Ahora Fiona quiere advertir ahora quienes han tenido COVID-19 que pueden contraerlo de nuevo. Aunque la mujer respetó todas las medidas de seguridad necesarias, admite que bajó la guardia y que “sabiendo que ya lo había tenido, fácilmente podría haber ignorado las señales y luego haber infectado a amigos y familiares”.
Ciudad de México, 31 de octubre (RT).- Fiona Abbott, una británica de 46 años de Hartsholme, Lincolnshire (Inglaterra), estaba segura de que no volvería a infectarse por coronavirus, después de que se le diagnosticara la enfermedad a primeros de mayo.
Aunque no tenía tos, se sentía “absolutamente exhausta todo el tiempo”, explicó en declaraciones a Lincolnshire Live.
La mujer, que tardó varias semanas en recuperarse, recuerda que cuando regresó al trabajo se sentía invencible e incluso decía en broma a sus colegas que no podría volver a atraer el virus. “Sentí que tenía una capa mágica o algo así, porque ya lo había tenido y estaba bien”, recuerda.
“NO BAJAR LA GUARDIA”
Sin embargo, para su sorpresa Abbott desarrolló una tos fuerte y persistente el pasado jueves, y un día después se le diagnosticó el virus por segunda vez.
Ahora Fiona quiere advertir ahora quienes han tenido COVID-19 que pueden contraerlo de nuevo. Aunque la mujer respetó todas las medidas de seguridad necesarias, admite que bajó la guardia y que “sabiendo que ya lo había tenido, fácilmente podría haber ignorado las señales y luego haber infectado a amigos y familiares”.
“Creo que la gente debería saber que pueden tener COVID más de una vez y no bajar la guardia como yo”, señala.
Un estudio publicado a mediados de octubre en la revista The Lancet Infectious Diseases describió el caso de un residente de 25 años de Washoe (Nevada, EU) que fue catalogado como la primera persona en Norteamérica en reinfectarse de covid-19 y desarrollar la enfermedad de forma más grave que la primera vez, lo que despierta dudas entre la comunidad científica sobre la inmunidad obtenida después de la infección.