Por Itzel Silva Monroy.
Entre inmensos cerros, tupidos de verde y de luz de sol, finalmente llegamos a Barranca Fiera; contrario a lo que podría pensarse por el nombre, el lugar es de los más hermosos que he conocido, igual convive el platanal con el pino, que el rosal con la planta de la jamaica. Ahí vive Irene, cuidada con devoción por su familia desde hace 14 años, en que sufrió daño cerebral permanente e irreversible debido a una negligencia médica, cometida durante la cesárea a la que fue sometida en el IMSS de Tlaxiaco.
La familia entera estaba reunida, nos esperaban para comer; tras un momento de saludos a Irene, nos dirigimos al fogón, donde Enimia aún estaba haciendo tortillas.
Ahí empezó la charla; el agua corriente del río sonaba de fondo, al tiempo que "Chato", el pequeño cerdito de la casa, exigía de manera escandalosa le dieran tortillas también.
Con calma, ya sentados, nos tomamos el tiempo para platicar con todo detalle acerca de las novedades generadas en fechas recientes: la solidaridad de cientos de personas que han firmado la campaña de Amnistía Internacional Alza tu Voz, pidiendo la reparación del daño; el compromiso del Primer Tribunal Unitario en Oaxaca, de continuar impulsando dicha reparación desde sus atribuciones; el contenido de la Recomendación 32/2015 de la CNDH y el reconocimiento en ella, tanto de la violencia obstétrica e institucional, como de la dilación en la procuración de justicia cometidas en el caso.
"Nos han informado que tanto el Director del IMSS, como el Gobernador de Oaxaca, aceptaron ya la recomendación, lo que significa que se han comprometido y tienen la disposición de cumplir de manera pronta con la reparación y las medidas de no repetición", compartíamos con la familia; creo que en realidad lo decía yo también para mí, como queriendo que ello haga que la recomendación se cumpla pronto. "Vemos entonces que este nuevo documento es importante también para que se dé resolución al caso", dijeron ellos, como reafirmando para sí mismos que desean confiar en que eso es lo que ocurrirá.
Así, entre papeles y la lectura de varios de los párrafos de las más de 100 páginas de la referida recomendación, cerró el atardecer y también nuestra charla; con diversas expresiones de esperanza, la familia confía en que finalmente habrá avances sustanciales en el camino a la reparación del daño, iniciado hace años por ellos; la familia y también nosotras queremos confiar, en que en verdad se harán cosas para que hechos como los ocurridos a Irene no vuelvan a pasar.