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Jorge Alberto Gudiño Hernández

29/09/2018 - 12:02 am

El cuento chino de la suerte

Primero: al Partido Encuentro Social (PES) se le dio la presidencia de la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados. La gente se indignó: ¿cómo un partido retrógrada iba a presidir dicha Comisión, tan necesariamente liberal? Era una bofetada a los artistas e intelectuales que habían apoyado a Morena.

“Primero: al Partido Encuentro Social (PES) se le dio la presidencia de la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados. La gente se indignó: ¿cómo un partido retrógrada iba a presidir dicha Comisión, tan necesariamente liberal?”. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro.

Existe un famoso cuento chino que trata de dejar una enseñanza en torno a la forma en que percibimos el destino, cargándolo de significados como la suerte o la desgracia. En términos muy generales (pues hay varias versiones), el cuento narra cómo un joven pierde un caballo y se lamenta con su padre: ha tenido mala suerte. Días después, el caballo vuelve acompañado de otro: ha tenido buena suerte. Cuando intenta montar al nuevo caballo, éste no se deja y tira al joven, ocasionándole una fractura en la pierna: es una desgracia. Más tarde, unos reclutadores llegan a la aldea para llevarse a los hombres a la guerra y, como él está incapacitado, deciden dejarlo: su fortuna es incuestionable…

Es claro que uno puede seguir con la historia llena de vaivenes entre lo bueno y lo malo. Si la traigo a cuento, es porque esta semana una sola noticia ha tenido tantos puntos de vista que depende del momento en el que uno se sitúe para sentirse afortunado o desgraciado al respecto. Mejor: para tener ganas de reír o de llorar.

Primero: al Partido Encuentro Social (PES) se le dio la presidencia de la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados. La gente se indignó: ¿cómo un partido retrógrada iba a presidir dicha Comisión, tan necesariamente liberal? Era una bofetada a los artistas e intelectuales que habían apoyado al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Segundo: una vez iniciado el análisis, se vio que no era tan grave. A fin de cuentas, Javier Lozano había sido el presidente de dicha Comisión en la Legislatura precedente. Y pocos pueden hablar bien de él.

Tercero: se les tachó de ingenuos a quienes crearon una iniciativa en change.org, para que se cambiara la situación. Algo nunca antes visto frente a un acto de ese tipo.

Cuarto: las peticiones tuvieron el alcance esperado. La fortuna sonreía porque el PES ya no se haría cargo de esa cartera. ¡Albricias! Más aún, la indignación popular había tenido un efecto benéfico en muy poco tiempo y eso es algo digno de festejo.

Quinto: esta cesión a un pedido firmado, apenas, por unas siete mil personas, demuestra que, a la hora de repartir las comisiones en la cámara de diputados, hay de todo menos una política de estado. Tan es así, que son intercambiables.

Sexto: el nuevo presidente de la Comisión de Cultura será Sergio Mayer, conocido por sus participaciones en Garibaldi, telenovelas y el show “Sólo para mujeres”.

Séptimo: bien visto, ninguno de sus trabajos anteriores lo incapacita para ocupar el puesto.

Octavo: durante varias horas se compartió en Twitter una presunta captura de pantalla de un tuit en el que el Diputado cometía más faltas de ortografía de las posibles. Tantas, que se notaba que era falso.

Noveno: muchos creyeron que el tuit era real y lo utilizaron como una demostración de la incapacidad de Mayer.

Décimo: sin la fuerza de la acusación, llegaron varias aclaraciones para sostener que el tuit era apócrifo.

Décimo primero: algunos plantearon que el plan de Morena había salido bien, poniendo al impresentable PES para luego sustituirlo. “De lo perdido lo que aparezca”, comentaron algunos.

Uno se puede seguir lo mismo que con el cuento chino. A mí no me gusta la designación (y mucho menos la anterior). Sobre todo, porque sé que esos puestos parten de negociaciones que no ponderan beneficios reales. Sin embargo, también es cierto que dicho encargo tiene una trascendencia más simbólica que fáctica y, en ese sentido, quien más pierde es quien ha tomado la decisión. En fin, falta ver en qué punto nos detenemos para comprender la historia (yo oscilaría entre los puntos 4, 5 y 6). Si la fortuna nos asiste, veremos el mundo desde una perspectiva conveniente.

Jorge Alberto Gudiño Hernández
Jorge Alberto Gudiño Hernández es escritor. Recientemente ha publicado la serie policiaca del excomandante Zuzunaga: “Tus dos muertos”, “Siete son tus razones” y “La velocidad de tu sombra”. Estas novelas se suman a “Los trenes nunca van hacia el este”, “Con amor, tu hija”, “Instrucciones para mudar un pueblo” y “Justo después del miedo”.

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