«Me parece irónico celebrar un acontecimiento que simboliza el nacimiento de la fe, del amor y de la esperanza, asesinado a un ser que al igual que tu y yo tiene la esperanza de ver un nuevo día, espera… ¿acaso dije uno? Quise decir asesinando a millones de seres que quieren vivir. 5.5 millones de toneladas de carne de pavo se estimaron para el año 2016 a nivel mundial, no quiero pensar para este año cuantos pavos y otros animales morirán para festejar el amor y la paz», escribe Blanka Alfaro.
Ciudad de México, 2 de diciembre (SinEmbargo).- Cuando era niña no había época más esperada por mí -y casi cualquier niño- que la Navidad, para mí pensar en navidad era pensar en regalos, familia, posadas, juegos y Santa. Siempre que se acercan estas fiestas comienzas a sentir en el aire ese sentimiento de felicidad, esperanza y de unión familiar que a cualquiera embriaga.
Esta época es sin duda un esfuerzo de nuestra sociedad por tener la oportunidad- al menos una vez al año- de reiniciarse, de volver a tener la esperanza que se tenía de niño, aquella esperanza donde todo iría bien, donde la familia siempre estaría junta y en la que todos podemos ser buenas personas, es una época donde los problemas se dejan a un lado y lo único que hay en el horizonte es esperanza.
Pero, ¿Qué hay más allá de la paz y el amor? Desafortunadamente en toda la historia de la humanidad cuando unos celebran otros sufren, pasa en las guerras, mientras un pueblo celebra otro queda destruido, por cada ganador siempre hay un perdedor, o muchos; en las celebraciones navideñas siempre hay alguien que pierde y mucho, vamos, no es un secreto que parte importante de las celebraciones es tener en la mesa bien cocinado el cadáver de un animal, los pavos, los cerdos y el salmón son los individuos predilectos al menos en nuestro mundo occidental para celebrar la bondad la esperanza y la paz.
Me parece irónico celebrar un acontecimiento que simboliza el nacimiento de la fe, del amor y de la esperanza, asesinado a un ser que al igual que tu y yo tiene la esperanza de ver un nuevo día, espera… ¿acaso dije uno? Quise decir asesinando a millones de seres que quieren vivir. 5.5 millones de toneladas de carne de pavo se estimaron para el año 2016 a nivel mundial, no quiero pensar para este año cuantos pavos y otros animales morirán para festejar el amor y la paz.
¿Podemos celebrar de otra manera? tal vez esta idea que tengo sea un poco loca pero se me ocurre que podríamos celebrar la paz con paz, la esperanza con esperanza y el amor con amor. ¿Cómo? Tal vez suene repetitivo pero a veces es necesario repetir los conceptos para que se entiendan, porque a como vamos hoy creo que las palabras paz, esperanza y amor (que repito) no se han entendido del todo, así que, podemos dar PAZ no matando a todos aquellos animales que hoy terminan cocinados en nuestros platos, podemos dar ESPERANZA procurando un futuro más compasivo para todas las especies que hoy viven bajo nuestro yugo, y no pagando a otros para que los maten, podemos dar AMOR a todos aquellos que hoy lo necesiten y hablo de cualquier especie, porque todos podemos estar en ese lugar en el que necesitaremos una mano que nos saque adelante.
Y a pesar de que la realidad me va cayendo como balde de agua fría conforme pasan los años, después de mucho tiempo de estar involucrada en la tortuosa vida que lleva una animalista, presenciando la cruel realidad de los animales y cómo su vida es aplastada por la gran maquinaria humana, aún tengo un dejo de esperanza cuando llegan estas fiestas, tal vez es mi niña interior, tal vez es la inocencia que aún pretendo descubrir en mí, pero cada Navidad pido el mismo deseo ya desde hace años, “Que la PAZ y el AMOR llegue a nuestros platos”.