La privatización de las paraestatales mexicanas se empezó a gestar en el sexenio del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de Léon (1994-2000), y empresarios californianos crearon desde 1999 proyectos de los sectores energético y telecomunicaciones, asegura en entrevista con SinEmbargo el Senador por el Partido del Trabajo (PT), Manuel Bartlett Díaz. El legislador afirma que la privatización que actualmente estamos viendo se está dando dentro de un clima de corrupción que busca favorecer a personajes cercanos al poder y a ex funcionarios.
Como parte de esta cadena menciona a los hermanos Lozano Alarcón [Javier y Gerardo], al ex Embajador de Estados Unidos en México Jeffrey Davidow, y al ex Presidente del Gobierno español José María Aznar. Estos dos últimos presentaron la semana pasada una consultoría multinacional cuyo objetivo es atraer inversiones a México en los sectores antes mencionados.
“Esa es la historia de la apertura de la desnacionalización energética en México. Lozano, Aznar, Davidow son parte de esa corrupción. Va a empezar a salir esto y muchas cosas más, porque se va a ir concretando esta urdimbre, esta conspiración contra el pueblo de México, y ahí aparece un señor Lozano que va a ser el servidor de estos intereses extranjeros, asociado a una consultoría multinacional, DLA Piper”, dice el Senador del PT.
Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).– Jeffrey Davidow estaba por cumplir seis meses como Embajador de Estados Unidos en México cuando acudió a un encuentro en Los Pinos entre una delegación de políticos y empresarios californianos y el entonces Presidente Ernesto Zedillo Ponce de Léon. El tema: analizar proyectos de gas, comunicaciones, electrónicos y otros relacionados con el sector energético.
Fue la mañana del 2 de febrero de 1999, y al encuentro, de acuerdo con el boletín difundido por la Presidencia de la República, acudieron, además de Davidow, el Gobernador de California, Gray Davis; el entonces congresista Antonio Villarraigosa y empresarios como Mónica Lozano, editora del diario La Opinión, y Richard Farman, presidente de Sempra Energy.
“(El Gobernador de California) informó que durante su estancia se consolidará el proyecto de suministro de gas de Chihuahua a California, a través de un gasoducto; además de que se agendó el fortalecer vías de comunicación electrónicas, como la telefonía”, agregó el boletín de Los Pinos.
El contenido de la conversación “privada” entre Zedillo y Davis no fue difundida en el texto oficial, pero horas después, el mismo 2 de febrero, el Presidente Ernesto Zedillo apareció en cadena nacional de radio y televisión proponiendo una reforma constitucional para el Sector Eléctrico Nacional.
Desde al menos 2010, cuando el nombre de Sempra empezó a aparecer una y otra vez en los currículum de diversos ex servidores públicos mexicanos, el desayuno de ese 2 de febrero en Los Pinos empezó a observarse como el inicio de la injerencia de la empresa en las decisiones políticas relacionadas con la apertura a la inversión privada en el sector energético del país.
Uno de los principales organizadores de esta relación, según los reportajes y crónicas que han narrado el encuentro, fue precisamente Jeffrey Davidow, hoy integrante del consejo de administración de Infraestructura Energética Nova, o Ienova, filial mexicana de Sempra Energy.
Uno de los políticos que recuerda ese encuentro entre Sempra y Zedillo, la sospechosa cercanía que hubo entre la reunión y la posterior propuesta de reforma y el rol de Davidow es Manuel Bartlett Díaz, hoy Senador por el Partido del Trabajo (PT), ex Secretario de Estado priista y ese febrero de 1999 ex Gobernador de Puebla.
En entrevista con SinEmbargo, Bartlett Díaz cuenta que, de hecho, habían pasado apenas dos días de que él había dejado el Gobierno del estado para buscar la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuando recibió una llamada del Presidente Zedillo que, además de felicitarlo por la precampaña, le comentó brevemente que anunciaría una propuesta para abrir el sector eléctrico a la inversión privada.
“Me habla para decir que habíamos trabajado juntos, yo como Gobernador y él como Presidente, que había habido buena relación, cosa que es falsa, pero muy de cortesía, porque Zedillo apoyaba al PAN [Partido Acción Nacional] todo el tiempo, y de paso me avisa que va a hacer esa privatización, que no era sino el mandato del Banco Mundial (BM), porque yo conozco los textos, y esa iniciativa es del Banco Mundial, de los intereses de los Estados Unidos”, dice Bartlett en entrevista.
“Entonces, Davidow viene y habla, está en contacto con Zedillo, con el presidente de Sempra, se reúnen en Los Pinos y en la noche es cuando anuncia Zedillo que hará las reformas”, agrega.
