Desde Banco Base se contempla una «altísima» probabilidad de que por lo menos dos calificadoras rebajen la nota crediticia de México y de Pemex entre finales de 2020 y principios de 2021, con el riesgo que esto conlleva a que México pierda el grado de inversión y por ende se eleve la dificultad para conseguir financiamiento en condiciones favorables.
Por Ana Gabriela Jiménez Cubría
Ciudad de México, 16 de julio (Vanguardia).- Muchas empresas en México que se contuvieron de llevar a cabo grandes recortes de personal en espera de una recuperación de corto plazo llevarán a cabo despidos masivos después de julio al contemplar que la actividad económica del país no repunta.
La economista en jefe de Banco Base, Gabriella Siller, advirtió que tras un ligero repunte en julio del mercado laboral se sumarán a la fila del desempleo otras 975 mil personas para un total de 1.86 millones de puestos de trabajo destruidos a lo largo de 2020, lo que en términos gráficos se observará un comportamiento en forma de «W».
La especialista explicó que si bien en la primera ola se vieron afectados los empleos del sector servicios como restaurantes o turismo, y aquellos empleos del rango más bajo de salarios, la segunda ola golpeará a trabajadores con un mayor nivel salarial y se dará de manera generalizada en todos los sectores de la economía.
El último dato del empleo formal en México que proporcionó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indica que durante junio se efectuaron 83 mil 311 despidos para un total de 921 mil 583 puestos de trabajo perdidos en lo que va del año.
Esto sin contar que la subocupación ha aumentado un 30 por ciento, lo cual es indicador de que cada vez hay más personas que pese a estar ocupadas, no ganan lo suficiente o se encuentran en situación crítica en términos de ingresos.
«En la medida en que se profundice la crisis y el desempleo se vuelva estructural será más difícil que las personas que pierdan su empleo puedan recuperarlo con el mismo sueldo o las mismas prestaciones», dijo Siller. Esta situación contribuirá a erosionar el ingreso disponible entre la población y con ello empeorará el consumo, lo cual será un factor clave para una recuperación más lenta de la economía mexicana.
De acuerdo con Jesús López, especialista del mismo banco, están en particular riesgo los trabajadores de empresas de los sectores más vulnerables de la economía como la construcción y la minería. Siller puntualizó que si bien no se observan riesgos de quiebra o reestructura de estas compañías, es muy probable que ante el deterioro de sus finanzas opten por realizar recortes de personal.
SEXENIO Y DÉCADA PERDIDOS
El equipo de analistas de Banco Base pronostica que el PIB nacional se contraerá un 9.5 por ciento en 2020 en el escenario más probable, y que México tardará entre 6 y 11 años en regresar al PIB que tenía antes de la llegada de la pandemia de coronavirus. Esto solo será posible si el país logra una expansión económica de por lo menos 1.9 por ciento en 2021 y de 2.0 por ciento en los años subsecuentes.
Siller puntualizó que el escenario de contracción de un solo dígito está supeditado a que no empeore el número de muertes y contagios por la pandemia tanto en México como en Estados Unidos, ya que esto conduciría a mayores medidas de contingencia y por ende a la paralización de actividades económicas.
Desde Banco Base se contempla una «altísima» probabilidad de que por lo menos dos calificadoras rebajen la nota crediticia de México y de Pemex entre finales de 2020 y principios de 2021, con el riesgo que esto conlleva a que México pierda el grado de inversión y por ende se eleve la dificultad para conseguir financiamiento en condiciones favorables.
MEDIDAS CONTRACICLÍCAS
La economista destacó la necesidad de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lleve a cabo medidas contracíclicas para paliar el deterioro de la economía. Entre ellas está redirigir el gasto que se ha planeado en grandes proyectos de infraestructura que generan incertidumbre como el Tren Maya o la Refinería de Dos Bocas, y en su lugar, ese gasto se emplee en proyectos que generen más empleo y produzcan menos incertidumbre.
También explicó que sería buena idea utilizar la línea de crédito flexible que el país tiene a su disposición por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 61 mil millones de dólares, ya que este capital haría posible reducir la proporción de deuda sobre el PIB.
Banco Base estima que esta relación podría aumentar de 47 por ciento a 54 por ciento para finales del año dado que el 40 por ciento de la deuda del país está denominada en dólares y se espera que el tipo de cambio se deteriore hasta 24 pesos por dólar.