"Mi nombre es Emma González. Tengo 18 años, soy cubana y bisexual. Pero nada de eso importa. Lo que importa es que mis amigos están muertos". Ella encabeza el grupo que en días pasados movilizó a millones de personas en Estados Unidos, con un llamado a la regulación de las armas. Ella es sobreviviente de la más reciente masacre en una escuela de ese país. Ella, con lágrimas en los ojos, recordó con minutos de silencio a sus 17 compañeros asesinados el 14 de febrero. Ella y sus amigos, saben que las plegarias no son suficientes para hacer un cambio y que hay que pelear por nuestras vidas, antes de que sea el trabajo de alguien más.
Ciudad de México, 1 de abril (SinEmbargo).– "Seis minutos y alrededor de 20 segundos. En poco menos de seis minutos, 17 de nuestros amigos nos fueron arrebatados, 15 resultaron heridos y todos, absolutamente todos en la comunidad Douglas quedaron alterados para siempre. Todos los que estuvieron ahí lo entenderán. Todos los que han sido tocados por la fría empuñadura de la violencia armada entenderán [...] Nadie entendía lo que había pasado, nadie podía creer que había cuerpos en ese edificio esperando por ser identificados. Nadie podía comprender las devastadoras secuelas ni lo lejos que esto pudiera llegar. 6 minutos 20 segundos, con un rifle RA-15 y mi amiga Carmen nunca se quejaría más de su práctica de piano, Alex Schachter nunca volvería a entrar a la escuela con su hermano Ryan, Gina nunca volverá a esperar a su amigo Liam en el desayuno, Chris Hixon nunca más, Peter Wang nunca más, Jamie Guttenberg nunca más, Meadow Pollack nunca más…”.
Y cuatro minutos de silencio. Emma González, estudiante de 18 años y sobreviviente de la matanza en Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas, tomó el estrado después de la "Marcha por nuestras vidas" durante más o menos 6 minutos 20 segundos, el tiempo que le tomó a Nikolas Cruz, el pasado 14 de febrero, matar a 17 alumnos y herir a 15 más.
"En su contención, su simbolismo y su emoción palpable, el silencio de González fue una notable expresión política", escribió Rebecca Mead en el New Yorker, en un texto donde compara a la joven estudiante con Juana de Arco.
En Estados Unidos, la portación de armas es un derecho constitucional, un derecho que ha dejado 3 mil 339 muertes tan solo en lo que va de 2018 y que en 2017 sobrepasó las 15 mil 500. En los primeros tres meses de este año, las armas han matado a 769 niños y adolescentes entre cero y 17 años, de acuerdo con la organización sin fines de lucro Gun Violence Archive.
51 de todas estas personas murieron sólo en estos primeros meses en medio de un tiroteo masivo. El más reciente, el de Stoneman Douglas, en Florida. Antes, en octubre de 2017, en Las Vegas, cuando Stephen Paddock disparó a la multitud que disfrutaba del Harvest Music Festival y asesinó a 58 personas, haciéndolo el tiroteo en masa más mortal en la historia moderna de Estados Unidos. La iglesia de Sutherland Springs, en Texas, con 27 muertos.
En 2016 fue Pulse, en Orlando, un antro gay cubierto con la sangre de 49 personas muertas. Antes, en la primaria Sandy Hook, los 26 estudiantes víctimas de Adam Lanza. En 2012, la matanza en el cine de Aurora, Colorado. En 2007, Virginia Tech. En 1999, Columbine.
#NEVERAGAIN
El pasado 23 de marzo se llevó a cabo la manifestación "March for our lives", en donde ciudadanos estadounidenses tomaron las calles para exigir mayor control al acceso de armas. La mayoría eran estudiantes, pero había también padres de familia, sobrevivientes, , Miley Cyrus, Jimmy Fallon, Lady Gaga, Ariana Grande y Paul McCartney.