Por su pasado priista, a Bartlett se le ha acusado de casi todo, principalmente de haber allanado el camino a lo que la izquierda mexicana considera un fraude electoral que llevó a Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia de la República en 1988, por encima del ex perredista Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Pero si algún punto de coincidencia reconcilió al poblano con uno de los líderes morales de la izquierda fue, precisamente, la consistencia de ambos, a través de los años, en la oposición a la apertura del sector energético nacional al capital privado.
Gran parte de la obra publicada del poblano en los últimos años ha estado dedicada a cuestionar el tema. Además de artículos en diferentes publicaciones, es autor de El Petróleo y Pemex, despojo a la nación, Reforma Energética Anticonstitucional, Privatizadora y Desnacionalizante, y El debate sobre la Reforma Eléctrica, un texto de 2003 en el que cuestiona cómo en Argentina –caso de estudio para los legisladores mexicanos– la privatización permitió el enriquecimiento de las transnacionales en medio de una de las más profundas crisis económicas de la población.
Ese mismo 2003, ya retirado del servicio exterior norteamericano, el Embajador Davidow publicó también un libro, titulado El oso y el puercoespín, en el que la metáfora le sirve para analizar la relación entre México y Estados Unidos y en el que, entre otras críticas, sugiere que Bartlett –desde entonces opuesto a la apertura en el sector energético– declinó un ofrecimiento para declarar en Estados Unidos sobre el homicidio del agente antidrogas norteamericano, Enrique “Kiki” Camarena.
Doce años después, cuando Davidow ya trabaja abiertamente al servicio de las compañías privadas cuyos intereses cabildeó como Embajador en México, Bartlett dice entender las críticas de las que fue blanco en El Oso y el Puercoespín y, también, ver confirmadas sus advertencias de que la privatización del sector energético, como el resto de las privatizaciones, sólo generaría corrupción.
“Y lo digo yo como Senador que estuvo conociendo la Reforma Energética, y que conozco la acción de Davidow aquí, que se dedicó a atacarme a mí porque yo estaba abiertamente en contra de la privatización, de la cual él económicamente se beneficia”, dice en la entrevista.
“De manera que todos los ataques, y el oso y el puercoespín, más bien era el lobo, qué oso ni qué oso: estaba preparando sus negocios”, agrega.
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Davidow estuvo el pasado 23 de abril en la capital de este país para presentar la fusión de la consultora global de la que es socio, DLA Piper, con el despacho mexicano también especializado en negocios, Gallástegui y Lozano.
La sociedad entre las firmas, se anunció en la presentación, se genera en el contexto de “cientos de oportunidades de negocios” internacionales que abren en México las reformas económicas –energética, de telecomunicaciones, laboral– aprobadas en el presente sexenio.
El nuevo despacho que resulta de la sociedad, se informó a través de un video, busca asesorar a las empresas que lleguen al país para invertir en los sectores infraestructura, telecomunicaciones, energía y agua, entre otros.
El estadounidense participó en una conferencia de prensa junto con el ex Presidente español José María Aznar, también socio de DLA Piper, y, junto a Gerardo Lozano Alarcón, fundador del despacho mexicano fusionado y hermano del hoy Senador panista Javier Lozano Alarcón.
Horas después, la fusión de las firmas fue celebrada con un coctel al que, además de los Lozano, Aznar y Davidow, asistieron funcionarios clave para la contratación de sus negocios, como Eduardo Ruiz Sacristán, secretario de Comunicaciones y transportes.
“Hermano del Senador Lozano, Aznar y Davidow van por negocios en Telecom y Pemex”, publicó SinEmbargo el viernes 24 de abril.
Los asistentes del Senador Bartlett imprimieron y le sugirieron leer el artículo; SinEmbargo se enteró del interés del poblano y fue así que se solicitó la entrevista.
“Yo dije siempre en la tribuna, durante el irregular e ilegal proceso de Reforma Constitucional energética, que la entrega las dos empresas más importantes de México, y de los recursos más importantes de nuestro país, a los Estados Unidos, a las trasnacionales, estaban impulsados por dos motores: la presión norteamericana, por un lado, y la corrupción de los funcionarios mexicanos, panistas y perredistas y priístas”, dice al inicio de la conversación.
“Esa es la historia de la apertura de la desnacionalización energética en México. Lozano, Aznar, Davidow, es parte de esa corrupción. Va a empezar a salir esto y muchas cosas más, porque se va a ir concretando esta urdimbre, esta conspiración contra el pueblo de México, y ahí aparece un señor Lozano que va a ser el servidor de estos intereses extranjeros, asociado a una consultoría multinacional, DLA Piper”, agrega.
