Acceso a salud para todos

30/09/2013 - 12:01 am

La salud es una dimensión fundamental para explicar el bienestar de los seres humanos, así como un componente determinante del desarrollo económico. Estudios realizados por el Premio Nobel de Economía, Robert Fogel, explican, por ejemplo, que entre un tercio y la mitad del crecimiento económico de Inglaterra durante los siglos XIX y XX, se debió a mejoras en la salud de su población.

Más aún, actualmente un año adicional en la esperanza de vida significa un incremento de entre uno y cuatro por ciento de la riqueza de una sociedad. Asimismo, las diferencias en la salud explican aproximadamente el 17 por ciento de la variación en la productividad de los trabajadores.

Por el contrario, según la OCDE, una sociedad con una salud precaria, tiene niveles de participación laboral y de productividad menores, y sus niños y jóvenes faltan de forma recurrente a la escuela, con los consiguientes problemas de aprendizaje.

No es de extrañar que el acceso a los servicios de salud –ya sean públicos o privados– signifique la diferencia entre la vida y la muerte. En Estados Unidos, por ejemplo, las posibilidades de morir de una persona sin seguro médico se multiplican por tres frente a quienes padecen la misma enfermedad pero la enfrentan con el apoyo de un seguro.

Es tal su importancia, que el acceso a la salud es un derecho fundamental reconocido en nuestra Carta Magna. La protección de la salud y el desarrollo de un sistema sanitario es una de las tareas fundamentales de los gobiernos democráticos contemporáneos y representa uno de los pilares de toda política social.

De hecho, la cobertura sanitaria universal es un compromiso que hicieron la gran mayoría de países en el seno de la Organización Mundial de la Salud, en 2005. Si bien México también suscribió dicho deber, y se ha avanzado muchísimo desde entonces, el objetivo todavía está lejos de cumplirse.

El Seguro Popular ha permitido que casi cincuenta millones de mexicanos que antes no podían acceder a servicios de salud, ahora lo hagan. Sin embargo sus limitaciones e incluso sus defectos están a la vista: horas de espera para poder ser recibidos por un doctor, falta de medicinas, corrupción, etcétera.

No podemos seguir ignorando que la falta de acceso a los servicios sanitarios públicos –y en consecuencia, la necesidad de pagar directamente la atención recibida en caso de enfermedad– es la primera causa de que las familias mexicanas caigan en situación de pobreza.

La construcción de un verdadero sistema nacional de salud, que dé cabida a todos los mexicanos, es una urgencia que como país no podemos seguir posponiendo. En ello nos va literalmente la vida.

 

Twitter: @jose_carbonell

http://josecarbonell.wordpress.com

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