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Películas para todos: Así se verá el cine LGBT en 2016

30/01/2016 - 12:04 am

New Queer Visions, como parte del Short Film Festival de Londres, ofreció ideas cinematográficas sobre las vidas queer de todo el mundo, desde EU hasta Reino Unido, de Indonesia a México.

Por Edward Siddons

Escena de la película "Fox exploits the tiger's might". Imagen: Especial
Escena de la película “Fox exploits the tiger’s might”. Imagen: Especial

Ciudad de México, 30 de enero (SinEmbargo/ViceMedia).- El 2015 fue un hito en el cine queer, desde la gran cantidad de lanzamientos indies de bajo presupuesto, hasta el puñado de éxitos de taquilla que tuvieron diversos grados de éxito. Algunas películas fueron excepcionales; Tangerine, en particular, merece cada galardón que ha obtenido por su retrato alternativamente conmovedor, escandalosamente divertido e íntimo de la amistad entre dos mujeres trans negras en las calles de Los Ángeles.

Otras películas con presupuestos mucho mayores y con respaldo de la industria no fueron tan maravillosas. Stonewall fue el fracaso del año, pero tal vez te mereces eso cuando conviertes un motín que transformó radicalmente la historia LGBT en la historia de la decisión de un joven gay blanco de dejar de “actuar como heterosexual” el tiempo suficiente para tirar un ladrillo en un pub.

El triunfo de Tangerine y el abyecto fracaso de Stonewall fueron inesperados, pero ese es el nombre del juego en el cine queer. Cuando el género y la sexualidad se desestabilizan, cualquier combinación de historias de amor se vuelven posibles; incluso la de “chico-conoce-chica” adquiere nuevos reinos enteros de posibilidad para mandar a la mierda el género.New Queer Visions, curada por Simon Savory, fue una selección del mejor cine queer nuevo de todo el mundo, defendiendo películas LGBT en el London Short Film Festival. Desde los Estados Unidos hasta el Reino Unido, de Indonesia a México, las películas ofrecen visiones fugaces de las culturas e historias que van mucho más allá de algunas películas convencionales de dos gays blancos lindos que se ponen juguetones en un bar de mala muerte en Soho.

BLOOD & WATER

Blood & Water, dirigida por Emily Iason, y Stevie, dirigida por Chloe Jury Fogel, ofrecen lo que el cine LGBT borra con demasiada frecuencia: los retratos sinceros de atracción, coqueteo y sexo lésbico. Blood & Water, que tuvo la escena de sexo lésbico más caliente de la noche, sigue la seducción de una estudiante británica de su profesora estadounidense, y la culpa, arrepentimiento y final traumático subsecuentes de sus perspectivas románticas.

STEVIE

Stevie por su parte se vuelve masculina, siguiendo a la tomboy de Michigan del mismo nombre en su primera cita con un chico. Las cosas salen peor de lo esperado, ya que, spoiler, ella en realidad es gay. Alternativamente conmovedora e hilarante (en serio, casi la mitad de la sala estaba muerta de risa) el papel protagonista se interpretó excepcionalmente bien. Piensa en Juno, pero donde Ellen Page realmente se muestre como gay.

THE FOX EXPLOITS THE TIGER’S MIGHT

En otros lugares, las cosas se pusieron experimentales. The Fox Exploits The Tiger’s Might, dirigida por Lucky Kuswandi, se grabó en Indonesia, y ofrece una de las exploraciones más sutiles del deseo y del poder, en su mayoría explorados a través del medio de adolescentes masturbándose, en oferta. Es artística descaradamente y descaradamente inteligente, ofreciendo una visión de vital importancia de la adolescencia del sudeste asiático que evita orientalizarse en favor de una enigmática, aunque sincera, sumersión en la vida asiática de la clase obrera, la estratificación social, y el punto donde la amistad entre personas del mismo sexo converge con el deseo entre personas del mismo sexo.

LOST IN THE WORLD

Lo experimental también encontró su camino en Sudáfrica, en la mejor película de la noche,Lost In The World, dirigida por Xolelwa ‘Ollie’ Nhlabatsi. Una desgarradora tragedia de venganza del siglo XXI repleta con pérdida, trauma, consumo de drogas y crisis psicológica, la película de Nhlabatsi serpentea a través de fragmentos de narrativa que nunca se ensamblan ni coinciden cómodamente. Es una pieza agresiva del cine que se niega a renunciar a su control.

BROCKINGTON

Sus únicas competidoras con poder emocional puro fueron Brockington, el documental de la vida de un chico trans sobre el abuso, la marginación, el amor y la tragedia, y, aunque menos trágica, Closets dirigida por Lloyd Eyre-Morgan. Solo diré que veas Brockington. El final es un recordatorio oportuno de que parte de la comunidad LGBT sigue en crisis, que no somos libres, y que la lucha está lejos de terminar. No diré más.

MIRRORS

Luego las cosas se pusieron británicas, y cuando lo hicieron, fue hilarante. Los cineastas británicos todavía parecen extrañamente atraídos por cierto realismo de fregadero salpicado de humor irónico único; no es algo malo necesariamente, aunque es curioso. Mirrors dirigida por Neil Ely, exploró la homosocialidad en los baños de un rave de Manchester, con dos hombres intoxicándose y lanzándose incómodamente preguntas sobre lo queer. “¿Eres gay?” pregunta uno. “Tengo un pájaro”, responde el otro, que, como cualquier chico gay te dirá, sin duda no significa que no están dispuestos a explorar.

OH-BE-JOYFUL

Foto: Facebook ()
Foto: Facebook (Oh-Be-Joyful,)

Finalmente, Oh-Be-Joyful, dirigida por Susan Jacobson, es una comedia excepcionalmente ejecutada, y se volvió lo que un comentarista llamó “muy, muy galesa”. Merece elogios aunque sea solo por la frase: “Esto es Gales, no Kirguistán, ¡el lugar está lleno de lesbianas!” Otros puntos destacados incluyen a la abuela de la protagonista enojada golpeando una caja de Cheerios y gritando: “¡Sufran, malditos!”

La escena del cortometraje queer está en excelente forma, y la falta atroz de representación de cine queer en festivales cinematográficos y ceremonias de premios habla mucho sobre la marginación y su control permanente sobre la cultura queer. Los británicos son más que competentes, y con cierta forma de cinismo cómico, no pueden ser vencidos.

Las películas también anunciaron nuevas direcciones para el cine queer en el próximo año. 2016 parece que va a continuar con la transición de las historias de amor de hombres gays a análisis más complejos de la no conformidad de género, raza, y un interés cada vez mayor en la vida de los queer más allá del sexo. Parece que la solidaridad, el compañerismo y la amistad queer estarán presentes de manera prominente.

En el cine queer británico también somos testigos de un alejamiento de la capital, y una exploración del porqué el resto del Reino Unido no está en sintonía con el progreso hecho en el Sur. También veremos la tragicomedia de las vidas LGBT traídas a primer plano, vidas que a menudo son poco convencionales, a veces hilarantes, a veces no tan diferentes de sus contrapartes heterosexuales, pero unas que, no obstante, son perseguidas por los fantasmas de la homofobia estructural, la violencia trans, el consumo de drogas y las tasas de suicidio que no terminan de caer.

Las películas queer merecen un lugar de honor en cualquier canon cinematográfico y New Queer Visions de Londres está liderando el camino.

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