Esta iniciativa masiva, que sólo en Washington contabilizó medio millón de personas y se unieron miles más en otras 800 ciudades de EU, la organizó el movimiento #NeverAgain (#NuncaMás), surgido en Parkland pocos días después de ocurrido el tiroteo y ya extendido por todo el país, y por el grupo Everytown for Gun Safety.
"Hoy es el comienzo de un nuevo y brillante futuro para nuestro país. Salimos a la calle para exigir leyes de control de armas de sentido común, nosotros somos el cambio", dijo Cameron Kasky, miembro de #NeverAgain, ante la multitud congregada en Washington el sábado pasado.
A raíz de lo ocurrido en Parkland, el legislativo de Florida aprobó una ley que incrementa la edad mínima para comprar armas en el estado de 18 a 21 años e impone un período de espera de tres días para la mayoría de las compras de armas de largo alcance, sin embargo, la ley no incluye, la prohibición de venta de fusiles de asalto reclamada por numerosos alumnos y padres de las víctimas, como también por congresistas demócratas de Florida.
¿Cómo pudieron estudiantes de no más de 18 años movilizar a tantas personas en sólo cinco semanas? CNN lo resume en cinco cuestiones: tomaron acción inmediata, se comprometieron con los medios de comunicación, convocaron a marchar con objetivos claros, recaudaron fondos, construyeron la emoción a través de pequeñas victorias, dieron bienvenida a la ayuda, dieron voz a las minorías, animaron a todos a asistir y prometieron que habría más cosas adelante.
En el sitio web de Marchforourlives.com, el grupo tiene claros sus ejes de acción bajo el lema "Cómo salvamos vidas", ahí están sus demandas concretas, que incluyen sus planes de financiar programas de prevención e investigación de la violencia armada, para que se estudie como un problema de salud pública; hacer de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos una agencia federal capaz de regular eficientemente esa industria masiva; asegurarse de que todas las ventas de armas se sometan a una verificación de antecedentes; prohibir los cargadores de alta capacidad, que tienen como único fin permitir que alguien dispare la mayor cantidad de balas en el menor tiempo posible y limitar el poder de disparo en las calles.
Cameron Kasky, Alex Wind, Jaclyn Corin, David Hogg y Emma González son los chicos que lideran este movimiento, la criticada generación Z, es ahora el rostro de varias generaciones que han tenido suficiente, que están hartos y que no piensan quedarse con los brazos cruzados.
The fact that we even have to clarify this is proof of how democracy continues to be fractured by people who manipulate and fabricate the truth. pic.twitter.com/cpSXnvLxdA
— Phillip Picardi (@pfpicardi) 25 de marzo de 2018
González, en particular, ha recibido represalias después de su discurso del 23 de marzo, algunos exhiben su homofobia por asumirse como bisexual y por encabezar el Club Alianza Homo-Heterosexual de Stoneman Douglas. Ha sido acusada de comunista, de Castrista, de colgarse de sus raíces cubanas para llamar la atención, incluso, circuló por las redes sociales una imagen suya rompiendo la Constitución de los Estados Unidos, pronto se supo que la fotografía había sido alterada a partir de una sesión de fotos para la revista Teen Vogue, en la que rompe una hoja de tiro al blanco. Pero eso no evitó que la foto se reprodujera miles de veces.
González es ya un fenómeno, antes del tiroteo no tenía cuenta de Twitter, la cual abrió el 18 de febrero bajo el usuario @Emma4Change y tiene a la fecha casi un millón y medio de seguidores. Su primer discurso, en Fort Lauderdale se viralizó por su llamado a los gobernantes. Es portada de TIME, de Vogue, el New York Times, y Washington Post escriben sobre ella. Harpers Bazaar le dio espacio para un ensayo donde se presentó: "Mi nombre es Emma González. Tengo 18 años, soy cubana y bisexual [...] pero nada de eso importa. Lo que importa es que mis amigos están muertos".
-Con información de EFE