"¿A qué animales consideramos cuando hablamos de delitos de crueldad animal? ¿Cuáles son los animales que nos vienen a la mente cuando queremos leyes que los protejan? ¿Por qué es tan difícil proteger a los animales de granja?", escribe Dulce Ramírez de Igualdad Animal.
Ciudad de México, 17 de marzo (SinEmbargo).- En México existen grupos de poder que sin duda se opondrán a cualquier cambio que le permita a las personas cuestionar la relación que tenemos los humanos con los animales, no querrán que cambiemos nuestros hábitos para beneficiar nuestra salud porque eso implicaría comenzar a reducir el consumo de carne y derivados, hasta darnos cuenta que no necesitamos comer animales para estar sanos; también buscarán silenciar cada nuevo estudio, cada nueva declaración medioambiental que evidencia el gran daño que la ganadería industrial causa a nuestro planeta; también harán todo lo posible para que en los supermercados no encontremos alternativas vegetales, por ejemplo, ¿sabías que condicionan a los supermercados para no poner en los mismos escaparates carnes o quesos vegetales y así evitar que los consumidores tengamos realmente la libertad de elegir? Se unen a causas altruistas como maratones para combatir Cáncer -por contradictorio que parezca-, Casas Hogar, reforestación y una lista interminable para deducir impuestos. Obtienen recursos federales para construir granjas y rastros gigantes sin importar la devastación ambiental y el uso de recursos naturales, como Granjas Carroll en la región de La Gloria, en los límites entre Puebla y Veracruz, y en los Cenotes en Yucatán.
La lista es interminable. Aún con todo esto, no reparamos en buscar esos cambios tan urgentes para los animales que están sufriendo terriblemente en las granjas industriales y que mueren de la forma más brutal y violenta que podamos imaginar en los mataderos.
Es por eso que ya no se trata de lo que debemos esperar de los gobiernos en turno sino qué debemos exigirles y cómo debemos hacerlo.
¿A qué animales consideramos cuando hablamos de delitos de crueldad animal? ¿Cuáles son los animales que nos vienen a la mente cuando queremos leyes que los protejan? ¿Por qué es tan difícil proteger a los animales de granja?
Sin duda el avance de la protección animal dentro de las legislaciones es notorio, gracias al trabajo de la sociedad organizada son cada vez más las ciudades y Estados que castigan actos de crueldad hacia los animales pero en muchos casos poco sabemos de su aplicabilidad, pero sobre todo, poco sabemos de los animales que han sido históricamente excluidos de esto marcos de protección y el por qué.
Incidir en la agenda pública para proteger a los animales es “big deal”, pero más cuando buscas hacerlo para brindar protección legal a vacas, cerdos, pollos, gallinas, borregos, peces, chivos, conejos… ese grupo de animales considerados máquinas de producción, criados para consumo, donde los intereses de las grandes industrias pesan sobre todas las cosas y sin escrúpulos inciden en nuestras instituciones y gobierno.
Por ejemplo, en Igualdad Animal entramos con investigadores encubiertos a rastros de todo México y notamos el evidente incumplimiento de las normativas redactadas y aprobadas para reducir el sufrimiento y estrés de los animales durante el transporte, la movilización, el manejo y matanza de los animales. Vimos ahí una posibilidad inmediata de ayudarlos, usando los recursos de carácter obligatorio que ya existen, castigando cuando no sean cumplidos.
Después presentamos una iniciativa federal para lograrlo y mientras tanto analizamos regionalmente la crianza y matanza de animales.
Decidimos que Jalisco, en donde cada año se matan más de 200 millones de animales para consumo es decir el estado con mayor producción ganadera de México, era el primero al que debíamos pedirle una legislación a favor de los animales de granja. Lograrlo tendrá un impacto notable por estas razones. Por ello durante la presentación del diputado Salvador Caro, el pasado 20 de febrero, se proyectaron en el pleno imágenes obtenidas durante las investigaciones de Igualdad Animal para impulsar una iniciativa única en su tipo en la que los actos de crueldad derivados del incuplimiento de las normas serán delito y a la que 32 de 38 diputados se adhirieron.
Es así que el cómo que usamos para ayudar a los animales puede tener un mayor impacto. Estoy convencida que la incidencia legal en favor de los animales suma en el progreso para un mundo más justo y compasivo, donde podamos ver finalmente que se respetan los intereses de todos los animales. Tenemos el poder de exigir esos cambios y trabajar por ellos.