En el psiquiátrico Pacheco, los enfermos están distribuidos en pabellones según el grado de afectación mental que padecen, pero que lo sucedido con el nuevo coronavirus "afecta a todos", ya que la enfermedad "está destrozando" ese centro de salud.
La Paz, 30 de julio (EFE).- El psiquiátrico Gregorio Pacheco de la ciudad boliviana de Sucre está en emergencia tras reportar al menos catorce muertos y alrededor de un centenar de contagios por la COVID-19, informó este jueves a Efe el director regional de Epidemiología, Jhonny Camacho.
El funcionario explicó que "es el problema más grande" que se reporta en instituciones de salud pública de la región de Chuquisaca, en el sudeste de Bolivia.
Camacho mencionó que los primeros casos se presentaron hace dos semanas y que se cree el contagio se produjo a través de personal de salud, que "se ha diseminado fácilmente por todos los pabellones" del centro de salud mental que acoge a unos 350 pacientes.
El director de Epidemiología en Chuquisaca también apuntó que es necesario activar cuanto antes medidas de bioseguridad más rígidas, ya que esta población con discapacidades mentales tiene comportamientos contrarios a las previsiones convencionales, pues "no toleran el barbijo" o cubrebocas o pueden tornarse agresivos.
Las intervenciones de las autoridades departamentales de sanidad han sido varias, pero pese a ello la situación ha empeorado, "porque no se han tomado las precauciones en su momento", manifestó Camacho.
En el psiquiátrico Pacheco, los enfermos mentales están distribuidos en pabellones según el grado de afectación mental que padecen, pero que lo sucedido con el nuevo coronavirus "afecta a todos", ya que la enfermedad "está destrozando" ese centro de salud, apuntó.
Algunas de las medidas que se han coordinado incluyen el refuerzo de la planta médica de psiquiatras y enfermeras, además del pedido de retorno del personal que lleva ya varias semanas en aislamiento, dijo Camacho.
Otra medida que han comenzado a aplicar es la habilitación de espacios de aislamiento, aunque Camacho reconoció que lo importante es "reforzar las medidas de bioseguridad", aunque esto parezca difícil por la situación de los enfermos.
"Se tiene que aplicar tratamiento a todos, a todos los internos, definitivamente", sentenció el funcionario de sanidad.
Bolivia ha reportado 2 mil 808 muertos y 74 mil 534 casos confirmados de la enfermedad desde la aparición de los primeros contagios en marzo pasado.
Este pasado miércoles el país registró 88 decesos, la jornada con más fallecidos hasta el momento.