Decenas de miles de personas tomaron las calles para exigir la renuncia de Rosselló, en el mayor movimiento de protesta en la isla desde que los puertorriqueños lograron que la Marina de Estados Unidos dejara de celebrar maniobras en la isla de Vieques hace más de 15 años.
Por Dánica Coto
SAN JUAN (AP) — El Gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo el miércoles por la noche que renunciará al cargo el 2 de agosto, tras casi dos semanas de airadas protestas y crisis política tras la filtración de un chat repleto de mensajes groseros e insultantes entre el mandatario y sus principales colaboradores.
La multitud de manifestantes reunida ante la residencia oficial del gobernador en la zona vieja de San Juan estalló en vítores y cánticos tras el anuncio del gobernador en Facebook, justo antes de la medianoche.
“El reclamo ha sido contundente y lo he recibido con el más alto grado de humildad”, dijo Rosselló en referencia a las protestas.
Los mensajes plagados de insultos que cruzaron el gobernador y otros 11 hombres indignaron a los puertorriqueños, ya indignados con la corrupción, la mala gestión, la crisis económica y la lenta recuperación tras el huracán María hace casi dos años.
Decenas de miles de personas tomaron las calles para exigir la renuncia de Rosselló, en el mayor movimiento de protesta en la isla desde que los puertorriqueños lograron que la Marina de Estados Unidos dejara de celebrar maniobras en la isla de Vieques hace más de 15 años.
Rosselló, un demócrata elegido en 2016, es el primer Gobernador que renuncia al cargo en la historia moderna de Puerto Rico, un territorio de más de 3 millones de ciudadanos estadounidenses.
En principio, la Constitución de Puerto Rico indica que el secretario de Estado asumiría la gubernatura. Pero dado que el Secretario de Estado, Luis Rivera Marín, fue uno de los más de diez funcionarios que renunció en la polémica por el chat filtrado, el Gobierno de la isla recaería en la Secretaria de Justicia, Wanda Vázquez. Se convertirá en la segunda mujer Gobernadora del territorio.
En las 889 páginas de conversaciones filtradas el 13 de julio, los participantes se burlaron de los votantes, incluidos los sobrevivientes de María, e hicieron comentarios ofensivos sobre mujeres. Rosselló describió a una como una “puta”.
Los hombres también hablaron de política y de contratos del Gobierno, y las autoridades emitieron esta semana órdenes para confiscar sus celulares en una investigación sobre si difundieron de forma ilegal información confidencial del gobierno. Además, los legisladores de la isla plantearon la posibilidad de un juicio político.
Durante el pasado fin de semana, Rosselló compartió un video en Facebook en el que anunció que no buscaría la reelección en 2020 ni seguiría al frente de su partido, partidario de convertir al territorio en un estado de Estados Unidos. Sin embargo, su resistencia a renunciar avivó más el descontento de los puertorriqueños y provocó una enorme marcha el lunes en una de las principales carreteras de la capital.
Entre los que pedían la marcha de Rosselló estaban las estrellas puertorriqueñas de la música Ricky Martin, Bad Bunny y Residente, así como una serie de políticos estadounidenses, incluidos miembros del Congreso de ambos partidos y varios aspirantes a la candidatura demócrata a la presidencia.
La polémica ha llegado mientras la isla intenta reestructurar parte de sus 70 mil millones de dólares de deuda y gestionar una recesión que ya dura 13 años y que ha originado un éxodo de casi medio millón de personas al territorio continental estadounidense en la última década. Muchos puertorriqueños están resentidos por los recortes de pensiones, cierres de escuelas y otras medidas de austeridad.
La crisis económica se debe en parte a gobiernos anteriores -incluido el del padre de Rosselló, Pedro- que gastaron de más, estimaron ingresos mayores a los reales y pidieron prestados millones de dólares mientras la isla se iba endeudando más y más. El estado se declaró en quiebra en 2017. El Congreso aprobó un paquete financiero y una junta federal supervisa las finanzas puertorriqueñas.
Rosselló, un graduado del MIT con un doctorado en genética, dedicó buena parte de su mandato a combatir las medidas de austeridad y pedir fondos federales después de que María devastara la isla en septiembre de 2017, causando miles de muertes y más de 100 mil millones de dólares en daños.
Casi dos años más tarde, unas 30 mil viviendas siguen teniendo lonas en lugar de tejados, los cortes de electricidad siguen siendo habituales y Puerto Rico ha recibido menos de un tercio de los aproximadamente 40.000 millones de dólares prometidos por el gobierno de Estados Unidos. Rosselló se quejó este año de que recibía un trato injusto y una actitud hostil por parte de algunas autoridades estadounidenses.
Además, la confianza del público se ha visto golpeada hace poco por una serie de detenciones, que incluyó a funcionarios de alto nivel como la ex Secretaria de Educación y la que fuera responsable de los servicios de salud.