Decídanse: izquierda o derecha

30/11/2013 - 12:02 am

El poeta y filósofo Adolfo Sánchez Vázquez (1915-2011) opinaba que ser de izquierda significa optar por un modelo de desarrollo que responda a los intereses y necesidades de las mayorías y, por ende, ir en contra de un sistema que favorezca el egoísmo de una minoría y a los intereses ajenos de la comunidad. Sobre esta base cabe preguntarse: ¿El PRD es de izquierda o de derecha?

Lo fue. Se constituyó en 1989 como fuerza política organizada para unir la dispersa oposición al régimen corrupto del PRI y satélites. Parecía que esa fuerza dominante había sido vencida, y Cuauhtémoc Cárdenas se presentó a contender por la presidencia con esa confianza, pero bastó con que se “cayera el sistema” para que la verdad saliera a flote.

La llegada de los “Chuchos” a las posiciones de mando del partido, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, permite la toma de la estructura burocrática. A partir de este cambio, el PRD comienza a coquetear con los partidos dominantes y los apoya en decisiones que en otro tiempo rechazaban tajantemente.

Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno del Distrito Federal de 2006 a 20012, hace una semana declaró que si el PRD decidía mantenerse en el Pacto por México, él podría tomar decisiones muy drásticas, aunque a pregunta expresa descartó su salida del partido. La entrevista que sostuvo el martes en Aristegui-CNN fue el marco de su declaración tajante: “Es suicida que el PRD siga en el Pacto por México”, dijo Ebrard. Y el jueves, armado de renovada indignación, el presidente del PRD Jesús Zambrano anuncia que el PRD deja el Pacto. ¿A estas alturas, luego de haber apoyado al bloque destructor en todos los temas anteriores, tan abundantes como dañinos para el futuro de la nación?

Ebrard tiene razón: no es posible seguir en la mesa del Pacto y supuestamente defender principios de inspiración social. Y es que el partido no sabe bien si es de izquierda o de derecha, porque sus militantes manifiestan buscar el bien común pero en la práctica generalizada buscan el bien personal. Identifico a la corriente de los “Chuchos” como el punto de quiebre del PRD. Renunciaron a luchar por “un modelo de desarrollo que responda a los intereses y necesidades de las mayorías” para conseguir rebanadas de un pastel que, ahora lo ven, siempre fue ajeno. Hay una discrepancia, no hay coherencia, así que busco la explicación.

Partamos de que la razón que motivó a la corriente de los “Chuchos” -más las que se sumaron a su proyecto- a ablandarse, fue conseguir canongías; las han estado consiguiendo durante varios años. Luego aceptaron entrar al Pacto, que consiste únicamente en prometer el apoyo a las propuestas que presente el bloque del poder. ¿entonces por qué ahora se enojan, sorprendiéndose con lo que sabían desde el principio? Aquí entra la deducción: Yo creo que a última hora el PRD quiso subir todavía más su precio, y eso fastidió al bloque dominante, se enojó y la intransigencia mutua rompió las pláticas; la otra que se me ocurre es que se dieron cuenta de repente que el PAN está consiguiendo más privilegios que ellos, pidieron igualdad, se les negó y se enojaron.

Cosas como estas son comunes y, desafortunadamente, ya a nadie espantan. En manos de estos personajes está el destino del país; ellos son los que arman las leyes, son quienes hacen legal lo que era ilegal, los que autorizan nuevos impuestos, los que en realidad debieran representar los intereses de la mayoría. ¿Quién podría negar que las mayorías mandan, cosa que hasta Peña Nieto insinuó en Okinawa?… Perdón, Ojinaga.

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