La ONU-DH también pidió al futuro Gobierno federal, que encabezará Andrés Manuel López Obrador, que profundice su apertura al escrutinio y asistencia internacionales para combatir la epidemia de la desaparición forzada en México.
Lo alentó a que permita, entre otras cosas, la visita a México del Comité contra la Desaparición Forzada de Personas de la ONU, solicitada desde 2013, y que participe en el diálogo de seguimiento al que el Comité ha invitado al Estado mexicano sobre la implementación de las Observaciones Finales adoptadas en 2015.
Ciudad de México, 29 de agosto (SinEmbargo).- La Oficina de México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) llamó al futuro Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a que marque “un punto de quiebre” y rompa con la “trágica historia de dolor que ha acompañado a las víctimas de desaparición en México”.
“La Oficina de México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) alienta al próximo Gobierno de México a marcar un punto de quiebre y romper la trágica historia de dolor que ha acompañado a las víctimas de desaparición en México”, llamó en un comunicado con respecto al Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas que se conmemora mañana 30 de agosto.
“México tiene que superar la pesada herencia de decenios de negación, falta de reconocimiento de la dimensión del problema, ausencia de voluntad, ineficacia y revictimización. Es momento de que México inicie una nueva etapa y ponga fin a la angustia sin tregua que han enfrentado las miles de víctimas de desaparición en el país”, destacó Jan Jarab, representante de ONU-DH en México.
Destacó que combatir la desaparición de personas “deberá ser una prioridad para el próximo Gobierno federal”.
“Saludamos las señales que así lo anticipan”, añadió Jarab.
La implementación efectiva de la Ley General en la materia, consideró, tiene que ser la principal directriz de la próxima administración para erradicar las desapariciones. Así como para buscar de manera apropiada a las personas desaparecidas, garantizar la atención y reparación a las víctimas, adoptar medidas efectivas de no repetición y desarrollar políticas contra el olvido.
“En la aplicación de la Ley debe garantizarse la participación efectiva, real y constante de las familias que buscan con tenacidad a sus seres queridos”, pidió.
La ONU-DH consideró que México necesita que el Gobierno ponga en marcha un plan para la implementación de la Ley de desapariciones que dote de recursos suficientes a las instancias encargadas de su cumplimiento y fortalezca las capacidades de investigación criminal, la prestación de servicios periciales y forenses y la asistencia a las víctimas.
Señaló que también se debe incluir a aquellas personas que se iniciaron en el contexto de la denominada “Guerra Sucia”.
“Son estas desapariciones por las que justo en estos días, hace 40 años, más de 80 mujeres protestaban en el atrio de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. La ONU-DH recuerda con admiración su digno empeño, así como el de quienes mantienen vigentes sus demandas”, agregó el documento.
PIDEN QUE ACEPTE AYUDA INTERNACIONAL
México, destacó la ONU-DH, debe profundizar su apertura al escrutinio y asistencia internacionales.
Alentó al Gobierno de López Obrador a que permita, entre otras cosas, la visita a México del Comité contra la Desaparición Forzada de Personas de la ONU, solicitada desde 2013; y que participe en el diálogo de seguimiento al que el Comité ha invitado al Estado mexicano sobre la implementación de las Observaciones Finales adoptadas en 2015.
De igual forma, lo exhorta “a fortalecer su relación con el sistema interamericano de derechos humanos, favorecer el trabajo del mecanismo de seguimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y cumplir plenamente con las sentencias de la Corte Interamericana en materia de desaparición”.
“Pero el reto no solamente es de la Federación. Los estados y los municipios también tienen que comprometerse, reconocer el problema, su trágica incidencia y el dolor causado a las víctimas, así como abrir espacios de participación auténticos para las familias”, destacó Jan Jarab.