La primera renuncia del cuerpo estratégico del Presidente Andrés Manuel López Obrador fue la Germán Martínez Cázares, el pasado lunes. La segunda, la de Josefa González Blanco, ahora ex titular de la Semarnat, se dio apenas ayer sábado. ¿Qué destaca del pasa de Martínez Cázares por la Dirección General del IMSS?
La fugaz etapa de Germán Martínez en el Instituto Mexicano del Seguro Social de la llamada cuarta transformación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pasó a la historia como la prolongación de una larga y dolorosa enfermedad: los monopolios consolidados en los sexenios pasados continuaron campantes con sus ventas millonarias y se incurrió en algunos gastos superfluos, mientras la crisis de médicos y camas se agudizaba. Este es el registro en datos abiertos que dejó tras de sí la primera baja de la presente administración federal.
Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo).– Resultado de la inercia y contratos pactados en el sexenio anterior, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) bajo la breve gestión de Germán Martínez Cázares –que fue de diciembre de 2018 a mayo de 2019–, privilegió los monopolios e incurrió en algunos gastos superfluos. Mientras, la crisis por falta de camas y personal médico recorrió los hospitales del instituto en todo el país sin reportar ningún cambio.
Uno de los argumentos de Martínez Cázares para renunciar a la Dirección del instituto el pasado 21 de mayo, fue que la Secretaría de Hacienda mantiene una "injerencia perniciosa" al imponer acciones de austeridad que van en contra de los sectores sociales más humildes. Horas después de la dimisión, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, nombró en el cargo a Zoe Robledo quien en su primera alocución pública refutó que el IMSS ha tenido una eficiencia del gasto de 93.3 por ciento.
¿En qué gastó el IMSS al arrancar el primer Gobierno de izquierda de México? De acuerdo con una localización de compras, realizada por la Unidad de Datos de SinEmbargo en los datos abiertos de la página Compranet, el IMSS ejerció en el primer semestre del presente Gobierno, 16 mil 371 contratos cuyos montos sumaron 53 mil 815 millones 328 mil 18 pesos.
Del total de erogaciones, el 15 por ciento –2 mil 489 contratos– recibió el fallo entre 2011 y 2018; es decir, fue heredado a la Administración de Andrés Manuel López Obrador. De hecho, las compras mayores –las de medicamentos– fueron pactadas en el Gobierno pasado y cumplidas en la presente para evitar el desabasto.
"Este escenario que favoreció a un puñado de empresas mientras los derechohabientes padecían letargos en la atención es una punta de un iceberg. Es reflejo de la gran crisis. El mismo Germán Martínez Cázares la reconoció con dureza en su carta de renuncia. Pero, más que análisis políticos, lo que urge es remendar. Y por ello, se debió detener esta renuncia", plantea el politólogo Eduardo Huchim May respecto al panorama del instituto que en enero pasado cumplió 76 años.
Nadie niega que un destino crítico alcanzó al IMSS. Datos del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social exponen que por cada mil derechohabientes hay 0.69 camas de hospital cuando la recomendación de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico es de 4.7 por la misma proporción; hay 1.4 médicos en donde debiera haber 4.4 y sólo trabajan 2.7 enfermeras cuando ese personal debiera ser de nueve.
En el dibujo de este paisaje, está también el diagnóstico del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que indica que el sector salud –estructura en la que está inmerso el IMSS– registró la peor inversión entre los países miembros de la OCDE al recibir sólo 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en promedio en la década pasada.
Dinero, sí había. Por lo menos eso muestran las ventas que realizaban algunas empresas. Pero abandono también. Y ello, como lo señaló el mismo Martínez Cázares en su carta de renuncia, lo muestran cada día y sin fallar, los pasillos de las clínicas y hospitales del Seguro Social.
El investigador de las políticas públicas del sector salud, Gustavo Leal, de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Xochimilco, explica que el contraste “fue posible después de la aplicación sistemática de política neoliberales, un ciclo que se inició en los ochenta, en el Gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) y continuó sin parar hasta los días del ex Presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018)".
DE CÓMO LOS MONOPOLIOS DE MEDICAMENTOS CONTINUARON
Los dos mayores contratos del IMSS bajo la gestión de Martínez Cázares suman 6 mil 967 millones 765 mil 260 pesos y se los llevó Grupo Fármacos Especializados (Grufesa). El tercero y cuarto con más dinero fueron para Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico con 2 mil 370 millones 336 mil 513 pesos y Farmacéuticos Maypo con 2 mil 76 millones 928 mil 592 pesos.
Se trata de las tres farmacéuticas vetadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en un oficio enviado a la Secretaría de Hacienda, una vez que se detectó que en el último año de Gobierno de Enrique Peña Nieto acapararon 60.7 por ciento de las compras de medicamentos realizadas por la administración federal. El Ejecutivo federal dio a conocer que incluso, se les investigará por supuestos actos de corrupción.
Pero Grufesa y Farmacéuticos Maypo consiguieron en los juzgados la suspensión del veto (para la primera fue definitiva y para la otra provisional), con lo que pueden continuar en la competencia por contratos del Gobierno federal mientras se resuelve de fondo sin en el pasado incurrieron en malas prácticas. Por su parte, Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico, se mantiene a la expectativa.
La investigación sobre acaparamiento mediante tráfico de influencias de las tres farmacéuticas debe ser realizada por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el proceso puede tardar seis meses o más, según fuentes judiciales. De modo que por lo menos este año, los emporios de medicamentos le ganaron un primer round al Ejecutivo para competir por el pastel del sector salud.
Como fuere, esas empresas fueron las más importantes en las ventas del IMSS en los primeros meses del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, lapso en el que Germán Martínez Cázares ocupó la silla principal, dado que firmaron contratos en 2018 para el abasto de 2019.
VIAJES Y BOLETOS DE AVIÓN ... Y OTRO MONOPOLIO
Este primer semestre en el IMSS se gastaron en boletos de avión 84 millones 300 mil 144 pesos a través de 24 contratos. El personal de mando del instituto utilizó 20 millones 115 mil 563 pesos, una cifra 2.5 veces superior a la destinada al traslado de pacientes que representó siete millones 824 mil 793 pesos. Los periplos para capacitación costaron un millón 26 mil 871 pesos. El resto se dividió en viajes del personal administrativo.
Si en la venta de medicinas, es notoria la presencia dominante de las controvertidas farmacéuticas, en los viajes y viáticos de los funcionarios del instituto predominó un proveedor que en los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) ganó millones de pesos.
Se trata de El Mundo es Tuyo, una agencia de viajes que no desea dar a conocer su directiva, según respondió a varias solicitudes de SinEmbargo. De los viajes aéreos, sólo en la etapa de Martínez Cázares en el IMSS, se llevó 55 millones 776 mil 33 pesos (en total, reunió 81 millones 608 mil 145 pesos pues realizó otras gestiones para traslados).
LOS BOCADITOS
De los pequeños gastos superfluos, esos que no sobresalen con grandes cantidades, pero constituyen la muestra del estilo de gastar en la política mexicana, el IMSS no escapó. El registro de contratos da cuenta de una serie de compras de banquetes y "box lunch", esa cajita con una torta y un refresco, presente en los comedores de la burocracia.
De 13 contratos, tres fueron pactados en octubre de 2018, cuando la Administración de Enrique Peña Nieto estaba por concluir y Andrés Manuel López Obrador había recibido la constancia de Presidente electo. Los otros recibieron el fallo entre diciembre de 2018 y mayo de 2019.
En ese concepto se gastaron 17 millones 549 mil 335 pesos y fue encargado a varias microempresas, una cantidad que hubiera alcanzado para comprar 450 camas en un hospital de cualquier estado de la República.
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La mañana del 10 de diciembre del año pasado, el Presidente anunció que su Gobierno planea dar una vuelta de tuerca a este panorama en el que late el riesgo del desabasto de medicamentos y de incapacidad de atención. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que realizará una adjudicación directa y licitación internacional para garantizar el abasto de medicamentos y materiales de curación, una medida que no ocurrirá hasta que se inicie el segundo semestre del año.
Los primeros seis meses transcurrieron con la misma crisis del año pasado sin que se reportaran modificaciones en la carencia de camas o médicos. El pasado 21 de mayo, Germán Martínez Cázares renunció a dirigir el IMSS. Al irse entregó una carta al consejo técnico que resultó un diagnóstico de la deplorable salud del sistema.