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Infiltrado en el KKKlan, la nueva cinta de Spike Lee que lo hizo acreedor al premio del Jurado en Cannes

30/10/2018 - 12:10 am

Spike Lee es apasionado, riguroso y un provocador inteligente y a partir de Malcolm X se convirtió en un político por la causa negra imparable. Ahora presenta Infiltrado en el KKKlan, la película con la que ganó el premio del Jurado en Cannes.

Ciudad de México, 30 de octubre (SinEmbargo).- Spike Lee, el gran director de cine, nació en Atlanta, el 20 de marzo de 1957. Es hijo de un contrabajista de jazz (Bill Lee) y de una profesora de arte, Jaquelyn Shelton. Su sobrenombre “Spike” (escorpión) se debe a su físico pequeño, ese que vimos en una de sus memorables películas, Do the ring  thing, cuando hacía de Mookie, un chico que trabajaba de repartidor de pizzas y es testigo privilegiado no sólo de la vida cotidiana del barrio, sino también de las tensiones y del racismo de algunos de sus habitantes.

Desde que decidió estudiar cine en la Universidad de Nueva York, desde que murió su madre, en 1976, desde que ganó el premio de la academia a la mejor película de su carrera de estudiante, Spike Lee siempre demostró una defensa encarnizada de la raza negra.

A veces de manera exagerada, aunque en la defensa de las causas justas y tan retraídas en el mundo moderno los expertos aconsejan en convertirse en radical. Fue en 2008, cuando Spike entró en polémica con su colega Clint Eastwood, al criticarlo por haber usado sólo raza blanca en sus películas de guerra: Banderas de nuestros padres y Cartas de Iwo Jima. Sobre todo en el poster, donde los marines estadounidenses que levantan la bandera estadounidense en el Monte Suribachi.

“Clint Eastwood hizo dos películas sobre Iwo Jima que duró un total de más de cuatro horas y no había un actor negro en la pantalla”, dijo Lee en el Festival de Cannes de esa época.

“Si pongo a un actor negro allí, la gente diría: ‘Este tipo perdió la cabeza’. Quiero decir, no es exacto”, dijo Eastwood a The Guardian.

El director con sus actores Adam Driver y Topher Grace. Foto: Especial

“Se estaba quejando cuando hice Bird (la película biográfica de Charlie Parker en 1988). ¿Por qué haría eso un hombre blanco? “, se defendió Clint.

En 1992, hizo lo que sin duda es su mejor filme, Malcolm X, con un Denzel Washington iluminado y una producción histórica que tuvo resonancia en el presente, cuando Los Ángeles se prendió fuego por las protestas por el caso Rodney King.

Spike Lee es apasionado, riguroso y un provocador inteligente y a partir de Malcolm X se convirtió en un político por la causa negra imparable, digamos que su contracara es Michael Moore, ese hombre que lucha contra corriente por denunciar a su propio gobierno de los Estados Unidos, algo que allí es considerado “antipatriota”.

Spike, Michael, sin duda Noam Chomsky y su defensa de los pobres, representan el otro lado de los Estados Unidos. El pensamiento que va mucho más allá de la hamburguesa y Mc’Donalds, algo con lo que se puede conversar desde cualquier parte del mundo y que obviamente odia y desprecia a Donald Trump.

Docente, dueño de su propia productora que hace anuncios y vende su merchandising, hace por cierto documentales en torno a los músicos que adora, Michael Jackson y Prince, por ejemplo, Spike Lee dirige su propio destino.

Filmó a todo Nueva Orleáns, luego del huracán y, por supuesto, hizo Michael Jackson´s Journey from Motown to Off the Wall, un documental que rescata toda la esencia y la genialidad del músico

AHORA ES EL TURNO DEL KKKLAN

Ahora Spike Lee vuelve con un filme polémico, en tiempos donde el racismo está encarado por el propio Presidente de Estados Unidos, a quien el director llama “agente naranja”. La película se llama Infiltrado en el KKKlan, basada en la historia real de un detective negro de Colorado que en 1978 descubre un anuncio en el periódico local en el que la organización ultraderechista y racista está buscando nuevos miembros. No solo consiguió ser miembro, si no que logró ascender hasta convertirse en jefe de la división y así poder desbaratar los planes de la organización desde dentro.

La película está basada en el libro Black Klansman: A Memoir, de Ron Stallworth, quien llevó a cabo todo tipo de estrategias para hacerse pasar por un supremacista blanco. Llegó a mandar a un policía blanco (Adam Drive, que por suerte esta vez también hace de bueno, conservando la imagen con la que lo tenemos desde Paterson, de Jim Jarmusch), para las reuniones en persona.

Stallworh duró ocho meses como infiltrado, con su acción no logró detener a nadie pero impidió varios actos de quema de cruces, de agresiones a negros, de actos supremacistas que por ese entonces era lo normal.

El protagonista es el hijo de Denzel Washington. Foto: Especial

En mayo, Spike Lee ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes por Infiltrado en el KKKlan y ha dicho que “he rodado esta película con una perspectiva global. Esto no sólo va de unos cuantos tipos que se disfrazan con capirotes blancos, sino de una lacra que se extiende más allá de los Estados Unidos. Una lacra que está acechándonos en todo el mundo. Quiero decir: el Brexit vino antes que Trump y son fenómenos conectados entre sí. La amenaza que conecta unos con otros es el fascismo. Políticos cuyo fundamento principal es el racismo y, concretamente, el racismo contra  el inmigrante”.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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