Migrantes escenifican el calvario que viven al cruzar territorio mexicano a bordo de «La bestia»

30/03/2018 - 10:30 pm

Con pancartas y camisetas con frases «Soy migrante, soy humano» y «Todos somos migrantes», los extranjeros participaron en las diferentes «estaciones» que representan la Pasión de Cristo. Algunos de ellos compartieron sus experiencias y cargaron una pesada cruz de madera.

Por Mariana González

Guadalajara/Ciudad de México, 30 de marzo (EFE).- Migrantes centroamericanos participaron hoy en un viacrucis en Guadalajara (oeste de México) en el que representaron la Pasión de Cristo y recordaron «el calvario» que viven a su paso por territorio mexicano, donde enfrentan todo tipo de peligros y amenazas, además de discriminación.

Acompañados de familias y voluntarios, los migrantes recorrieron a pie las vías del tren conocido como «La bestia», que los ayuda a trasladarse desde la frontera sur mexicana hasta Estados Unidos pero que también los expone a secuestros, extorsiones, peleas y accidentes que los dejan incapacitados o les arrancan la vida.

El camino de las personas migrantes puede ser un viacrucis «debido a que, conforme van avanzando en el país, van sufriendo», dice a Efe Janet Valverde, coordinadora de vinculación de la organización FM4 Paso libre.

Esta asociación ubicada en Guadalajara, a unos pasos de la vía férrea, organiza desde hace cuatro años este viacrucis con la intención de «mandar un mensaje a la sociedad de solidaridad para con las personas migrantes y refugiadas», que sufren de todo para poder concretar el «sueño americano», expone.

«Sin duda las violaciones a derechos humanos y los delitos que se cometen hacia estas personas todavía permean en la actualidad, además de los mensajes de discriminación y criminalización», sostiene.

Desde hace un mes que salió de su natal San Pedro Sula, el hondureño Néstor García ha pasado muchas penurias, desde no poder dormir a lomos del «La bestia» para evitar un percance hasta no tener para comer y ver cómo secuestraban a algunos compañeros de viaje.

«Los peligros que corre uno (son) secuestros, la muerte, la extorsión, porque a uno lo secuestran; le preguntan de dónde es y si tiene familiares, y si uno dice que no ellos no creen. Me he encontrado casos así que la mafia los tiene y llegan todos golpeados y llorando. Me dicen que si hay vida hay esperanza», dice a Efe mientras camina.

Néstor salió de la casa de sus padres debido a la situación económica «súper baja» en su país y a que las pandillas cobran muchos «impuestos» a quienes encuentran un empleo. Aunque su intención era llegar a Estados Unidos, afirma que prefiere quedarse en México a buscar un empleo y establecer su vida.

Elvis Díaz tiene 17 años y cuenta a Efe que salió de Guatemala hace cuatro meses hacia el norte. Solo y sin que sus padres estén de acuerdo, quiere llegar a Estados Unidos para trabajar unos años y luego volver a su país.

Afirma que ha corrido «con suerte» pues ha encontrado albergues para refugiarse y alimentarse, aunque conoció a compañeros de viaje que han sido golpeados y que han sufrido accidentes en «La bestia». Pese a ello asegura que no se rinde en su intento de llegar a territorio estadounidense, donde lo esperan amigos y familiares.

Con pancartas y camisetas con frases «Soy migrante, soy humano» y «Todos somos migrantes», los extranjeros participaron en las diferentes «estaciones» que representan la Pasión de Cristo. Algunos de ellos compartieron sus experiencias y cargaron una pesada cruz de madera.

Familias y voluntarios portaron también pequeñas cruces con los nombres de los 72 migrantes centroamericanos que fueron asesinados por el crimen organizado y encontrados en un rancho en San Fernando, estado de Tamaulipas, en agosto de 2010.

Durante las conmemoraciones del Viernes Santo un grupo de migrantes recrea en México su propio viacrucis en las vías «La bestia» Foto: EFE

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