El aumento de las gasolinas en México por los efectos de “Harvey” en Estados Unidos impactará la inflación en la primera quincena de septiembre y pegará al bolsillo de los mexicanos, de acuerdo con analistas. Advirtieron que el Gobierno mexicano podría optar por un menor volumen de importaciones con un mayor precio del combustible.
La tormenta “Harvey” podría cerrar hasta 30 por ciento de la capacidad de refinación de Estados Unidos esta semana, además, los puertos de Corpus Christi y Houston, donde cientos de miles de barriles de gasolina y diésel salen cada día para la costa este de México, permanecerían cerrados por días.
La alternativa más obvia de México es Europa, pero los precios son volátiles. Los precios de la gasolina spot europea han aumentado casi 5 por ciento desde el viernes, según datos compilados por Bloomberg.
Houston/Ciudad de México, 30 de agosto (EconomíaHoy/AP/SinEmbargo).– El encarecimiento de las gasolinas por los efectos de “Harvey” en la costa estadounidense del Golfo de México incrementará los precios en el mercado mexicano y ello impactará la inflación, sus efectos se verán en la primera quincena de septiembre, prevén analistas.
En la presentación de sus Perspectivas Económicas y Bursátiles para el cierre de 2017, Carlos Ponce Bustos, director General Adjunto de Estrategia Bx+, sostuvo que es demasiado pronto para saber cuánto incrementarán los precios de las gasolinas en el mercado mexicano, “debemos esperar a ver el tamaño del problema. No sabemos si seguirán cerrando otras refinerías y cuánto tiempo permanecerán sin actividad, de hecho siguen las lluvias intensas”.
Añadió que el Gobierno mexicano podría optar por un menor volumen de importaciones o con un mayor precio del combustible.
En tanto, Mariana Ramírez Montes, analista Económico de Bx+, adelantó que el efecto de las gasolinas será un choque temporal y tendrá su mayor implicación hacia la primera quincena de septiembre. Recuerda que no solo el componente energético define la inflación, por lo que restaría ver el comportamiento de otros precios.
“No hay que olvidar que los precios de la liberación de la gasolina no han concluido, será hasta noviembre que esté en casi todos los estados de la República. Podríamos ver que este componente siga subiendo, pero no el resto. Esto justificaría que la inflación no sea tan alta”, expuso.
Los especialistas pronostican que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) concluirá el año en 6.0 por ciento y que la tasa de referencia del Banco de México (Banxico) permanecerá en su nivel actual, 7.0 por ciento. El banco central iniciaría su reducción hacia la segunda mitad de 2018, creen que lo hará una sola vez y será en 25 puntos base.
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Ramírez Montes expuso que la inflación concluirá 2018 en torno a 4.0 por ciento, el objetivo de 3 más/menos un punto porcentual de Banxico, debido a que el indicador tendrá una fácil base de comparación en el componente energético, además de una menor presión por oferta y demanda debido a la moderación de la energía.
“Cuando dices que la inflación disminuirá no significa que los precios vayan a caer, es que no van a seguir subiendo como en el pasado (…) una subida de precios ya te pegó, ya está ahí, solo que dejarán de subir al ritmo que en meses anteriores”, advirtió Ponce Bustos.
El precio de la gasolina en la bolsa de materias primas de Nueva York acumula un alza de 5.65 por ciento desde el pasado jueves cuando inició la alerta por Harvey. Hoy se alzaba en torno a 2.7 por ciento, después de alcanzar un máximo de 1.7799 dólares por galón.
REFINERÍAS DE EUROPA CON MAYOR DEMANDA
La tormenta “Harvey”, que azotó la costa del Golfo como un huracán de Categoría 4, podría cerrar hasta 30 por ciento de la capacidad de refinación de Estados Unidos esta semana, según la firma de consultoría de inversiones en energía Tudor, Pickering, Holt & Co. Además, los puertos de Corpus Christi y Houston, donde cientos de miles de barriles de gasolina y diésel salen cada día para la costa este de México, permanecerían cerrados por días.
De acuerdo con Bloomberg, las refinerías en Europa podrían beneficiarse de una mayor demanda de sus combustibles. Hasta el momento, se prevé que la costa este de EU quede a salvo de cualquier escasez, gracias a inventarios saludables. Pero estos pueden disminuir a medida que Pipeline Colonial, el conducto principal que trae combustible de la costa del Golfo, reduce las tasas.
La región depende de entre 500 mil y 600 mil barriles diarios de importaciones europeas, y ahora podría necesitar más conforme México, que enfrenta sus propias interrupciones de refinación, recurre al otro lado del Atlántico para obtener más suministro.
“Las importaciones se desviarán de la costa este para abastecer a México”, dijo a Bloomberg Robert Campbell, jefe de investigación de productos petrolíferos de Energy Aspects. “México toma entre 400 mil y 500 mil barriles diarios de gasolina de EU en Nueva York. Ahora tienen que sacar esos barriles de otro lado”.
Las refinerías de la costa del Golfo han visto un auge comercial vendiendo a la estatal Petróleos Mexicanos. Un camión cisterna puede llevar una carga de gasolina, diésel o combustible para aviones el lunes, hacer la entrega y regresar a casa para el fin de semana. La utilización de refinación de México cayó a 41 por ciento en julio, el nivel más bajo desde 1990, después de sufrir interrupciones imprevistas en una de sus plantas más grandes.
La alternativa más obvia de México es Europa, pero los precios son volátiles porque “aún existe el riesgo de que la situación se deteriore”, dijo Ixchel Castro, analista sénior del consultor de energía Wood Mackenzie en Ciudad de México.
Los precios de la gasolina spot europea han aumentado casi 5 por ciento desde el viernes, según datos compilados por Bloomberg, pero enviar gasolina a Nueva York desde Europa sigue siendo poco rentable ya que tanto los precios de Nueva York como los de Europa van en aumento.
Las refinerías en Europa ya están enviando más cargas a través del océano; la semana pasada, los envíos a la costa este de EU aumentaron a más del doble, según datos de Aduanas de EU compilados por Bloomberg. La región ha tenido sus propios problemas, con el cierre de la refinería Pernis de Royal Dutch Shell en Róterdam, una de las más grandes de Europa, tras un incendio a finales de julio.
El martes por la mañana, nueve petroleros capaces de transportar alrededor de 2.7 millones de barriles de combustible que fueron provisionalmente fletados a PMI, el brazo comercial de Pemex, estaban inactivos en el Golfo de México, según datos de envío recopilados por Bloomberg. Actualmente hay cuatro petroleros que transportan cerca de 1.2 millones de barriles de suministros europeos a los centros mexicanos de importación de Coatzacoalcos y Tuxpan que debieran llegar en las primeras dos semanas de septiembre.
México ya recibe productos de Europa como una alternativa al mercado de la costa sureste de EU “cuando los márgenes son atractivos y permite a México no depender únicamente de la costa del Golfo”, dijo Castro.
REFINERÍA MÁS GRANDE DE EU REDUCE PRODUCCIÓN
La refinería más grande de Estados Unidos redujo casi a la mitad de su producción mientras que lidia con los estragos de la tormenta tropical “Harvey”, que continúa azotando la costa de Texas en el Golfo de México.
Un oleoducto importante que transporta combustible hacia la costa también de óxido por debajo de su capacidad, en parte debido al cierre de refinerías en Houston, lo que genera la presión sobre el mercado energético del país.
Los contratos a futuro de la gasolina subieron 6 centavos, aproximadamente el 4%, en las transacciones de martes.
Motiva Enterprises indicó el mercado de la refinería en Port Arthur, Texas, sufre restricciones en el flujo de petróleo que arriba y en la salida de productos, como la gasolina, a través de ductos y puertos.
La refinería opera al 60 por ciento de su capacidad, dijo una portavoz de la compañía. Indicó que hay un poco de agua en la planta y los caminos locales están inundados.
Motiva es propiedad de Saudi Aramco, la compañía petrolera paraestatal de Arabia Saudí.
Incluso antes de la anuncio de Motiva, 10 refinerías en Texas, incluida la segunda más grande del país, operado por Exxon Mobil_ había cerrado desde que Harvey tocó tierra como un huracán el viernes por la noche. Varias más operan por debajo de su capacidad.
La nación ha visto reducida su capacidad de refinación en aproximadamente el 15 por ciento.
Las inundaciones también han afectado el flujo de gasolina y otros combustibles hacia la costa a través de un oleoducto.
El operador del Oleoducto Colonial indicó el martes que la disminución se limpió el suministro limitado de las refinerías en los alrededores de Houston y los daños causados por tormentas sus instalaciones en varias localidades del sureste de Tejas. La compañía informó que envió trabajadores a la región.
