En 1991, Carlos Salinas pactó con el PAN, encabezado por Luis Álvarez, Diego Fernández de Cevallos y Carlos Castillo Peraza, la entrega de la gubernatura de Guanajuato a Medina Plascencia.
Ciudad de México, 18 de agosto (SinEmbargo).– Guanajuato cumple hoy miércoles 30 años de las elecciones de 1991 que, gracias a que Carlos Salinas de Gortari le obsequió la gubernatura a Carlos Medina Plascencia, iniciaron tres décadas con seis gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN), en tres de los cuales se ha disparado la violencia con Carlos Zamarripa como Fiscal.
La elección del domingo 18 de agosto de 1991 arrojó la victoria del priista Ramón Aguirre Velázquez con el 53.1 por ciento de los votos contra el 35.5 por ciento del panista Vicente Fox Quesada y el 7.7 por ciento del perredista Porfirio Muñoz Ledo, pero el PAN alegó fraude electoral con marchas, plantones y negociaciones de la cúpula nacional de ese partido con Salinas de Gortari.
Salinas pactó con el PAN, encabezado por Luis Álvarez, Diego Fernández de Cevallos y Carlos Castillo Peraza, la renuncia de Aguirre y la entrega de la gubernatura a Medina Plascencia, el Alcalde de León, con lo que se inauguró la era de las “concertacesiones”, término con el que se le conoce a las negociaciones extralegales para entregarle a ese partido triunfos que no obtuvo con votos.
Tras la fraudulenta elección de 1988, el PAN había pactado con Salinas de Gortari el respeto a sus triunfos electorales, como en 1989 con Ernesto Ruffo Appel en Baja California, a cambio de legitimar su gobierno “en el ejercicio del poder”.
Después de perder la gubernatura de Baja California en 2018, al cabo de tres décadas también de sucesivos gobiernos, el PAN tiene actualmente en Guanajuato su único bastión en el país, que es desde hace años el estado que ocupa el primer lugar en violencia criminal.
Gobernador sin haber sido candidato, Medina Plascencia tomó posesión como interino, el 3 de noviembre de 1991, y se quedó en el poder casi cuatro años, hasta el 25 de junio de 1995, tras el triunfo de Fox, a quien sucedió Juan Carlos Romero Hicks, actual coordinador de los diputados federales del PAN.
Juan Manuel Oliva se convirtió en Gobernador de Guanajuato tras las elecciones de 2006 y, en 2012, lo sucedió Miguel Márquez Márquez, quien le entregó el cargo, en 2018, a Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, tres de los más recientes gobernadores con los que ha trabajado Zamarripa Aguirre, primero como Procurador y luego como Fiscal autónomo.
Con @diegosinhue comentamos la importancia del proceso de entrega recepción, que será por 1era vez de manera digital, bien organizado, archivos y libros blancos. La nueva administración tendrá una clara evidencia del estado que guarda el @gobiernogto. pic.twitter.com/to4vLrrZiC
— Miguel Márquez M. (@miguelmarquezm) July 9, 2018
Zamarripa Aguirre lleva 12 años en el cargo y le faltan siete gracias a una reforma impulsada por el PAN de Guanajuato que le otorgó total autonomía, en 2019, pese a lo cual el estado padece una creciente violencia criminal, siendo por dos años consecutivos el de más homicidios y de más fosas clandestinas.
En 2009, cuando Oliva hizo Procurador a Zamarripa, Guanajuato era de los estados con menor violencia en el país, con el contexto de la “guerra” de Felipe Calderón contra la delincuencia organizada, pero a partir de entonces el número de homicidios dolosos creció un 711 por ciento.
Según cifras oficiales, consuLtadas por la reportera Romina Gándara, de 414 asesinatos que se registraron en el año 2009, para el año 2020 la cifra de este tipo de crímenes se situó en 3 mil 359.
Y desde el año 2009 a junio de 2021, se han registrado al menos 16 mil 682 homicidios dolosos y se han abierto 1 mil 989 y 256 carpetas de investigación por extorsiones y secuestros, respectivamente, de acuerdo con cifras oficiales.
El respeto al Principio de Legalidad y la rendición de cuentas son pilares fundamentales en un Estado Democrático de Derecho. Hice entrega del #1InformeAnualDeActividades a los tres Poderes del Estado pic.twitter.com/Zo7sL6nH9O
— Carlos Zamarripa Aguirre (@carloszamarr) February 27, 2020
Es decir, con Zamarripa Aguirre como Fiscal comenzó una espiral de violencia que cruza los gobiernos de Oliva, Márquez Márquez –su principal promotor-- y Rodríguez Vallejo, el actual Gobernador que se aferra a un funcionario que no ha sido capaz de resolver la violencia criminal, pese a que los homicidios son su competencia legal.
El Presidente Andrés Manuel ha solicitado la remoción de Zamarripa para contrarrestar la violencia en Guanajuato, como ocurrió en Veracruz después de que el Fiscal Jorge Winckler, herencia de Miguel Ángel Yunes, dejó el cargo.