El nombre del abogado Gerardo Lozano Alarcón apareció en 2010 en un artículo de la revista Proceso que lo señala por haber hecho uso de información confidencial del Gobierno mexicano con el fin de que la empresa Intermix, de la que era socio, le ganara a Petróleos Mexicanos la marca “Pemex” para comercializar cualquier tipo de producto en Estados Unidos.
Sobre el Senador Lozano Alarcón, con quien mantiene una disputa legal por presunto daño moral causado durante la campaña electoral de 2012, Bartlett Díaz dice que le llama la atención ver cómo aquel antiguo compañero del ex Presidente Felipe Calderón Hinjosa en la Escuela Libre de Derecho, que luego fue “un reaccionario” Secretario del Trabajo en el citado sexenio panista, es ahora legislador clave para el impulso de las políticas reformistas del Presidente Peña Nieto.
“Aquí en el Senado dio la voltereta, y desde el principio es peña-nietista, desde que empezó la legislación, porque precisamente él preside la Comisión de Telecomunicaciones, y esa es la que instrumenta o sirve a Peña Nieto para imponer su iniciativa a través de toda una serie de manejos turbios”, dice.
“Porque realmente la iniciativa de Telecomunicaciones se hace afuera del Senado, en Gobernación, y se dieron eventos aquí que él presidió con total servilismo a Peña Nieto, encaminados a sacar adelante una reforma que se cocinó afuera, la de Telecomunicaciones, y que fue un golpe político y económico de Peña. Y el principal operador de Peña, ya no de (Felipe) Calderón, se llama Lozano”, agrega.
–¿Cómo funcionan esos despachos de consultoría hacia el interior de las instancias públicas? -se le pregunta.
–¿Qué te decía? Todo, la Reforma Energética, la de Telecomunicaciones y esta involución de México, está anclada en la corrupción pública. Ese personajito que se llama Aznar, estuvo aquí en México negociando con Zedillo, negocios energéticos, luego con Vicente Fox, con Calderón. España tiene muchísimos negocios aquí en materia energética, en estos tejidos de corrupción; ahí está la ex Secretaria de Energía de Calderón [Georgina Kessel], que está en una de las empresas favorecidas por ellos [Iberdrola]. Corrupción, absoluta.
“SON EL CRIMEN ORGANIZADO”
La injerencia de este tipo de “poderes informales” en las decisiones políticas fue uno de los temas que Bartlett expuso durante las discusiones de la pasada reforma en materia anticorrupción, legislación que votó en contra, argumentó en tribuna, por haber dejado intactas las causas de fondo de la problemática.
“La corrupción tiene su origen en lo siguiente: en el poder formal e informal ejercido sin límites democráticos, ni jurídicos; en la debilidad o ausencia de instituciones que controlen ese poder; en la ausencia e insuficiencia de mecanismos de participación ciudadana que le permita a la sociedad vigilar y controlar al poder; no existen. (…) No es un asunto burocrático, no es un asunto tecnocrático, no: es un asunto político”, dijo entonces.
“(La reforma anti-corrupción) no regula el poder inmenso de las empresas nacionales ni transnacionales; no limita la influencia indebida de los organismos financieros supranacionales en México ni reduce el poder del duopolio o el poder arbitrario de los tres grandes partidos, que impiden que la sociedad mexicana se entere de los atracos que está sufriendo”, agregó.
–En esta discusión anticorrupción, ¿qué tanto se abordó el tráfico de influencias?
–¡Nada! No se abordó nada!
–¿Ni el conflicto de interés?
–¡Nada! La ley, la reforma constitucional para el Sistema Nacional Anticorrupción es una farsa, porque es una reforma a largo plazo con asesores parecidos a estos (las firmas consultoras trasnacionales), como el Instituto Mexicano de la Competitividad, ligado a los Estados Unidos, al Woodrow Wilson Center. Transparencia Mexicana, también ligada a intereses trasnacionales; entonces, es toda una estructura gagnsteril. Entonces, esta (la de Aznar junto a Lozano y Davidow) es una foto del crimen organizado, y te voy a decir por qué: Aznar se dedica como Presidente de España a impulsar negocios privados españoles en México, ahora está en el negocio, ya metido, de consultor. Es una acción corrupta. Por eso digo que es el crimen organizado aquí reunido, Aznar es un promotor permanente de los intereses de empresas energéticas de España en México, ahora aparece en una firma de las más grandes del mundo para orientar y defender intereses privados. Pero vamos por partes, Lozano, ya dije, un señor que trabaja con Pemex, que saca información privilegiada y la vende para la destrucción de Pemex. Eso, ¿cómo se llama? Y ahí está Davidow, Embajador de México y otras historias por ahí, Embajador de México que se dedicó todo el tiempo, porque coincidimos, yo fui senador cuando él fue Embajador, y se dedicó a atacarme a mí, escribió un libro, El oso y el puercoespín, atacándome en lo personal, ¿por qué? Porque yo estaba abiertamente en contra de las privatizaciones, abiertamente en contra de la privatización de Zedillo, que aparece con ellos y con Sempra el día que presenta la iniciativa de privatización eléctrica.
