Carcomidos

31/08/2011 - 12:01 am

La pregunta anda por todos lados: ¿por qué estamos donde estamos? No hay una respuesta única y todos lo sabemos. No hay ámbito del país que no haya sido tocado por la violencia y la inseguridad, es tema por doquier y todos estamos afectados. No circulan chistes sobre el tema. Nadie se atreve porque quizá, ante un temblor, un huracán o hechos trágicos, nos acompaña la idea de que como llegan se pueden ir. Nos da por la risa como mecanismo de defensa porque confiamos en lo efímero. Estamos en los tiempos en donde no caben chistes ni risas que los acompañen, porque no se ve cómo le vamos a hacer para salir de esta que no tiene salida.

El brutal y doloroso atentado al Casino Royale en Monterrey es un antes y después. Nos ha puesto en evidencia en más de un sentido, porque, a la impunidad del hecho, aparecen de nuevo complicidades y corrupción en un lugar que no cubre los requisitos de seguridad. La corrupción de arriba abajo y de abajo para arriba.

Lo que nos ha sometido como sociedad es la corrupción. Es nuestra forma de vida y es un factor clave en la inseguridad y la violencia. ¿Usted cree que sea realmente difícil encontrar a los culpables del atentado en Monterrey? Por supuesto que no. Si son los “Zetas”, como todo parece indicar, está a la vista que tienen nexos con las autoridades y de ahí su facilidad para hacer lo que les viene en gana. No debe sorprender a nadie que casi al día siguiente del infame atentado hayan aparecido seis “presuntos culpables”. Lo que hicieron las autoridades fue cerrar “su” llave y ponernos enfrente a seis tipos que, en nuestra justificada incredulidad, no sabemos si son o no los que rociaron el lugar con gasolina, la cual, todo parece indicar, fue comprada a la vista de todos a tres calles del casino.

Los     seis, o los que sean, van a ser culpables ante nuestros ojos. Sin embargo, no dude que en poco tiempo queden en libertad porque resulta que la pruebas en su contra son “insuficientes”. Igual le pasa a un personaje al que le ponen una pulsera de “seguridad”, que a un dueño de casinos en Tijuana ante el cual hicieron simple y sencillamente el ridículo.

Si no reconocemos que estamos carcomidos por dentro, no vamos a avanzar hacia ningún lado y seguiremos dando vueltas en el mismo lugar. No le echemos la culpa sólo a Estados Unidos. Atendamos lo que viene pasando internamente desde hace años, particularmente desde hace 15. Tiene que ver con la incapacidad y la corrupción que no han sabido atender quienes gobiernan, sean del partido que sean.

No todo se concentra a nivel federal. Algunos gobiernos estatales y municipales han sido carcomidos por la corrupción y ahora viven de ella y para ella. Cada vez que Calderón señala a EU tiene su dosis de razón y lógica, pero hay preguntas que nos tenemos que hacer nosotros y sobre todo quienes gobiernan, sin importar cuál sea su nivel. ¿Dónde está la batalla interna en las estructuras de gobierno? ¿Dónde está la batalla contra el consumo interno que crece? ¿Dónde están las fuentes de trabajo que tanto presumieron en campaña y gobernando? ¿Dónde están los y las que gobiernan?

Javier Solórzano
Es periodista. Conductor de radio y televisión.
en Sinembargo al Aire

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