Ciudad de México, 29 de dic (SinEmbargo).- Acapulco, Guerrero, se convirtió en la víctima desafortunada de los efectos secundarios de la estrategia contra el crimen organizado del ex Presidente Felipe Calderón, asegura la revista Forbes en un reportaje titulado Dilema de la guerra contra las drogas: luchando para mejorar la seguridad e impulsar el turismo en Acapulco.
La bahía mexicana, llena de las empresas hoteleras más importantes –como InterContinental Hotel Group, Starwood Hotels, Wyndham Worldwide Corporation, e Inversiones Global Hospitality– y que hasta el momento registra una ocupación del 85% por las festividades navideñas, ha sido un destino tradicional para vacacionistas. Sin embargo, ahora su imagen es la de una ciudad tomada por elementos de seguridad.
«Oficiales de la Marina en uniformes blancos pasean por la acera al lado de la playa, recorro con la mirada la ametralladora que lleva la Policía Federal, camionetas y coches patrulla de la policía municipal dan la vuelta al océano. Un camión lleno de soldados con fusiles de asalto grandes permanece cerca de la orilla de la carretera en la esquina de la discoteca Copacabana. Un helicóptero negro vuela en círculos sobre el paso de un lado de la bahía al otro», describe Nathaniel Parish Flannery en su nota.
El texto destaca el envío de 500 elementos del Ejército al estado de Guerrero y cita a un periódico local para precisar que «en esta temporada de invierno el Gobierno Federal, bajo la dirección del recién elegido Presidente Enrique Peña Nieto, cumplió con su promesa de blindar el puerto de Acapulco y al resto de el estado con el arribo de soldados, adicionales a los diez mil que ya vigilan la zonas costeras y los puntos estratégicos de cada sitio turístico.»
LA LUCHA DE LOS CÁRTELES
«Gran parte del reciente aumento de la violencia es el resultado de las batallas entre el Cártel Independiente de Acapulco, que se compone de los restos de la gestión de la red de Édgar Valdez Villarreal hasta su detención en septiembre de 2010, y el Cártel del Pacífico Sur, una banda emergente que está ligeramente afiliada con los Beltrán Leyva», explica Forbes.
El reportaje cita también un artículo del analista de seguridad Patrick Corcoran, en el que describe al puerto como «una entrada clave para la cocaína sudamericana» que ha pasado de ser «el sitio de una batalla entre dos bandas rivales a un caos anárquico entre los nuevos grupos» los cuales han aprovechado el desorden imperante para exigir dinero de protección a los propietarios de pequeñas empresas.
En diciembre de 2009 , publica Nathaniel Parish Flannery, 400 oficiales de policía allanaron un edificio de departamentos afuera de la Ciudad de México, causando la muerte de Arturo Beltrán Leyva, el líder de lo que entonces era una de las más poderosas organizaciones criminales de México, un grupo que en ese momento controlaba el crimen organizado en Acapulco.
En 2010 policías federales dieron con Eduardo Villareal, otro capo del cártel de alto nivel frente a las cámaras de los reporteros, haciendo alarde de su captura como otra gran victoria, hecho por el que ahora sus organizaciones disputan el centro vacacionista.
Por otra parte, el reportaje cita a José Luis Piñeiro, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien explica el fenómeno como «hidra de mil cabezas» debido a que si se corta una agrupación surge otra, aunque el gobierno crea que esta táctica de desmembrar a los cárteles es eficaz, los resultados no han sido los mismos, asegura.
«Acapulco ha sido testigo de las peores batallas. Entre 2007 y 2012 la tasa de homicidios en Acapulco aumentó 50%. En 2011 al menos cinco grupos delictivos diferentes luchaban por el control de las rutas de contrabando de la ciudad», refiere Forbes.
También añade el papel del Cártel de Sinaloa en el municipio de Guerrero: «el cártel de Sinaloa, liderado por «El Chapo» Guzmán, miembro de la lista de multimillonarios de Forbes, trabaja para establecer un control hegemónico sobre las rutas de contrabando a través de Acapulco.» Y advierte que dicho cártel empieza a consolidar el control de las rutas, además de que Los Zetas, sus rivales, emergen como el leviatán de Est Coast.
El PAPEL DE PEÑA NIETO
En cuanto a las oportunidades de Peña Nieto, el reportaje de Forbes destaca las declaraciones del corresponsal del New York Times, Alan Riding, quien asegura que la prioridad del priista es hacer de México un lugar más seguro – para sus ciudadanos, para los turistas, para las empresas – y esto sólo puede ser posible al reconocer que el narcotráfico continuará siempre y cuando exista un mercado lucrativo al lado [norteameficano]».
Peña Nieto ha prometido no hacer un pacto con los cárteles y ha utilizado los soldados a continuar la lucha que Calderón comenzó, dice.
Parish Flannery asegura que las acciones como la Operación Invierno 2012 son una muestra de que el nuevo gobierno se toma en serio la reducción del tipo de violencia que afecta a los residentes y visitantes a lugares como Acapulco. Ya que en la medida que la violencia disminuye, la industria turística de Acapulco empieza a recuperarse. Durante el verano de 2012, las tasas de ocupación hotelera aumentó un 8.9% en comparación con las cifras de 2011. Durante la temporada de Navidad, la ciudad se ha llevado a cabo una Feria de Mega de conciertos y eventos culturales que se espera genere más de 23 millones de dólares para la economía de la ciudad.
Como parte del rescate turístico destaca el papel asumido por Carlos Slim, el hombre más rico de México y el mundo, quien sirve como presidente del Consejo Consultivo de la ciudad para la Restauración del Acapulco Tradicional. «Con el fin de recuperarse completamente, Acapulco necesita para llevar a cabo la difícil tarea de mejorar tanto la seguridad y fomento del turismo.» señala el autor del texto.
A pesar de las declaraciones de Javier Aluni, secretario de Turismo Acapulco de que «estamos en el país natal del turismo, tenemos un Acapulco que está siendo renovado, que no está dispuesto a morir», es difícil recuperarse completamente, «Acapulco necesita para llevar a cabo la difícil tarea de mejorar tanto la seguridad y fomento del turismo», dice Nathaniel Parish Flannery.
Elvia Zavala, el gerente del hotel Crowne Plaza Acapulco, y un miembro de la Asociación Hotelera de Acapulco explicó, el objetivo de desarmar a las patrullas de la policía local «es dar confianza a la gente. Se da una mala impresión … [cuando] en la playa hay un agente de la policía municipal con un arma grande. La imagen de Acapulco debería dar tranquilidad «, dice.