“El movimiento económico de los plásticos es de 30 mil millones de dólares (…) un plástico tradicional te cuesta en el rango de 1.30 dólares, cuando los compostables están arriba de 4 dólares. Alguien pagará ese incremento, serán los negocios y otras veces el consumidor final” expresó la organización.
“Lo que hay que entender de los biodegradables y compostables es que la producción mundial es de dos millones de toneladas año de capacidad y nada más en México”, puntualizó.
“El movimiento económico de los plásticos es de 30 mil millones de dólares, creemos que entre un 15 y 20 por ciento está destinado a este mercado, sin olvidar que dentro del impacto social y económico es que un plástico tradicional te cuesta en el rango de 1.30 dólares, cuando los compostables están arriba de 4 dólares. Alguien pagará ese incremento, serán los negocios y otras veces el consumidor final” expresó.
Aldimir Torres, presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Plástico (Anipac), expresó que el impacto sobre la industria es una pérdida del 8 por ciento al que se sumará la prohibición que afectará a al menos 50 empresas que tendrán que cerrar.
“El movimiento económico de los plásticos es de 30 mil millones de dólares, creemos que entre un 15 y 20 por ciento está destinado a este mercado, sin olvidar que dentro del impacto social y económico es que un plástico tradicional te cuesta en el rango de 1.30 dólares, cuando los compostables están arriba de 4 dólares. Alguien pagará ese incremento, serán los negocios y otras veces el consumidor final” expresó.
Añadió que en el contexto de la pandemia de la COVID-19 el papel del plástico es crucial por la capacidad de higiene que provee, pero al mismo tiempo debe llevar a la autorregulación.
“Lo que hay que entender de los biodegradables y compostables es que la producción mundial es de dos millones de toneladas año de capacidad y nada más en México de compostables requerimos más de 3 millones de toneladas, pensando que en el mundo nadie consuma, la capacidad mundial no alcanza a cumplir con las necesidades del país”, puntualizó.
La Anipac denunció que las autoridades la Ciudad de México no hizo las cosas de manera correcta, pues no midió primero el impacto, con base en un análisis científico, para después regularizar y, finalmente, la prohibición. “Se hizo al revés, primero prohibimos, no hay un protocolo, no hay un procedimiento tampoco una normalización y mucho menos una medición de impactos”, expresó.
“Se hizo un estudio de las bolsas meses después de la prohibición, y sucede que lo que se prohibió fue lo que menos impacto causaba”, aseguró.