MÉXICO, D.F., 29 de junio (apro).- La delincuencia organizada no dio tregua a la veda electoral y, a dos días de la elección presidencial, cobró la vida de al menos seis personas en el norte del país.
En Durango fueron localizados los cuerpos desmembrados de cinco hombres, tres de ellos en el municipio de Gómez Palacio y dos en Tepehuanes.
Los primeros tres fueron hallados en bolsas de plástico en la caja de una camioneta pick up, sin placas de circulación, que estaba abandonada a la altura del kilómetro 9.5 de la carretera interestatal que va de Gómez Palacio a El Vergel.
En otro hecho en el poblado Pascuales, municipio de Santiago Papasquiaro, lugareños encontraron los cuerpos decapitados de dos hombres de entre 20 y 25 años de edad, que fueron llevados al Servicio Médico Forense en calidad de desconocidos.
En tanto, en el municipio de Choix, en Culiacán, Sinaloa, el jefe de la Policía Municipal, Héctor Echeverría Islas, fue atacado a balazos al salir del restaurante donde el alcalde de esa jurisdicción presidía los festejos del Día del Policía.
Cuando el jefe policiaco era trasladado en un convoy a la ciudad de Los Mochis para su atención médica, una patrulla del vecino municipio del Fuerte se les unió para escoltarlo, pero kilómetros adelante sufrió un accidente en la carretera, con saldo de un agente municipal muerto.
De acuerdo con el alcalde de Choix, Juan Carlos Estrada Vega, Echeverría Islas recibió dos heridas de bala, pero las lesiones no ponen en riesgo su vida.
Por otra parte, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, la explosión de un coche bomba en el estacionamiento de la presidencia municipal, donde despacha el priista Benjamín Gálvez Gómez, dejó al menos siete heridos, cinco vehículos dañados y causó daños materiales a la sede municipal ubicada sobre las avenidas Maclovio Herrera y Héroes de Nacataz y Guerrero, en pleno centro de la ciudad.
Los hechos sucedieron alrededor de las 11:00 horas y, según informes extraoficiales, el vehículo detonado estaba estacionado en un cajón en batería sobre la calle Héroes de Nacataz, a un lado del estacionamiento oficial donde el alcalde Galván Gómez acostumbra dejar su automóvil.
Los vehículos dañados por el estallido se encontraban parqueados en la calle de Héroes de Nacataz, a la espera de la luz verde.
El estruendo también cimbró el palacio municipal, al punto de romper vidrios; además, autopartes y llantas que se encontraban en el estacionamiento salieron disparadas literalmente, golpeando a automovilistas que pasaban por el lugar.
Personal de Bomberos y de Protección Civil apagaron el fuego y acordonaron la zona, mientras paramédicos de la Cruz Roja trasladaban a los heridos a nosocomios locales.
Minutos después del incidente, el secretario de Gobierno de Tamaulipas, Morelos Canseco, confirmó la televisión local que al menos siete personas que iban pasando por el lugar resultaron heridas.
