La Bruja (2015) una leyenda de Nueva Inglaterra

29/05/2016 - 12:00 am

Época de sombras. Un bosque tenebroso, una atmósfera enrarecida, desapariciones misteriosas y un toque de locura son elementos concernientes a los filmes de horror, pero pocas veces logran inquietarnos al grado en que lo logra esta pieza perturbadora, La Bruja (2015), primer largometraje del también guionista estadounidense Robert Eggers. Sin insertarse propiamente en el género, es aleccionadora en la manera de estructurar sus componentes para envolvernos en incómodas sensaciones y estimular los miedos más primitivos. No por nada Eggers obtuvo con este filme el reconocimiento como Mejor Director en el Festival de Cine de Sundance 2015.

La historia, como alude el título original: The Witch: a New-England Folktale, se desarrolla en el noreste de Estados Unidos durante el periodo colonial. Es 1630, tiempo de tinieblas mentales y extremismo religioso. Con la misma vehemencia y seguridad de la existencia de un poder celestial persiste la creencia de un infierno como amenaza perenne de la fe. Justamente, por diferencias respecto a cómo asumen sus deberes religiosos, William (Ralph Ineson) y su familia, integrada por su mujer Katherine (Kate Dickie) y 5 hijos, son expulsados de la aldea tras una suerte de juicio colectivo.

Edificar la nueva casa, levantar corrales, cortar leña y montar la huerta no roba tiempo para rezos y plegarias; sin embargo, cuando el bebé de la familia desaparece en forma inexplicable se desencadenan una serie de extraños sucesos que comprometen la fe de cada uno de los integrantes. La cadena de infortunios serán entendidos como castigo divino o acaecidos por una maldición al quedar expuestos a las fuerzas malignas.

La inminente llegada del invierno, las penurias del hambre y la enfermedad desconocida que ha contraído su hijo Caleb (Harvey Scrimshaw) tras internarse en el bosque, abren paso a secretos y desavenencias entre los cónyuges que van generando un ambiente de histeria fomentado por los juegos perversos de los hermanos más pequeños, quienes acusan a la mayor, la adolescente Thomasin (Anya Taylor-Joy), de ser hechicera. Los restos de cordura se confrontan con la creciente sensación de una presencia sobrenatural y el extraño comportamiento de los animales.

El director Robert Eggers se basó en los primeros casos de histeria colectiva ante el temor a la hechicería, registrados en esa región del país a principios del siglo XVII. Esto, décadas antes de los juicios de la aldea de Salem, fechados a principios de 1690, cuando vecinos de varios condados de Massachusetts fueron acusados de practicar la brujería.

El cineasta, con apenas 34 años de edad, ha resultado una promesa. Nacido en Nueva Hampshire, se formó como director de teatro experimental en Nueva York. Las atmósferas inquietantes y la fascinación por los cuentos fantásticos es lo suyo, como lo prueban sus cortometrajes: Hansel y Gretel (2007), a partir del clásico de los hermanos Grimm y El corazón delator (2008), basado, por supuesto, en el cuento de Edgar Allan Poe. Ya anuncia su próxima entrega, una nueva mirada al clásico del alemán F.W. Murnau Nosferatu: una sinfonía del horror (1922).

La Bruja es más de lo que uno como espectador espera: una historia retorcida en donde los viejos relatos saben a nuevo. Una narración sobrecogedora en donde abunda la belleza entre sombras y tonalidades deslavadas, captadas con luz natural por el cinefotógrafo californiano Jarin Blaschke. Un ambiente angustioso forjado con los acordes del compositor canadiense Mark Korven (El Cubo, 1997). Actuaciones a pulso que transmiten la culpa, la ira y el miedo; excepcional el desempeño de Harvey Scrimshaw como Caleb y ese imán seductor que posee la hermosa Anya Taylor-Joy. Una minuciosa reconstrucción de los rincones oscuros del periodo colonial en Norteamérica y una pesadilla que se torna abismal por la progresiva percepción de la presencia del Mal.

Rosalina Piñera
Periodista egresada de la UNAM. En su pesquisa sobre el cine ha recorrido radio, televisión y publicaciones como El Universal. Fue titular del programa Música de fondo en Código DF Radio y, actualmente, conduce Cine Congreso en el Canal del Congreso.
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