El GIEI indicó en conferencia de prensa que las omisiones, filtraciones o intento de cambiar ciertas pruebas sobre el caso Ayotzinapa deben de ser objeto de investigación. “La falta de claridad o consistencia de acciones generan mayor incertidumbre en familiares y en la propia sociedad”, dijo la experta Claudia Paz y Paz.
Ciudad de México, 31 de octubre (SinEmbargo).– El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que coadyuva en la investigación de lo acontecido entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 con los 43 jóvenes normalistas agredidos y desaparecidos, dijo esta mañana que el intento del Gobierno mexicano por acelerar los resultados del caso Ayotzinapa, que incluye la presentación de las capturas de pantalla de mensajes de WhatsApp del informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (CoVAJ), generan una mayor incertidumbre y “enorme malestar”, y ponen en riesgo la investigación.
Por ello, el Grupo informó que se presentó una propuesta al Gobierno federal que significa su parcial salida de México. De aceptarse, sólo dos miembros del grupo se quedan el país y otros dos se retiran del caso.
Francisco Cox Vial, integrante del GIEI, dijo que el análisis forense a los mensajes de WhatsApp alerta que podrían ser falsos y “no pueden considerarse una prueba digital” porque tampoco puede confirmarse que fueron emitidos de los celulares de los que supuestamente salieron. Las capturas de pantalla sugieren que pudieron ser falseados.
Ángela María Buitrago alertó al Gobierno de México, a nombre del Grupo Interdisciplinario, que “la función de la asistencia técnica ha sido proporcionar evidencia contrastada” y que los informes presentados por el GIEI hasta ahora son el documento básico para las indagatorias.
“En un momento tan determinante, perder la capacidad instalada es un enorme riesgo para el caso y tendrá consecuencias negativas en el mismo. El GIEI ha seguido insistiendo en que se necesita proporcionar toda la información existente en los archivos de inteligencia de Sedena y en el Centro Nacional de Inteligencia y otros que puedan tener información clave para la búsqueda que incluyen los monitoreos y escuchas telefónicas en tiempo real del 26 de septiembre de 2014, y de los días subsiguientes e incluido el 4 de octubre de 2014, entre otros, que se encuentran parcialmente recogidas en notas oficiales de los archivos de Sedena que muestran que se tenía conocimiento de los hechos en el mismo momento en que se estaban dando”, agregó.
“Dichos mensajes del Centro Nacional de Inteligencia no han sido proporcionados; a pesar de que se afirma que no existen, el GIEI tiene conocimiento de su existencia. El GIEI ha pedido al Presidente Andrés Manuel López Obrador que ordene la presentación de la información de dichos archivos y el acceso al lugar donde se encuentran, sin lo cual se obstaculiza la búsqueda de los desaparecidos”, dijo Buitrago a nombre del Grupo.
El GIEI dijo que se provocó una crisis en torno a la indagatoria, tanto en su independencia como en la confianza a la misma, por lo cual puso en duda la información presentada por la Comisión para la Verdad, entre ellos los mensajes de WhatssApp, de los cuales había certeza de su veracidad total.
“Los acontecimientos de agosto, con respecto a la investigación de la desaparición del Caso Ayotzinapa, en un intento de acelerar los resultados del caso, sin las debidas medidas de investigación, han conllevado una crisis en capacidad de los entes investigaciones, en la independencia y en confianza de los resultados de la investigación, así como un desconocimiento del propio GIEI en la asistencia técnica internacional”, destacó el experto Carlos Martín Beristain en conferencia de prensa.
El GIEI detalló que hoy termina el plazo para extender su presencia en México, la cual se hizo para realizar el peritaje al informe de la Comisión de la Verdad, sin embargo, ellos propondrán que al menos dos de los expertos se queden para seguir adelante, en tanto que otros dos se retiran el caso. Sin embargo, para quedarse, aclaró Carlos Beristain, se tienen que cumplir ciertas condiciones que impondrá el Grupo de Expertos. “Se necesita compromiso para poner una ruptura con las formas de actuación aquí señaladas (de alterar, manipular y esconder pruebas)”, destacó.
Los expertos destacaron que hay una grave confusión en relación a las 83 órdenes de aprehensión que se giraron por el caso, entre ellas 20 de militares, y el desistimiento de mandatos judiciales por presiones del Fiscal General, Alejandro Gertz Manero. Además, reiteraron su preocupación por la renuncia de Omar Gómez Trejo. Los integrantes del GIEI solicitaron de igual forma que las omisiones, filtraciones o intento de cambiar ciertas pruebas, deben de ser objeto de investigación.
“Desde el primer momento alertamos que la confusión, la falta de claridad o consistencia de acciones generan mayor incertidumbre en familiares y en la propia sociedad, lo que llega gran malestar y pérdida de confianza”, destacó Claudia Paz y Paz. El GIEI explicó que después del análisis y un peritaje al informe de la Comisión de la Verdad encontraron que mensajes de WhatsApp eran inconsistentes y no había certeza de su veracidad total.
No obstante, fueron enfáticos en señalar que “ninguno de los mensajes, ni las judicializaciones están basadas en el informe de la Comisión de la Verdad”, como enfatizó Angela Buitrago.
Claudia Paz y Paz aclaró a su vez que el GIEI no considera que se esté ante una nueva “Verdad Histórica”, como se le conoce a la investigación realizada por el Gobierno de Enrique Peña Nieto, pues hay elementos que son sustantivamente diferente a lo que ocurrió en 2014.
“Para nosotros es importante que tuvimos acceso a todos los chats, no se negó el acceso de la información. Es cierto que conocimos el informe después de su publicación, pero cuando solicitamos la información se nos dio acceso”, dijo la experta.
“Efectivamente esto no es una Verdad Histórica, en términos de que no se ha torturado para que se diga eso, pero es una torpeza”, añadió Francisco Cox.
El_contexto_actual_de_la_investigación_del_caso_Ayotzinapa_y_el