La explosión de vehículo sucedió en la provincia siria de Deraa, al sur del país, y los efectivos militares que perdieron la vida forman parte de las tropas que apoyan al Presidente Bachar al Asad.
El Cairo/Ciudad de México, 27 de junio (EFE).- Al menos doce efectivos de las tropas leales al Presidente sirio, Bachar al Asad, murieron hoy en un ataque con coche bomba en una zona bajo su control en la provincia de Deraa (sur), en medio de una ofensiva para arrebatar la zona a las facciones rebeldes e islamistas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó hoy de que el ataque fue perpetrado por "un combatiente" en el pueblo de Nahta, situada en el este de Deraa y que las fuerzas gubernamentales controlaron en las últimas horas, aunque no especificó a qué grupo pertenece.
Las tropas sirias se enfrentan a las facciones rebeldes e islamistas que operan en la zona, entre las que destaca el Ejército de Jaled bin Walid, vinculado al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El número de muertos podría aumentar por la gravedad de las lesiones, aunque la ONG no precisó la cifra de heridos.
Según el Observatorio, con sede en Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de fuentes en el terreno, aseguró que el número de muertos en las filas gubernamentales aumentó a 48 desde el inicio de la ofensiva el pasado 19 de junio en Deraa, una de las últimas zonas con presencia de facciones armadas en el sur del país.
Además, el Observatorio indicó esta mañana que al menos ocho civiles perdieron la vida, entre ellas tres menores de edad, en Deraa por bombardeos y disparos de artillería de las fuerzas gubernamentales, por lo que aumenta a 54 los civiles que han perecido desde el 19 de junio.
Esta campaña militar se produce después de casi un año de calma gracias a un alto el fuego alcanzado en julio de 2017 con la mediación de Rusia, valedor de Damasco, y EU y Jordania, socios de la oposición.
El enviado de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, indicó hoy en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad que la ofensiva puede desencadenar una situación incluso más dramática que las vividas en Alepo o Guta Oriental.