–Y luego también terminan en Sempra Luis Téllez (ex secretario de Energía con Zedillo y de Comunicaciones y Transportes con Calderón), Carlos Ruiz Sacristán (también ex secretario de Comunicaciones y Transportes con Zedillo).
–¡La corrupción de todos ellos! A Sempra le ayuda Davidow haciendo labores comerciales en México, actividades ilegales, porque la presencia de Sempra viola muchas leyes. Uno, la electricidad estaba reservada al Estado mexicano. Ya Salinas había hecho una reforma, pero esto entra a romper todas las estructuras mexicanas en materia energética, y además viola todas las leyes ecológicas, se instala en un lugar prohibido. Empiezan a hacer estas instalaciones contrarias al interés de México. El gobernador de Baja California (Eugenio Elorduy) ¿qué hace? Corrupción, contra las leyes mexicanas, y ¿quiénes aparecen? Los tecnócratas mexicanos, Ruiz Sacristán, Téllez, Ienova, y ¿quién está atrás? Pues el ex Secretario de Hacienda [de Salinas], Pedro Aspe…
–¿Qué tan fuerte es la presencia del ex Presidente Salinas en este grupo de tecnócratas?
–Pues Salinas es parte de esa corrupción. Ahí está (José) Córdova Montoya, que se dedicó a hacer negocio para meter a las empresas eléctricas extranjeras, rompiendo la estructura legal. Salinas y él luego se benefician dedicándose a promover los negocios de las empresas eléctricas en México. Hoy está Téllez en el Fondo Mexicano del Petróleo, por eso te digo, la corrupción de esa elite, la voracidad de la tecnocracia esta, que supuestamente saben de todo, que han hundido al país, ahí están metidos, y aquí está el otro delincuente, Davidow, que viene aquí defendiendo intereses norteamericanos, y que ahora está en el negocio también. Ahí está, y ahí estaba cuando lleva a Zedillo con Sempra, entonces, este señor representante de los EU, es un negociante disfrazado de diplomático.
–Cuánto tiene este esquema de puerta giratoria, tráfico de influencias, que esté muy marcadamente en el país…
–Salinas. Durante muchos años, los políticos mexicanos de nivel, los técnicos, no se convertían en negociantes privados. Esto inicia ya abiertamente con Salinas de Gortari y su grupito, que ahí están; entonces, por eso te digo, esta foto (de Aznar, Lozano y Davidow, impresa en hojas sobre la mesa de la oficina del Senador) es una foto del crimen organizado. (….) Hay que entender lo que está pasando en México: este es uno de los ejemplos claros de la corrupción de todos esos personajes..
–¿Cree que habrá más corrupción, considerando la apertura?
–¡Pero claro! Se van a apoderar del país. Peña Nieto está entregando a México, a esos intereses, donde él estará seguramente también. La tradición mexiquense hanko-salinista es la de la corrupción más cínica.
¿SOBRE SALINAS?, “OTRO DÍA”
Desde julio de 2008, al cumplirse 20 años de la elección que llevó a Carlos Salinas al poder, el periódico La Jornada publicó una entrevista en la que Manuel Bartlett habló ampliamente de la “caída del sistema”, como se le conoce a la noche en la que el Colegio Electoral, encabezado por el poblano, en su carácter de Secretario de Gobernación, declinó revelar públicamente que la tendencia favorecía ampliamente al candidato del Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc Cárdenas.
“Yo jamás pronuncié esa frase ni dije que no habría más información. En realidad, fue el entonces representante del PAN, Diego Fernández de Cevallos, quien expresó durante la sesión de la comisión –después de la visita de los candidatos– que el sistema “se calló”, es decir, que se había callado, silenciado, porque no estaban fluyendo más datos”, dijo Bartlett entonces a La Jornada.
–¿Qué hay en su fuero interno cuando piensa lo que ocurrió con Salinas; asume alguna responsabilidad de no haberlo…?–, se le preguntó el lunes.
–Esa es otra pregunta. Lo que pasa es que se desvían las preguntas del tema. El problema son estos sinvergüenzas, no lo anterior.
–Se lo pregunto por el tema de Salinas y los tecnócratas, ¿qué le diría a un lector de SinEmbargo que vaya a poner un comentario recordando todo esto?
–Le dices: ‘No se preocupe, le voy a hacer una entrevista amplia’. El día que quieras.