Pocas son las empresas mexicanas que pueden presumir haber llegado tan lejos y seguir vigentes después de tanto tiempo. Un circo de tradición, de familia, de un arte que defienden pese a las épocas en las que el desinterés del público y de las autoridades culturales aprieta más.
Este 2018 cumplirán 130 años y Alfredo Atayde, miembro de la tercera generación de la dinastía, platicó con Magazine sobre sus festejos y lo que significa el circo en México.
Ciudad de México, 20 de mayo (SinEmbargo).– El Circo Atayde Hermanos dio su primera función el 26 de agosto de 1888. En el origen de la aventura está Aurelio Atayde Guízar, abuelo de la actual generación de empresarios y artistas, quien siendo muy niño, escapó de su casa para ir a trabajar a un circo; más tarde Aurelio convenció a sus otros hermanos de acompañarlo a fundar su propia compañía: así nació el Circo Atayde Hermanos.
130 años después, es la misma familia que mantiene la carpa arriba y aunque han sufrido fuertes golpes como el retiro de los animales y los múltiples circos imitadores que se venden con su nombre, la función sigue.
"Nos da mucho orgullo y día a día es un reto porque siendo una empresa familiar siempre hay problemas, nosotros hemos tenido la fortuna de manejarnos con amor a esta profesión, a este trabajo que es el circo. Es un arte, desafortunadamente en México todavía no se le cataloga como tal, pero lo es y estamos muy unidos en este aspecto, con el mismo interés de preservar la tradición de tantos años", dice Alfredo Atayde, actual gerente general del Circo Atayde Hermanos.
Con 32 artistas en escena y una producción 100 por ciento mexicana, los nuevas temporadas tienen la esencia del circo tradicional con un toque teatralizado, "que no significa que es el Cirque du Soleil, me refiero a un ensamble, con coreografías de uno de los más reconocidos maestros que se llama Óscar Carapia y tenemos a un actor que se llama Esteban Provenzano, que es nuestro maestro de ceremonias", aclara.
Entre los participantes están Paquin Jr y Angelo, payasos orgullosamente mexicanos pero con proyección mundial.
- ¿En dónde han estado en los últimos años?
- En la Arena México el circo estuvo alrededor de 70 años ininterrumpidamente todos los inviernos, después nos cambiamos a Carpa Astros, que desde 1954 es nuestra casa en los veranos.
El circo de tuvo que ir a Centro y Sudamérica más de 20 años por la Revolución Mexicana por cómo estuvo el país en aquella época, Desde la Norma de los animales fuera del circo, decidimos no salir más de gira también por la piratería, porque tenemos muchos imitadores, en nuestro país hay muy buenas leyes pero desafortunadamente no se persiguen, entonces tenemos ese problema desde hace muchos años.
- ¿Qué opinas de esa norma?
– Estamos de acuerdo en que hay que regularse y siempre estuvimos regulados, lo que sucedió fue que empezaron a generalizar. Obviamente hay circos que dañaban a sus animales, así como hay papás que le pegan a sus hijos, pero no por eso podemos generalizar que todos los maltratan.
– ¿La gente sigue yendo al circo o consideras que es un arte que cae en el abandono?
– Ha estado abandonado en México, es una tristeza, porque uno va a Europa, que es la cuna del circo y es cultura. Aquí no sólo el circo, también el teatro, las artes escénicas están un poco olvidadas y lo triste es cuando vienen compañeros de otros países que son muy buenos pero a nosotros los mexicanos siempre nos ven menos, somos malinchistas porque así ha sido la historia, no nos dan ese valor.
Por eso quiero invitarlos a que vayan a ver nuestros espectáculos que no le piden nada a ningún show extranjero, más si nos ponemos a pensar que somos una empresa familiar, de nuestro bolsillo sale todo para tener una producción así; en otros casos, como el del Cirque du Soleil que a mí me gusta mucho, depende de un país, que es Canadá. Entonces no podemos ponernos con Sansón a las patadas.
- ¿Cómo definirías al circo mexicano, específicamente al Circo Atayde?
– Estamos muy aferrados, yo creo que otra empresa de este tipo ya hubiera tirado la toalla porque sí es muy difícil en este país continuar con este negocio, con el problema de la piratería las leyes no ayudan; con lo de los animales nos ven como asesinos, entonces somos tercos y apasionados por este arte, hasta donde el público nos lo permita.
– ¿Consideras que otros medios de entretenimiento como el cine, la televisión o ahora el internet y Netflix han desplazado al circo?
– El cine no, pero las nuevas tecnologías sí, porque los niños ya ni siquiera juegan en la calle como a mí me tocó hacerlo, ya todos están con sus iPads, con sus iPhones y ni siquiera conviven entre ellos, mucho menos se les inculca ir a ver un espectáculo de circo o de teatro. Es crítica la situación en México respecto a los espectáculos públicos en vivo porque eso viene desde casa, desde la niñez se inculca.
– ¿Ven todavía interés en las nuevas generaciones por pertenecer al circo?
– Hay nuevas generaciones de muchachos del llamado ‘circo nuevo’, que no es que sea nuevo simplemente son la nueva generación de exponentes de sus familias. Ya este año cumplimos 15 años realizando el encuentro de artistas jóvenes, invitando a todas aquellas personas que quieren dedicarse a este bello oficio que no pertenecen al mundo del circo, hay muchos en México, se ha puesto de moda el ‘performance’ pero son actos de circo por gente que apenas está iniciando. Nosotros estamos muy felices de que haya interés por parte de estos grupos de jóvenes.
– Ahora está el llamado circo contemporáneo, ¿esto ha afectado la imagen del circo tradicional?
– Desafortunadamente sí, porque para mí el circo es circo, lo que sucede es que el llamado 'circo contemporáneo' es cuando vienen estas empresas que tienen mucho dinero, patrocionios o un país entero detrás de ellos, entonces es wow. Si a ti te dieran la cantidad de dinero que no te imaginas, pues claro que vas a estar a nivel mundial y tus competidores van a estar abajo siempre. Es una lástima aquí en México.
– ¿Cuál consideras que es el principal problema con el circo en México, viene desde las autoridades o va más hacia la falta de espectadores?
– Hay mucho circo en México, desafortunadamente muy malos circos que no pagan impuestos y defraudan al público. Yo comparo el negocio del circo en México con los puestos de tacos en las calles, cuántos de ellos pagan servicios, impuestos mucho menos. Nosotros somos una empresa que tenemos esos gastos, entonces, si el país no te apoya ni regula, es un problema muy grave, porque nosotros podemos llegar a una ciudad como Guadalajara, que nos pasó hace algunos años, y nos fue muy mal, perdimos muchísimo dinero, no fue nadie porque a dos kilómetros de nosotros teníamos un ‘Circo Atayde’ muy feo, pirata y lleno a 50 pesos, entonces considero que no hay esa congruencia, no cumplimos todos.
– ¿Qué consideras que es lo más bello del circo, lo que hay que preservar?
– El amor al arte.
– ¿Qué le diría a los lectores de SinEmbargo?
– Que apoyen a las empresas mexicanas, no sólo al circo. Yo también hago teatro y veo que está un poquito descuidado. Entonces, que confíen en sus productos nacionales, son de ellos y para ellos y que nos critiquen, pero para criticarlo necesitan ir, vayan, apoyen al circo, teatro, ópera y cine mexicano, hay mucha cultura.