Author image

Gerardo Grande

30/01/2016 - 12:01 am

Una obra literaria todoterreno

La obra de Antonio Calera-Grobet es cada vez más amplia. Este escritor mexicano ha incursionado en casi todos los géneros literarios: cuento, novela, poesía y ensayo.

Porta del libro Zopencos. Foto: Especial
Porta del libro Zopencos. Foto: Especial

I

La obra de Antonio Calera-Grobet es cada vez más amplia. Este escritor mexicano ha incursionado en casi todos los géneros literarios: cuento, novela, poesía y ensayo.

Dos de sus libros más potentes son la novela Zopencos, editada por Ficticia y su libro de poemas Sayonara, publicado por Mono Ediciones. Antonio retrata al México contemporáneo. Sus barrios, sus calles, su comida, pero también da testimonio de la violencia y el caos que se vive a diario. Supongo que sus libros seguirán vigentes durante muchos años, en parte porque el autor busca ir siempre más allá del simple texto literario, como en su novela Zopencos.

Existen libros que también son películas proyectadas en el cine de la mente, libros ágiles que algo tienen de alquimia, ese toque desconocido que se revela cuando al pasar por sus capítulos, por sus párrafos y líneas algo ocurre que es posible ver las escenas que se suceden unas a otras, no se las imagina, se las ve, y ahí es cuando se logra una parte de la alquimia.

Al leer Zopencos sucede esto. El autor propone una historia hermanada con las películas de serie B. Zopencos es novela, pero también es testimonio, texto que bien puede servir para la creación de un mundo cinematográfico y es un libro escrito desde la sinceridad de un hombre en llamas.

Un libro universal por el tema que trata: una etapa de la vida a la que todos nos debemos y con la que es imposible no identificarse, sea en el presente o como recuerdo; hablo de la juventud. Universal porque habla de un grupo de adolescentes que se juegan la vida en el día a día y que deben salvarse del entorno hostil que los rodea.

¿Dónde queda ciudad zooburbia que es donde vive la palomilla de Zopencos retratados por Calera-Grobet? Queda en cada país de América Latina y en cada barrio o colonia situado en las periferias de las grandes ciudades. “Nadie de nosotros tuvo realmente madre”, dice el narrador de la novela luego de regresar a su barrio después de cinco años y reencontrarse con la decadencia, una decadencia que ya no le es familiar y no porque ya no exista, pues la atmósfera es la misma pero elaborada por otras personas, jóvenes que ahora son adultos.

El autor narra un fragmento de la dura vida de un grupo de muchachos con los apodos más extraños y graciosos como “el mingitorio siniestro”, la “lipstic frenesí”, “la todo terreno” o “blanca morticia non plus ultra”. Vida dura, sí, pero llevada a algo parecido a la felicidad gracias a los delirios y a los excesos propios de la juventud. Alcohol, música estridente, pornografía, autos rescatados y revividos del deshuesadero, componen el universo de esta novela que se lee de un tirón, libro para “tuti la bandi” como reza en algún pasaje del texto.

Escrito con la misma irreverencia con la que los personajes abordan la vida, en Zopencos no se respeta la puntuación. Uno de los integrantes del grupo escribe en su diario cada detalle de lo que sucede en su barrio y así forma la novela. La vida acelerada no permite detenerse con puntos y aparte, ni respeta el uso de las mayúsculas luego del punto y seguido. La estructura de la novela, así como su redacción, es coherente con el mundo que se habita a lo largo del texto, por eso es tan verosímil la historia, por eso resulta fácil que casi cualquier persona puede hallarse en ella, y ese es un logro digno de las obras que pueden aguantar el paso del tiempo.

II

En su libro de poemas más reciente, titulado Sayonara, Calera nos muestra que hay ocasiones en las que un escritor se juega la vida y luego va y escribe un libro donde también apuesta el todo por el todo.

Sayonara es un libro de poesía escrito desde las vísceras y con el corazón por delante. Estos poemas están brindados a los amigos y festejan a los que arden en el ruedo de los días. Los versos incitan a arder. Reflexiona sobre la vida y sobre la vida y la muerte en un territorio donde casi todo sangra “valemos cada vez menos por lo que somos, agua; y cada vez más por lo que seremos: piedras.”

Este libro corto bien puede hacernos pensar en el “jamón del medio”, término con el que se designa la parte más sabrosa, más selecta del jamón, lo mejor de lo mejor. Y es que aquí encontramos lo que para mí son los mejores poemas del escritor.

Un mundo con el ya forjado estilo personal de Antonio Calera-Grobet. Poemas que muestran la pasión por explotar en la vida y frente a la página en blanco “con agujeros en el pecho es que nos la jugamos: toreros de la nada”.

Sayonara es un cuerpo orgánico, cada poema parece dialogar con el anterior y con el próximo. En él existen distintos tipos de voces, por ejemplo, la voz poética que en varias ocasiones deja el singular para construir un canto del “nosotros”, una voz que lo mismo usa la prosa poética que la rima o se vale de las mayúsculas y negritas para resaltar un canto de guerra y de resistencia. “sangre: porque nacidos de noches cerradas como ésta, ni los llanos húmedos ni las aguas de los ríos a través de los bosques sosegados pueden abrirle la tráquea, el pecho, dar aire a uno, aquí, arrojado a las postrimerías del mundo.”

También encontramos la búsqueda de lo lúdico a través de los versos, pues utiliza las palabras para dibujar los sueños toreros. Este juego va acumulando fuerza conforme avanza la lectura y ya en el poema handbook llega a su máxima consecuencia para destruirse asimismo y renacer. Por qué la poesía de carne, hueso, furia y amanecer también se trata de derrumbarlo todo, incluso a uno mismo para después resurgir de entre los escombros.

Este libro es sanguíneo, es decir, está escrito con la tinta roja de los que escriben entre los más vivos de los vivos y quieren infectar, compartir y brindar esa vitalidad tan necesaria donde el miedo no, el miedo nunca.

Gerardo Grande
Gerardo Grande (Ciudad de México, 1991). Poeta. Publicó La edad atómica (La Bella Varsovia, Córdoba, España, 2014), Fiesta brava (Neutrinos, Entre Ríos, Argentina, 2015), Seguir (Eloísa Cartonera, Buenos Aires, Argentina, 2016). Es co-compilador de Astronave, panorámica de poesía mexicana 1985-1993 (UANL-UNAM, México, 2015).

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas