Antes de la pandemia se registraban más de 400 mil muertes anuales por problemas relacionados con el corazón, pero esto puede incrementarse debido a que los pacientes están llegando cada vez más tarde a la atención de urgencias.
Ciudad de México, 12 de junio (EFE).- Los servicios de urgencias en México tendrán en el plazo de un año y medio un incremento drástico en la atención a pacientes por enfermedades como el infarto al miocardio y enfermedad vascular cerebral derivado de la falta de seguimiento y diagnóstico por la COVID-19.
"La pandemia dejó desatendidas algunas enfermedades y eso repercutirá en que se agudizarán urgencias como el infarto al corazón y cerebral", explicó este sábado a Efe Daniel Sánchez, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia.
El experto detalló que por varios años las principales causas de muerte en México han sido las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Tan solo, dijo, antes de la pandemia se registraban más de 400 mil muertes anuales por problemas relacionados con el corazón, pero esto puede incrementarse.
Explicó que esto puede ocurrir porque los pacientes están llegando cada vez más tarde a la atención de urgencias.
Detalló que antes de la pandemia una persona con un infarto al corazón tenía un tiempo de llegada a un hospital en zona urbana de cuatro a seis horas aproximadamente, y unas 12 horas para zonas rurales.
Mientras que los que sufrían un infarto cerebral llegaban entre tres y cuatro horas después de los primeros síntomas. "Pero con la COVID-19 esto se ha exponenciado, los pacientes llegan días después a los hospitales o simplemente no llegan", agregó.
Asimismo, exaltó que los pacientes con enfermedades crónicas han dejado de tener tratamiento, principalmente porque las unidades de consulta externa fueron cerradas, porque los hospitales se reconvirtieron o porque tenían miedo al contagio.
Aunque aseveró que los servicios de urgencias nunca han cerrado, lo que ahora se tiene que pensar es en que los hospitales puedan tener capacidad para atender pacientes que no tienen síntomas respiratorios.
"La COVID-19 dejó al descubierto que no se cuenta con el suficiente personal para atender pacientes, y tras la pandemia, las urgencias sin duda se incrementarán", apuntó.
ATENCIÓN A PROFESIONALES DE SALUD
Estrella Albarrán, jefa de la unidad de organización de la atención de urgencias del Centro Regulador De Urgencias Medicas (CRUM) en Ciudad de México, apuntó que ante esta situación será prioritario atender también al personal que ha laborado por más de año y medio en los servicios de urgencias.
"La salud mental del personal médico se vio muy afectado debido a la pandemia", manifestó.
Señaló que a este personal le ha tocado atender a los pacientes y sus familiares en "un momento muy difícil de su vida", y en ocasiones dar noticias sobre el estado de salud o el fallecimiento de las personas era muy desgastante emocionalmente.
"Fue una situación muy complicada. Es un choque emocional y se necesita atender la salud mental de estos profesionales de la salud", insistió.
Por su parte, Sánchez señaló que se debe trabajar de cara a lo que vendrá tras la pandemia.
Entre las prioridades, dijo, debe estar el fortalecimiento del sistema prehospitalario, mejorar la infraestructura de hospitales, el reconocimiento al personal de emergencias y la rectoría.
"En nuestro país no contamos con un organismo específico que se encargue del área de urgencias. Necesitamos un orden y protocolos de atención", apuntó.
Finalmente, dijo que es indispensable que se atiendan las áreas de primer nivel, centros de salud y medicina familiar que ayuden a prevenir, detectar y tratar los factores de riesgo para evitar que, en un futuro, los servicios de urgencias colapsen.