La vicepresidenta de Mercy For Animals en México hace en su última entrega del 2017, un balance sobre los logros que la organización tuvo este año en favor del bienestar animal, muchos de ellos, gracias a la sociedad civil.
Ciudad de México, 31 de diciembre (SinEmbargo).– Este año que termina quedará en nuestra memoria como aquel en el que los mexicanos demostramos, una vez más, que en las tragedias somos capaces de sacar lo mejor de nosotros. Los terremotos de septiembre que dejaron casi 400 víctimas humanas en la capital del país y los estados de Oaxaca, México, Puebla, Morelos y Guerrero se convirtieron en una triste oportunidad para hacer uso de nuestra capacidad para ser solidarios y bondadosos.
Fueron justamente estas características del pueblo mexicano las que hicieron posible uno de los mayores logros en la historia del movimiento a favor de los derechos y el bienestar de los animales en el país. Gracias a la participación de cientos de miles de ciudadanos, la Cámara de Diputados aprobó por una inmensa mayoría una reforma de ley que castigaría la crueldad en los rastros de México. En la actualidad, como una investigación realizada por Mercy For Animals lo reveló, miles de animales explotados como alimento en México son torturados y abiertos cuchilladas cuando aún están conscientes y pueden sentir dolor. La reforma de ley aprobada por la Cámara aseguraría que las personas que incurran en actos crueles en contra de los animales sean castigadas. Para el 2018, esperamos que esta reforma de ley también sea aprobada por el Senado. Para ello, necesitaremos de nuevo el apoyo de todos los ciudadanos interesados en el bienestar animal en México. ¡Contamos con ustedes!
Así como nos sentimos orgullosos de este logro que la participación ciudadana hizo posible, nos llena de orgullo todo lo demás que hicimos en Mercy For Animals en 2017 para crear un mundo más bondadoso, donde los animales sean tratados con respeto y cada vez más personas los dejen fuera de su plato. Gracias a nuestro trabajo con importantes restaurantes y firmas de la industria alimentaria en México, cientos de miles de gallinas no tendrán que padecer confinadas en crueles jaulas.
Además, trabajando de la mano con el Gobierno Federal, logramos que se aprobara una resolución instando al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y a la Secretaría de Educación a dejar de consumir carne y huevos una vez a la semana en sus comedores y escuelas. Esta invitación fue aceptada por las autoridades educativas de Veracruz, estado donde capacitamos al personal a cargo de los comedores de escuelas para preparar platillos a base de plantas, con todos los nutrientes necesarios para el sano desarrollo de las niñas y los niños.
Nuestro equipo también logró que más de un millón de personas en Latinoamérica se comprometiera a adoptar una alimentación sin crueldad animal. Y apoyó de manera individual a más de 200,000 personas que ya estaban en el proceso de abandonar los productos de origen animal y necesitaban más información y, en varias ocasiones, acompañamiento emocional. Nuestros asesores respondieron cientos de miles de preguntas vía correo electrónico, mensajes de texto y redes sociales. Gracias a esto, cada persona que nos contactó aprendió de qué manera dejar a los animales fuera de su plato con una alimentación saludable y nutritiva.
El año que hoy termina nos dejó muchas satisfacciones. Pero aún nos queda un largo camino por recorrer. En Mercy For Animales deseamos que cada día sean más quienes dejen de patrocinar la crueldad animal a la hora de comer y este propósito es el que guía nuestras acciones educativas e informativas. Al mismo tiempo, queremos que nuestro país tenga leyes que lo pongan a la vanguardia del bienestar animal en Latinoamérica, una meta viable que podremos alcanzar en el 2018 si, como hasta ahora, contamos con el apoyo ciudadano.
Invito a todos aquellos amantes de los animales a unirse a nuestra lucha por hacer de México un país en el que la bondad trascienda las barreras de la especie. Sé también que la solidaridad de los mexicanos puede extenderse a los animales explotados como alimento quienes, al igual que los perros y los gatos, son sensibles e inteligentes. Hagamos del 2018 un año para acabar con la crueldad animal. No sumemos más dolor al que ya afecta a nuestro país por múltiples razones políticas y socioeconómicas. Cada uno de nosotros tiene el enorme poder de hacer la diferencia entre la vida y la muerte para miles de animales. Los invito a hacer uso de este poder para convertir a México en un país donde los animales sean tratados con el respeto que se merecen.