre aquellos que han trabajado con alguno de los países que enviaron tropas a Afganistán para combatir a los insurgentes.
Pero la rápida llegada de los talibanes a Kabul, que ni los más pesimistas pensaban que pudiera ser tan rápido, trastocó los planes de evacuación de varios países en Afganistán, que esperaban una salida de un modo más coordinado y escalonado.
Estados Unidos expresó este miércoles su "profunda preocupación" por el futuro de las mujeres y las niñas en Afganistán, especialmente sus derechos a la educación, trabajo y libertad de movimiento, tras la llegada al poder de los talibanes, a quienes llamó a garantizar su protección.