La desinformación puede moverse con gran facilidad y en esta ocasión no fue la excepción, ya que, Joseph Mercola compartió un artículo, el pasado 9 de febrero, en el que destacó que las vacunas contra la COVID-19 eran un «fraude médico» y no brindaban inmunidad ni detenían la transmisión del virus,
Ciudad de México, 25 de julio (SinEmbargo).– Quizás usted ha recibido en sus redes sociales o en su WhatsApp algún artículo de Joseph Mercola. Quizás no lo ubique o no sepa a qué se dedica. Pero este doctor de 67 años, médico osteópata de Cape Coral, Florida, es señalado como uno de los más importantes difusores de noticias falsas sobre las vacunas, de acuerdo con autoridades de Estados Unidos.
La periodista Sheera Frenke, de The New York Times, ha dado seguimiento a Mercola y a otros que, como él, son señalados de provocar una oleada irresponsable de desinformación. También ha documentado cómo las redes sociales tienen un doble discurso: por un lado se benefician de quienes desinforman, y por el otro dicen que están limitando ese tipo de contenidos.
En un reportaje publicado este domingo, Frenke detalla cómo la desinformación puede moverse con enorme facilidad: “Un artículo que apareció en línea el 9 de febrero comenzó con una pregunta aparentemente inocua sobre la definición legal de vacunas. Luego, en sus siguientes 3 mil 400 palabras, declaró que las vacunas contra el coronavirus eran ‘un fraude médico’ y dijo que ni previenen infecciones, ni brindan inmunidad, ni detienen la transmisión de la enfermedad. En cambio afirmaba que las vacunas ‘alteran su codificación genética, convirtiéndote en una fábrica de proteínas virales que no tiene interruptor de apagado’”.
“Las afirmaciones eran fácilmente refutables. No importa. Durante las siguientes horas, el artículo fue traducido del inglés al español y al polaco. Apareció en docenas de blogs y fue recogido por activistas anti-vacunación, quienes repitieron las afirmaciones falsas en línea. El artículo también llegó a Facebook, donde llegó a 400 mil personas, según datos de CrowdTangle, una herramienta propiedad de Facebook”, cuenta la periodista.
One of the hurdles to vaccination efforts has been the spread of misinformation. An osteopathic physician in Florida spreads more coronavirus misinformation online than anyone, researchers say. He makes millions doing it. https://t.co/T2ohhmx3zw
— Jon Cooper 🇺🇸 (@joncoopertweets) July 25, 2021
Y todo lleva a una persona: Mercola, un médico que durante mucho tiempo ha sido objeto de críticas y acciones reguladoras del Gobierno de Estados Unidos por su promoción de tratamientos no probados o no aprobados. Y más recientemente se ha convertido en el principal difusor de información errónea sobre el coronavirus en línea, según los investigadores.
El diario dice que durante la última década, Mercola ha construido una vasta operación para impulsar curas naturales para la salud, difundir contenido anti-vacunación y beneficiarse de todo ello. En 2017 presentó una declaración jurada alegando que su patrimonio neto era “superior a 100 millones de dólares”.
Y en lugar de afirmar directamente en línea que las vacunas no funcionan, las publicaciones de Mercola a menudo hacen preguntas directas sobre su seguridad y discuten estudios que otros médicos han refutado. Facebook y Twitter han permitido que algunas de sus publicaciones permanezcan con etiquetas de precaución.
Mercola, cuenta The New York Times, ha publicado más de 600 artículos en Facebook que ponen en duda las vacunas COVID-19 desde que comenzó la pandemia, llegando a una audiencia mucho mayor que otros escépticos. Sus afirmaciones han tenido un gran eco en Twitter, Instagram y YouTube.
“La actividad le ha valido al doctor Mercola, un defensor de la salud natural con un comportamiento de hombre común, la dudosa distinción del primer lugar en la ‘Docena de la desinformación’, una lista de 12 personas responsables de compartir el 65 por ciento de todos los mensajes contra las vacunas en las redes sociales”, dijo al Times un centro sin fines de lucro para la lucha contra el odio digital. La lista incluye a Robert F. Kennedy Jr., un activista anti-vacunas desde hace mucho tiempo, y Erin Elizabeth, la fundadora del sitio web Health Nut News, novia de Mercola.
“Mercola es pionero del movimiento contra las vacunas. Es un maestro en capitalizar periodos de incertidumbre, como la pandemia, para hacer crecer su movimiento”, dijo a The New York Times la investigadora de la Universidad de Washington Kolina Koltai.
El Presidente Joe Biden ha culpado a las falsedades en línea de hacer que la gente se abstenga de recibir las inyecciones. Pero incluso cuando Biden ha instado a las empresas de medios sociales a “hacer algo sobre la desinformación”, Mercola muestra la dificultad de esa tarea.
“La Casa Blanca y otras agencias federales estadounidenses han presionado a Facebook para que entregue datos sobre cómo se difunden en línea las historias contra las vacunas y la ha acusado de retener información clave. El viernes 16 de julio, Biden, acusó a la compañía de ‘matar personas’ al permitir que la información falsa circule de manera generalizada. El lunes 19 de julio, suavizó un poco el tono y prefirió responsabilizar a las personas que originan las mentiras”, dice la periodista del Times en un artículo previo.
La compañía ha respondido con estadísticas que muestran cuántas publicaciones con desinformación ha eliminado, así como la cantidad de estadounidenses a los que les ha dirigido información real sobre la respuesta del gobierno a la pandemia. Pero algunos creen que un doctor Mercola sobrevive y tiene ingresos porque a todos parece convenirles la desinformación.