Una foto de Google Maps pone al descubierto a presunto miembro de red de trata en Juárez

29/06/2015 - 12:04 am
En la imagen se observa a un hombre vestido con pantalón corto de mezclilla, playera de tirantes blanca y cachucha y cuya media filiación, corresponde con la de Eduardo Sánchez Hermosillo, alias “El Flaco”,  presunto integrante de la misma red de trata operada por los Aztecas. Foto: Google Maps
En la imagen se observa a Eduardo Sánchez Hermosillo, alias “El Flaco”, presunto integrante de la misma red de trata operada por los Aztecas. Foto: Google Maps

Ciudad Juárez, 29 de junio (SinEmbargo).– Llevó el ataúd de su hija para velarla en la explanada de la Fiscalía de Estado en protesta porque los agentes investigadores, se quejaba María García, ignoraron por años las pistas que ella les había dado.

“Nos decían que estaban en un mentado hotel Verde, pero nunca hicieron el cateo. Yo le decía a Ramos (el agente ministerial) que ellos tenían la autoridad, pero nunca lo hicieron”, gritaba García en febrero de 2012, llorando ante los medios que cubrieron la llegada del féretro en el que colocó los restos de su hija Jéssica Leticia Peña García, desaparecida en mayo de 2010, cuando tenía 15 años.

“Yo miré ahí jovencitas, yo traía las fotos y me decían que la habían visto ahí, pero pregúntenme qué hicieron: nunca los miré”, se quejaba.

Y tenía razón. De acuerdo con el juicio oral 267/14 que tres años después se sigue contra seis presuntos integrantes de la pandilla de los Aztecas acusados de la trata y homicidio de once mujeres encontradas en El Valle de Juárez, entre ellas Jéssica Leticia Peña García, el hotel Verde era, efectivamente, uno de los lugares donde las mantuvieron cautivas, donde las prostituían y donde, además, guardaban y distribuían droga.

Y todo incluso a la luz del día, ante la vista de vecinos de la colonia Bellavista, policías municipales, estatales y federales, así como elementos del Ejército Mexicano que, entre 2008 y 2010, realizaban constantemente patrullajes en esa parte de la Zona Centro como parte de la Operación Conjunta Chihuahua.

Tan abierto era el delito de la trata, explica Santiago González Reyes, abogado coadyuvante de la Fiscalía del Estado en la acusación contra los presuntos Aztecas, que hasta el vehículo de la empresa Google que recorrió la zona en abril de 2009, cuando ya había varias víctimas con reporte de desaparición, captó un grupo de jovencitas reunidas en una banqueta contigua y tratando de ocultarse de la cámara.

La imagen del recorrido virtual muestra, a dos cuadras del hotel Verde, tres mujeres de complexión menuda sentadas sobre el cordón de la acera norte de la calle Mariano Samaniego, casi esquina con Melchor Ocampo; dos de ellas aparecen con la cabeza inclinada entre las piernas, una más está volteando de perfil y una cuarta fue captada de pie, de espaldas.

Lo registrado no forma parte de las pruebas ofrecidas por la Fiscalía, pero González Reyes, explica en entrevista, encontró el dato cuando recorría en la herramienta electrónica la zona aledaña al hotel, un edificio de tres pisos que aparecía constantemente en los testimonios recabados desde hace años por las familias de las víctimas.

En la imagen de Google, agrega el abogado, se observa también a un hombre vestido con pantalón corto de mezclilla, playera de tirantes blanca y cachucha y cuya media filiación, dice Sandoval, corresponde con la de Eduardo Sánchez Hermosillo, alias “El Flaco”, no acusado en este juicio pero también identificado por varios testimonios como presunto integrante de la misma red de trata operada por los Aztecas.

JUICIO_PROMO

Sánchez Hermosillo, detenido desde 2010 por el homicidio de dos policías federales que se registró en el hotel Verde, está citado para testificar hoy lunes a través de una videoconferencia y como prueba aportada por la defensa, después de lo cual se realizarán los alegatos de clausura y, en pocos días, la lectura de la sentencia por parte del Tribunal de Juicio Oral encabezado por la Juez Catalina Ruiz.

El hotel Verde está ubicado entre las calles Mariano Samaniego e Ignacio Manuel Altamirano, de la colonia Bellavista, en la zona Centro de esta frontera, donde vecinos y autoridades reportan aún una intensa presencia de actividades ilegales. La prostitución de menores, agregaron en entrevistas, se realizaba además hace cinco o seis años abiertamente, a todas horas del día.

“Era claro que eran menores”, comenta a SinEmbargo una persona entrevistada en los alrededores de la negociación, hoy cerrada y ubicada en un sector de esta colonia históricamente utilizado para la prostitución.

“Se veía que trabajaban muchachas menores, venían señores de El Paso y se las llevaban, pero eran muchas muchachitas. Había un padrote ahí que les daba droga”, agrega.

Uno de los testimonios de la Fiscalía indicó en 2013 que, como Jéssica Leticia Peña García, en ese lugar habían sido vistas Deysy Ramírez Muñoz, de 16 años; Mónica Liliana Delgado Castillo, de 18; María Guadalupe Pérez Montes, de 17; e Idaly Juache Laguna, de 19, desaparecidas entre 2009 y 2010 y, entre 2011 y 2012, encontradas asesinadas en el Arroyo del Navajo, donde las autoridades han encontrado los restos óseos de al menos 21 víctimas.

En el Juicio Oral contra los presuntos responsables, que inició en abril pasado y que ha sido calificado por los medios locales como “histórico”, se busca aclarar además lo sucedido a Lisbeth Avilés García, de 17 años; Perla Ivonne Aguirre González, de 15; Beatriz Alejandra Hernández Trejo, de 21; Andrea Guerrero Venzor, de 17; Jéssica Terrazas Ortega, de 18 años, y Yazmín Salazar Ponce, de 17.

Los acusados son César Félix Romero Esparza, “El Félix”; José Gerardo Puentes Alva, Manuel Vital Anguiano, “Don Meny”; Edgar Jesús Regalado Villa, “El Piwi”; Jesús Hernández Martínez, “El Gordo Maloso”, y José Antonio Contreras Terrazas, “El Koyac”.

 

Sandra Rodríguez Nieto
Periodista en El Diario de Ciudad Juárez. Autora de La Fábrica del Crimen (Temas de hoy, 2012), ex reportera en SinEmbargo
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