La buena noticia es que cuando visitó al doctor, el tratamiento solucionó su problema en un santiamén. Debió ser un gran alivio para este brasileño de 35 años, que no podía dormir porque sus dolorosas erecciones lo despertaban tres o cuatro veces cada noche.

Lo curioso es que sus males nocturnos no tenían nada que ver con sus erecciones diurnas, totalmente normales. Manifestó al doctor que de día no le dolía si se “le paraba”y que estaba satisfecho con su vida sexual.

Entonces, ¿qué pudo causarle estas dolorosas erecciones nocturnas, pero sin problema durante el día? Bueno, sus doctores no están muy seguros. Lo que sí saben es que el medicamento que le dieron le ayudó a relajar sus músculos pélvicos y mejoraron su forma de dormir.

Gloria matinal
Las erecciones nocturnas dolorosas no están relacionadas con las que muchos experimentan normalmente durante toda una noche. Es normal tener dos o tres erecciones durante el sueño, cada una de unos treinta minutos.

Y existe, claro, la “gloria matinal”. La erección con la que despiertan los chicos a primera hora, y que ellos y sus parejas conocen muy bien. Para él puede ser muy placentera, pues si amanece con una pareja, es muy probable que comience el día con sexo, y si no, siempre existe la masturbación.

Fantasías sexuales
A algunas personas les preocupa que su hombre amanezca con un “leño”. “¿Qué estaría soñando?” se preguntan. “¿Conmigo o con otra?” Pero los “garrotes” nocturnos son normales en un chico saludable, y están totalmente fuera de su control. Es más, los científicos todavía no saben por qué las tienen. Y como sólo se dan en la fase REM del sueño, al dormir, las erecciones nocturnas podrían estar relacionadas con fantasías sexuales, sugieren algunas investigaciones. Así que si un chico dice que no sabe qué diablos estaba soñando, es muy probable que diga la verdad.

Otra teoría tiene que ver con un tipo especial de células llamadas neuronas. Cuando un tipo de estas neuronas está activa, las erecciones no se dan. Pero durante la fase REM del sueño éstas dejan de trabajar, lo que permite a los chicos “engarrotarse” o tener el pene duro, una y otra vez durante toda la noche.