Otro golpe contra los cigarros electrónicos; descubren carcinógeno al usarse con altos voltajes

30/01/2015 - 12:00 am

Ciudad de México, 30 de enero (SinEmbargo).- Las instituciones y los científicos se están sumando cada vez más entre los detractores de los cigarros electrónicos, ahora, meses después de que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) endureciera sus reglas en contra de ellos, investigadores de la Universidad Estatal de Portland encontraron que al igual que en los productos con tabaco, el vapor que éstos liberan contiene formaldehído, un conocido agente capaz de causar cáncer.

Para llegar a estos hallazgos, los científicos encabezados por el químico David Peyton, introdujeron las emisiones de vapor expedidas por los cigarros electrónicos dentro de una jeringa, que simuló unos pulmones humanos. “Para nuestra sorpresa encontramos formaldehído [gas inflamable a temperatura ambiente] enmascarado en las partículas líquidas en el aerosol”, dijo el experto a la radiodifusora de Washington NPR.

El estudio, publicado en el New England Journal of Medicine, detalló que estas partículas halladas en los cigarrillos comunes, sólo eran liberadas a altos voltajes. Para ello, los usuarios que buscan dejar de aspirar todo el humo y tóxicos, tienen la opción de calentar por medio de electricidad un líquido que expide vapor, por ello, según el gusto de quien lo esté fumando, puede calibrar la medida del voltaje para lograr un mejor sabor.

Así, a niveles bajos (la manera correcta de usarse), de unos 3.3 voltios, no se encontraron los agentes de formaldehído, sin embargo, al aumentar la temperatura a partir de los 5 voltios, los cigarros electrónicos fueron capaces de producir niveles de esta sustancia en su forma líquida, incluso más alto que lo que los tradicionales liberan a manera de gas.

Por ello, los autores del estudio concluyeron que el riesgo de cáncer de la alternativa para dejar de fumar podría ser entre cinco y 15 veces más grande que el asociado con el que tienen los fumadores comunes a largo plazo.

“Creo que esto es sólo una pieza más en medio de un número de evidencias de que los cigarrillos electrónicos no son absolutamente seguros”, dijo Payton. No obstante, muchos usuarios los consideran una opción saludable debido a que no producen humo sino vapor.

A altos voltajes, el cigarro electrónico podría ser más cancerígeno que los cigarrillos regulares. Foto: EFE
A altos voltajes, el cigarro electrónico podría ser más cancerígeno que los cigarrillos regulares. Foto: EFE

A lo largo del tiempo, distintos estudios han encontrado evidencias de que esto no es totalmente cierto, como el realizado por la Universidad de California el año pasado, el cual halló que en estos vapores existen altos niveles de nanopartículas  que pueden causar inflamación en los pulmones y aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Asimismo, los expertos aseguran que su comercialización fue muy pronta, pues se requiere una mayor investigación para determinar cuáles serían sus efectos a largo plazo.

Payton y su equipo, por su parte, piden que los conocidos como e-cigarretes se sometan a regulaciones más duras.

El sitio de The Verge consultó a Gregory Conley, presidente de la Asociación Americana de Vaporizadores, quien se mostró escéptico sobre los hallazgos y cómo se llegó a ellos. “La máquina utilizada en el estudio usó condiciones que de ninguna manera replican la manera en que los humanos usan los productos de vapor. Cualquier persona que use el producto con el ajuste alto se retiraría, y dejaría de usar el producto después de dos o tres bocanadas, porque es una experiencia desagradable”.

En agosto del año pasado, la OMS presentó un informe sobre el uso y regulación de los cigarros electrónicos, en el que exigieron se les dé un trato igual que al de los cigarros comunes.

Entre las medidas que la organización recomendó estuvo la de prohibir su consumo en lugares cerrados y en donde no está permitido fumar tabacos comunes, terminando así con una de las principales ventajas del producto, que según cifras de 2013 de la propia agencia sanitaria generó ganancias de 3 mil millones de dólares, cifra que se espera se multiplique por 17 de aquí a 2030.

Asimismo, piden que se limite su venta a menores de edad, su publicidad y que las máquinas despachadoras sean eliminadas de la mayoría de los sitios donde actualmente se encuentran.

El principal argumento de la OMS es la falta de información que rodea a los llamados Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina o SEAN, sobre todo de sus riesgos, por lo que instan a prevenirse para evitar efectos indeseados en el futuro.

A estas peticiones se unieron también la Asociación Americana de Investigación del Cáncer y la de Clínica Oncológica.

La doctora en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experta en tabaquismo, Éryka Urdapilleta, dijo a SinEmbargo anteriormente: “Es un producto del cual se desconoce totalmente su seguridad y su eficacia, no está aprobado, lo que quiere decir que podría tener, a pesar de lo que digan los productores, algunos componentes que pudieran tener que ver en alguna alteración de la salud, igual que el tabaco. No está aprobado ni por la SDA ni por la Cofrepis [Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios]“, refiriéndose al caso mexicano.

 

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