Los calderonistas hacen vacío a la Asamblea del PAN, y las voces contrarias los califican de autoritarios

30/03/2013 - 12:01 am

Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo).- ¿Dónde estaban los calderonistas el día de la Asamblea del Partido Acción Nacional (PAN), el 16 de marzo?, preguntaban los asistentes, mientras veían cómo Javier Corral, un anticalderonista declarado, encendía a los asistentes.

Tampoco se les veía cuando comenzó la salida para vaciar la Arena Ciudad de México y dejar inconclusa la Asamblea.

El vocero del movimiento “Panistas Encausa”, Raúl Paredes, quien estuvo ese día como delegado del Distrito Federal, dice que no sólo no operaron el 16 de marzo, sino que ni siquiera asistieron. Ausentes estaban los dos anteriores ex presidentes del PAN, Germán Martínez y César Nava.

En la misma situación estuvo Roberto Gil, ex secretario del ex Presidente Felipe Calderón y ex coordinador de Josefina Vázquez Mota. Tampoco asistió Margarita Zavala, quien unos días antes sí había asistido en Veracruz al acto del Día Internacional de la Mujer. Luisa María Calderón, hermana de Felipe, no llegó y huelga decir que el ex Presidente de México tampoco fue.

El único que pareció dar la cara fue el Senador Ernesto Cordero, quien llegó tarde.

Después de la Asamblea, los panistas están reaccionando y avalando el mandato de escuchar a la militancia a través de la elección de los dirigentes panistas. Así lo han manifestado Germán Martínez y Luisa María Calderón.

Pero Martínez y Nava como dirigentes panistas no se distinguieron por escuchar a la militancia.

“Piden un PAN distinto que ellos no ayudaron a construir”, dice Paredes.

No sólo eso, Martínez le falta al respeto a la Asamblea, al decir que con su decisión puede perredizarse y no toma en cuenta que ya hay un padrón depurado y que además esa es la voluntad de los panistas.

MARTÍNEZ Y NAVA, CALDERONISTAS

Ya en entrevista Juan José Rodríguez Prats recordaba cómo Felipe Calderón se complacía el 2 de junio de 2007 mientras en una Asamblea se abucheaba al entonces dirigente panista Manuel Espino. Ese mismo año se renovó a la dirigencia y en diciembre llegó Germán Martínez, político cercano a Felipe Calderón, quien incluso renunció a la Secretaría de la función Pública para buscar la presidencia del PAN.

Dejó el cargo en agosto de 2009, por renuncia, luego de los resultados donde el PAN registró en los comicios federales un descenso en las preferencias del electorado.

“En su encargo era un clon del PRI con prácticas como el ‘dedazo’, de hecho él fue presidente por este tipo de acciones”, dice Paredes, ya que Martínez fue impuesto por Felipe Calderón.

Añade que en esa gestión inició la debacle del partido, pues mientras con Espino los panistas alcanzaron los 207 diputados federales, con Martínez bajaron a 143. Además perdieron las gubernaturas de Yucatán, San Luis Potosí, Querétaro, Aguascalientes y Tlaxcala, y los municipios mexiquenses que conformaban el llamado Corredor Azul.

No sólo eso, también dejaron de gobernar los ayuntamientos de Guadalajara, en Jalisco, y Cuernavaca, en Morelos.

“Fue un saldo desastroso y dejó endeudado al PAN con 600 millones de pesos y con el proyecto de otro calderonista, Jorge Manzanera (estratega electoral panista), impugnado”.

Al relevo de Martínez entró al quite otro calderonista, César Nava, quien había sido secretario del presidente de la República.

Su gestión también se caracterizó por la polémica. Fue cuando se infló el padrón del PAN. Paty Sirvent, conocida como Patylu y quien se convertiría en esposa de Nava, fue la imagen usada para la afiliación masiva de panistas, tema que se convirtió en un dolor de cabeza para Acción Nacional por la cantidad de militantes de chocolate que llegaron al partido.

Cuando se ordenó el refrendo de militancia el año pasado se vio que miles de militantes eran de paso. La propia Sirvent ya no se reafilió.

En cuanto a Nava en su gestión comenzó la era de las alianzas electorales con el PRD, pero eso le costó ser exhibido, ya que había pactado con su entonces homologa priísta Beatriz Paredes que no harían alianzas a cambio de ser apoyados por el PRI para sacar reformas legislativas. Pero Nava incumplió un pacto hecho a espaldas de la militancia, recuerda Raúl Paredes.

“Hasta le dijeron Pinocho”.

Entonces no le parece congruente que quienes ahora comulgan con la corriente calderonista pidan tomar en cuenta a la dirigencia, pues los representantes calderonistas no lo hicieron.

ERAN AUTORITARIOS

Paredes dice que de hecho los calderonistas practicaron el autoritarismo. “Si no estabas con ellos estabas contra ellos. Si te oponías te aplastaban”.

Paredes, quien fue secretario ejecutivo de Santiago Creel, dice que su ex jefe fue víctima de este modus operandi. Antagonista de Calderón durante la elección para la candidatura panista a la presidencia en 2005, Creel fue removido de la coordinación de la bancada panista del Senado por Germán Martínez en junio de 2008.

En el Distrito Federal el presidente Calderón ejerció presión para que Carlos Gelista ya no buscara la reelección como presidente del Comité Directivo, y quien llegó fue la prima de Margarita Zavala, Mariana Gómez del Campo.

Además del intento de imponer como candidato presidencial a Ernesto Cordero.

Afirma que los cercanos a Calderón son responsables del distanciamiento de la militancia e insiste en que hay que recordarle a Martínez que en parte es culpable de la debacle panista

“Hoy hay una militancia que se manifiesta en la Asamblea y que está cansada”.

Paredes dice que aunque entre los calderonistas figuran nombres de peso, se notan devaluados y concluye en que deben ser más propositivos.

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