La pandemia trajo la sana distancia y el confinamiento como medidas para disminuir los contagios y aunque de primera instancia podría pensarse que esto afectó al amor, lo cierto es que pudo darle un impulso para, al menos de momento, dejar de lado las relaciones casuales de una noche. El efecto positivo de la pandemia es que las personas se están dando tiempo para conocerse y para cortejarse y esto quizá permita un porcentaje más alto de parejas para largo plazo, según la doctora Georgina Montemayor Flores, especialista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ciudad de México, 14 de febrero (SinEmbargo).- Febrero es llamado por muchos como el mes del amor, en estos días era común ver personas en la calle con globos, corazones, flores y regalos, mientras que los restaurantes y bares estaban llenos, sin embargo, la pandemia causada por la COVID-19 cambió todo y en esta «nueva normalidad» el amor también vive una etapa de cambios de la que incluso puede resultar beneficiado.
El amor involucra aspectos biológicos que no pueden ignorarse, la Dra. Georgina Montemayor Flores, especialista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó a SinEmbargo que es dificil determinar hasta donde los seres humanos tienen instintos y hasta que punto somos producto del pensamiento y el razonamiento; dentro de los instintos se encuentra el de sobrevivencia de la especie que está en cada uno.
«Es increíble que la taza de ovulación más alta en el mundo está en la zona del África, en donde la hambruna es una constante porque la especie está en peligro, entonces hay que reproducirse, esto de reproducirse ni siquiera tiene que ver con la inteligencia de la gente», ejemplificó la doctora.
El factor biológico se sigue mostrando en el emparejamiento, algo que realizan los mamíferos, mientras que el invento social se muestra con el matrimonio. Según la especialista, el matrimonio es una cuestión en la que la mujer era usada para establecer alianzas y alcanzar los intereses de los hombres.
«Cuando estás enamorado, la parte del cerebro que tiene que ver con la estimación de riesgos está desactivada, porque los seres humanos somos mamíferos y nos gusta vivir en grupo, a los mamíferos nos gusta asociarnos con otros de nuestra especie […] A los seres humanos nos gusta asociarnos porque además hemos descubierto que es más fácil sobrevivir si nos asociamos, si nos asociamos nos reproducimos y ahí estamos cumpliendo un mandato biológico, porque hay una programación en nuestros genes para reproducirnos. Afortunadamente, ahora es una opción y uno puede elegir reproducirse, pero antiguamente no, porque había factores además de sociales, económicos, cuando dejamos de ser nómadas y empezamos a cultivar la tierra y entre más hijos había más ayuda», refirió.
PROGRAMAS PARA EMPAREJARNOS
La doctora Montemayor señaló que Helen Fisher fue la primera investigadora que pudo conseguir que el Gobierno estadounidense otorgara un presupuesto para investigar al amor, porque este no era considerado un tema que se pudiera investigar.
«El amor romántico no es un invento de la sociedad capitalista no de los neoliberales, el amor romántico es una manera que tiene el cerebro para obligarnos a emparejarnos», explicó la Dra. Georgina Montemayor Flores.
La doctora Georgina citó a Helen Fisher al referirse a que el cerebro tiene 3 programas para emparejarnos:
–Deseo sexual: Regido por la hormona testosterona en hombres y mujeres, este se le negó a las mujeres por años, ya que se les educaba para reprimirlo, expresó la especialista.
–Amor para siempre: «Dice Helen Fisher que no todos estamos llamados al amor verdadero, porque el amor verdadero es un trabajo que uno tiene que hacer todos los días y hay ciertos elementos que también participan en el amor romántico, por ejemplo: duran más los matrimonios que se llevan acabo entre personas que tienen la misma religión, el mismo nivel socioeconómico y el mismo nivel intelectual porque pueden formar equipo, comparten valores», afirmó la doctora Montemayor Flores.
–Enamoramiento: «Lo ves, la ves, y en menos de un minuto ya estás perdidamente enamorado, no necesitas mucho, es rapidísimo que te enamores», señaló. De acuerdo con la experta, en el enamoramiento se realiza una «orquesta de hormonas» que comienza con la feniletilamina, una sustancia presente también en los chocolates que promueve la producción de otras hormonas como la dopamina que se asocian al sistema de recompensa, esto se activa también en las adicciones.
