Correa exige sanciones a Paraguay para desterrar golpes en la región

29/06/2012 - 11:28 am

Buenos Aires, 29 Jun (Notimex).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, exigió hoy sanciones ejemplares contra Paraguay por el virtual golpe de Estado que hace una semana sufrió el destituido ex mandatario Fernando Lugo.

“Creíamos que eran épocas superadas en América Latina”, afirmó Correa en una entrevista televisiva desde la ciudad argentina de Mendoza, donde se desarrolla la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur).

El jefe de Estado agregó que los grupos golpistas de la región “defienden cualquier privilegio” y calificó como “trágica” la situación de Paraguay, donde los opositores a Lugo “siguen conspirando” aún después de haberlo sacado del poder.

“Esto no puede ser tolerado. Ojalá en la Cumbre tengamos una respuesta consecuente para que esta clase de acciones queden desterradas de una vez por todas en América Latina”, señaló.

Correa advirtió que no es ninguna casualidad que los intentos golpistas sufridos en la región durante la última década hayan sido contra gobiernos progresistas.

En ese sentido, recordó los golpes contra el venezolano Hugo Chávez, en 2002; el hondureño Manuel Zelaya, en 2009; la frecuente desestabilización del gobierno de Evo Morales en Bolivia y su propio caso, en 2010, y ahora la situación en Paraguay.

“Tratan de revertir estos procesos no mediante las urnas, no mediante el voto, sino con artimañas, con nuevos tipos de golpes de Estado”, dijo.

El nuevo mecanismo, aseguró, ya no se trata de militares sacando a los presidentes, “porque sería demasiado burdo”, sino con sistemas supuestamente legales como el juicio político contra Lugo en Paraguay.

“Pero la democracia no se basa sólo en la legalidad, sino en la legitimidad, y lo de Paraguay es completamente ilegítimo. Lugo estuvo gobernando los tres últimos años con un total chantaje parlamentario”, denunció.

Lugo fue sacado del poder hace una semana por el Congreso paraguayo tras un rápido juicio político por mal desempeño de funciones, tras lo cual asumió su vicepresidente, Federico Franco, quien aún no es reconocido como mandatario por los países sudamericanos.

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