ZONA FRANCA

“Un pueblo que no reconoce a sus escritores está condenado al fracaso”, dice Benito Taibo

30/04/2017 - 10:25 pm

El escritor Benito Taibo afirma que, a diferencia de Peña Nieto, él recuerda cada libro que ha pasado por sus manos, y confiesa que sufre al saber que la vida no le va a alcanzar para leerlo todo.

Benito Taibo es un autor reconocido por afirmar que “leer es resistir”, él se proclama todos los personajes que ha escrito y los que ha leído. Foto: Cuartoscuro.

Por Diana Tejada 

Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo/Zona Franca).- En el marco de la Feria Nacional del Libro de León, el escritor Benito Taibo presentó Corazonadas, un libro que surgió a raíz de una epifanía provocada por un choque que vio.

Benito Taibo es un autor reconocido por afirmar que “leer es resistir”, él se proclama todos los personajes que ha escrito y los que ha leído.

Corazonadas es la perspectiva del Tío Paco, un personaje de su libro Persona normal, donde Sebastián, después de perder a sus padres en un accidente queda bajo la tutela de Paco, su tío. Un lector ávido, que le enseña a Sebastián, a través de libros y poemas, la importancia de la amistad, la honestidad con uno mismo, la congruencia y lo divertido que puede llegar a ser volverse un aventurero de las letras.

Todo aquél que ha leído Persona normal, considera a Taibo el tío Paco. Él comparte que es una mezcla de las personas que lo acercaron al hábito gozoso de la lectura: su padre, su hermano, su tío abuelo y él mismo. Su acta de nacimiento como lector data de febrero del 72, cuando después de leer un montón de cosas por obligación, una hepatitis lo acercó al hábito no forzado.

Benito escribe libros que no pasen de las 150 páginas para que el costo no sea elevado. Foto: ICL.

Corazonadas surge cuando, al ir a la tienda de la esquina en busca de arroz, presenció un choque donde escuchó alrededor de 11 versiones distintas de lo ocurrido. Ahí, entendió que toda historia tiene más de una versión, y consideró necesaria la versión del Tío Paco, para que no se quedara solo, para que la voz dulce y aprehensiva de Sebastián no fuera la única. “Podemos leer todos el mismo libro y tener tantas versiones como ojos”, comenta.

Es así como se vive en la nación de los lectores, donde el libro funge no como objeto de veneración casi cristiana, sino como tabla de naufragio. Donde, a pesar de no coincidir en gustos literarios con todas las personas, un ciudadano reconoce a otro como si igual, por el mero hecho de leer. “Tienes derecho a saltarte páginas, a empezar por el final, incluso a ser un no lector”.

Con un tono serio, el escritor afirma que a diferencia de Peña Nieto, él recuerda cada libro que ha pasado por sus manos, porque se encuentra agradecido por lo que cada uno le ha aportado, y confiesa que sufre al saber que la vida no le va a alcanzar para leerlo todo.

Al hallarse rodeado de jóvenes, lleno de convicción afirma que en México si se lee, y que las encuestas son engañosas. Agrega que antes de pretender tener un país de lectores, es necesario un fondo de justicia social.

Así, Benito escribe libros que no pasen de las 150 páginas para que el costo no sea elevado. Cuestiones de accesibilidad. Considera ilógico que no haya descuentos en la Feria del Libro.

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