El micoturismo o turismo micológico tiene cada vez más adeptos, amantes de las escapadas rurales que buscan un entorno tranquilo en plena naturaleza donde la gastronomía se llena de sabores del bosque.
Por Roberto Ruiz
España/Ciudad de México, 31 de diciembre (ElDiario.es/SinEmbargo).- Cuando llegan las lluvias del otoño los suelos de los bosques cobran vida. Es el momento que las setas estaban esperando, el momento en el que humedad, sombra y temperatura se combinan para crear un clima perfecto para el resurgir de los hongos. Y ese momento ha llegado.
El micoturismo o turismo micológico tiene cada vez más adeptos, amantes de las escapadas rurales que buscan un entorno tranquilo en plena naturaleza donde la gastronomía se llena de sabores del bosque. Una actividad de fin de semana para disfrutar con familia y amigos, pasar un buen rato respirando aire puro y, cómo no, celebrarlo todos sentados a la mesa disfrutando de las capturas del día. ¿No suena apetecible?
GUÍA DEL BUEN RECOLECTOR
Para ser un buscador de setas responsable hay ciertos consejos que no deberíamos pasar por alto, una serie de técnicas y recomendaciones que nos aseguran disfrutar de este manjar como es debido, sin dañar el bosque y sin peligro de caer en equivocaciones. Dado que es una actividad cada vez más extendida hemos de tener muy en cuenta estas indicaciones para poder seguir disfrutando de ella año tras año.
Permisos: Muchas zonas de setas se encuentran en áreas protegidas o en espacios donde la recolección está regulada. Infórmate allá donde vayas, quizá tengas que solicitar un permiso y la cantidad de setas estará limitada por persona, cada Comunidad Autónoma establece sus limitaciones para garantizar la conservación de las especies.
Precaución: Como sabes hay setas comestibles y setas venenosas, y a veces no es tan fácil distinguir sus diferencias. Si tus conocimientos micológicos son básicos es recomendable que cuentes con la ayuda de un experto, no es raro que cada año se den nuevos casos de intoxicación por comer las setas equivocadas. Ante la duda no te arriesgues, no merece la pena.
Dónde sí y dónde no: No recolectes setas cerca de carreteras, basureros, zonas industriales o urbanas, pueden absorber tóxicos y contener metales pesados.
Corta, no arranques: Corta la seta por el pie con una navaja para no dañar el micelio. Los boletus sí puedes sacarlos con la mano. Limpia la seta en el lugar que la coges para asegurar la propagación de esporas y nunca, nunca, utilices rastrillos.
Mimbre, no plástico: Usa una cesta de mimbre o similar para hacer la recolección y nunca una bolsa de plástico. Coloca las setas boca abajo, así las setas irán aireadas y las esporas podrán caer al suelo del bosque para asegurar nuevas setas en el futuro.
LOS MEJORES DESTINOS PARA RECOLECTAR SETAS EN ESPAÑA
De norte a sur y de oeste a este verás que en la península ibérica hay muchos rincones propicios para las setas. Si quieres darte un paseo por el bosque, cesta y navaja en mano, aquí tienes los mejores destinos para disfrutar del turismo micológico.
Andalucía
En Andalucía encontramos varios enclaves propicios para la recolección de setas pero destacan por su importancia el Parque Natural de las Sierras Subbéticas en Córdoba, uno de los mayores entornos micológicos de España, así como el Parque Natural Sierra de las Nieves en Málaga, la Sierra de Aracena y Picos de Aroche en Huelva y el Parque de los Alcornocales en Cádiz. La Junta de Andalucía ofrece una guía para el recolector de setas y trufas.
Asturias
El clima en Asturias hace que las setas se dejen ver con frecuencia y no solo en otoño. Las zonas de Mieres y Cangas de Narcea son ricas en níscalos, boletus y cantharellus. El bosque de Muniellos, donde además disfrutarás de uno de los robledales más impresionantes de España, es toda una despensa micológica con gran variedad de especies.
Castilla y León
En Castilla y León encontramos una gran variedad de áreas en las que encontrar setas, pero no podríamos pasar por alto ni Rabanales (Zamora), donde además se puede visitar su Museo Micológico, ni los Bosques de San Leonardo y Navaleno en Soria. La Sierra de Gredos (Ávila) y el Monte Faedo de Orzonaga (León) también son destinos ricos en setas.
Cataluña
En la provincia de Barcelona los bosques del Pla de Puigventós, en la comarca de Berguedá, son un buen destino para los amantes de las setas, así como el Parque Natural de Montseny. En Lleida La Alta Ribagorça, muy cerca del Valle de Arán, puede presumir de ser también un enclave idílico para las setas gracias a su alta biodiversidad.
Extremadura
En la provincia de Cáceres encontramos el Valle del Ambroz donde níscalos y boletus se reparten el terreno casi a partes iguales. También el Valle del Jerte ofrece buenas localizaciones y tanto en una zona como en otra encontrarás jornadas micológicas que celebran sus particulares fiestas de las setas.
Madrid
El Valle del Lozoya, en la Sierra Norte de Madrid, es famoso por sus boletus, níscalos y setas de cardo, así como el área de Rascafría, donde cada otoño las setas llegan puntuales a su cita. La Sociedad Micológica de Madrid organiza diferentes actividades para vivir intensamente esta época micológica.
Euskadi
El Parque Natural de Gorbeia es sin duda el destino setero indiscutible del País Vasco, entre las provincias de Araba y Bizkaia. Aquí, en el hayedo de Altube, el sabroso boletus edulis es la presa más buscada. No te hará falta permiso para recolectar pero sí has de tener en cuenta que la cantidad máxima es de 2 kilos de setas por persona y día.