Son tantas las buenas razones para no ir al gimnasio por las tardes: tienes una súper romántica cita, el happy hour con los compañeros te llama o tienes pendientes en la casa. Para que tu rutina no se afecte, ¡ejercítate por la mañana! Suena más fácil de lo que es, después de todo podrías quedarte durmiendo, pero sí es posible con este plan de la revista Shape.
Poco a poco vete a la cama más temprano:
El ejercitarte por la mañana es contra productivo si no estás durmiendo lo suficiente (diferentes estudios han vinculado la falta de sueño con males como el aumento de peso a mayor riesgo para diabetes, sin mencionar la poca energía y fatiga), y el levantarte será más difícil si no has descansado bien.
Lo primero que debes hacer es determinar a qué hora quisieras ejercitarte y calcular cuánto necesitas dormir, recuerda que los expertos recomiendan entre siete a ocho horas de sueño para mejor salud y pérdida de peso. Si usualmente te acuestas a la medianoche, no te impongas la meta de irte a la cama a las 9 p.m. Mejor trata de acostarte 15 minutos más temprano cada noche hasta que gradualmente alcances tu hora ideal. Pero recuerda que puedes comenzar a ejercitarte desde ya, aunque sean sesiones más cortas.
Determina estrategias realistas para tu éxito:
¿Es el gimnasio la mejor opción para ti? El levantarte, preparar un cambio de ropa, planificar para tu cabello y maquillaje en el baño del gimnasio… De sólo pensarlo es razón suficiente para quedarte en la cama.
Tal vez puedes adoptar una rutina mañanera exitosa si utilizas un DVD de entrenamiento o un circuito que puedas hacer en la casa. Otras opciones son correr o caminar en tu vecindario, también averigua sesiones disponibles en parques cercanos. Haz de tu entrenamiento mañanero algo que quieras hacer y puedas ser consistente.
Planifica fracasar:
Leíste bien. Es necesario que te hagas de la idea de que tu rutina matutina requerirá flexibilidad. Tal vez decidiste correr por la mañana, pero amaneció lloviendo, procura tener un plan de contingencia para cuando las cosas no salgan como deseas. Trata de tener siempre una alternativa.
Sobórnate a ti misma:
Aunque hayas dormido bien, podrías tener problemas para levantarte. Por eso los expertos recomiendan que te sobornes. Si te gusta comenzar tu día con un café gourmet, hazte la promesa que sólo te tomarás uno si haces tu rutina, eso sí opta por una opción no azucarada. Puede sonar infantil, pero si la idea de obtener una recompensa te ayuda a salirte de la cama, ¡hazlo!
Crea una banda sonora motivadora:
La música correcta puede moverte. No tienes que esperar a comenzar tu rutina para escuchar tus canciones predilectas, tócala desde que te levantes. Añade tus canciones favoritas y renuévala con frecuencia.
Comparte tus planes en medios sociales:
No tienes que compartir cada detalle de tu rutina con el mundo, pero el apoyo y comentarios positivos de tu red social te pueden motivar a alcanzar tus metas en el ejercicio. Comparte que tratarás spinning la mañana siguiente, el que alguien te pregunte vía Facebook podría darte el impulso para ir.