«El enamoramiento activa el sistema de recompensa por eso cuando no la ves o no lo ves sufres, por eso el amor siempre tiene esa condición de qué voy a hacer sino lo veo, nunca estas contento cuando estas enamorado porque siempre te hace falta y esto te hace que aprendas estrategias el color de su coche, las cosas que le gustan, el color de sus ojos, su historia familiar, todo eso lo aprendes porque tienes altos niveles de dopamina, además se produce serotonina y adrenalina y estas completamente intoxicada y suceden cosas peculiares pero es la forma en la que el cerebro se asegura de que te reproduzcas», refirió.
LA PANDEMIA TRAE DE REGRESO LAS CHARLAS Y EL CORTEJO
La pandemia trajo la sana distancia y el confinamiento como medidas para disminuir los contagios y aunque de primera instancia podría pensarse que esto afectó al amor, lo cierto es que pudo darle un impulso para, al menos de momento, dejar de lado las relaciones casuales de una noche.
«Ahora como no te puedes reunir con nadie las personas están platicando, ahora tuvieron que ofrecer [las apps de citas] chats en zoom y otras plataformas, ahora se están conectando para conocerse y dice Helen Fisher que hemos vuelto al romance. Ya a la gente no le importa como están físicamente los otros, ya no están buscando el cuerpo perfecto, lo que sí están buscando son las personas estables en todo sentido, ahora no importa si tienes dinero para invitarla a un restaurante caro o a un café de 20 minutos porque no puedes salir, dice Helen que estamos probando algo que ya habíamos dejado», sentenció la especialista.
El efecto positivo de la pandemia es que las personas se están dando tiempo para conocerse y para cortejarse y esto quizá permita un porcentaje más alto de parejas para largo plazo, según la doctora. «Las parejas están hablando y están diciendo las cosas que antes no se atrevían a comunicarles a los demás por el estrés, yo te busco porque cuando platico contigo produzco dopamina, siento que escuchas, te preocupas, me preocupo», agregó.
Desde antes de la pandemia, las aplicaciones de citas eran populares, sin embargo en su mayoría se usaban para tener encuentros sexuales, sin embargo, con el confinamiento estas apps se convirtieron en el espacio para conocer personas, interactuar y ahora sí, platicar y crear conexiones. “COVID hizo que nos abriéramos. La combinación de estar atrapado en casa y el hecho de que todos estábamos pasando por lo mismo, al mismo tiempo, llevó a la gente de Tinder a hablar más que nunca”, se lee en un comunicado de la app de citas.
“Hemos notado un aumento del 90 por ciento en las videollamadas durante la semana que termina el 1 de mayo, frente a las videollamadas de la semana que termina el 13 de marzo. Estamos seguros de que nos estamos moviendo en la dirección correcta”, refirió Andrea Vaamonde, México Senior Marketing Manager de Bumble hace unos meses en entrevista a SinEmbargo. “La pandemia ha representado un desafío para todos, pero en nuestro caso, definitivamente ha animado a nuestros usuarios a explorar las citas a larga distancia, y dar el primer paso hacia una conexión más profunda con todas nuestras herramientas de citas virtuales”, agregó.
Miguel Ángel Mondejar, director de Marketing de Japi, el primer condón hecho en México con tecnología alemana y libre de caseína (una proteína de origen animal que se utiliza en algunos condones para suavizar el latex), sin parabenos, con látex natural y en un empaque que proviene de fuentes sustentables, contó a SinEmbargo que para la industria del condón se vieron varias fases, primero subió, luego vino una disminución y un problema porque cerraron las fabricas de condones en Asia que es de donde vienen la mayoría de los preservativos, situación que a ellos no les afectó porque la fabrica de Japi se encuentra en México y operada al 80 por ciento por mujeres en diversos puestos y hasta cargos directivos, destacó el crecimiento de las ventas en línea.
«Sucedió algo muy curioso en esta pandemia, se redujeron las relaciones sexuales que tenía la gente en general, yo creo que al principio los primeros meses quienes se quedaron en pareja tenían muchas relaciones sexuales porque no había mucho que hacer pero luego este número fue disminuyendo y seguramente muchas relaciones tronaron pero las que se quedaron se volvieron más fuertes», aseguró Miguel Ángel Mondejar. «Lo que yo veo es que quizá tengamos menos relaciones superficiales y en menos cantidad pero me gusta pensar que este espacio nos ayudó para valorar lo que realmente es un encuentro con otra persona», agregó.
La psicóloga Elsa Gómez coincidió y señaló que la pandemia acrecentó lo que había en cada pareja, si tenían buenos cimientos los unió más y si no era así, resultó en una separación. Gómez que está presente en redes sociales con una cuenta de TikTok (psicologatiktokera) resaltó que las redes sociales en esta pandemia son la forma de estar en contacto y de comunicarse tanto en relaciones amorosas como para los negocios.