Por Leonardo Vázquez

Ciudad de México, 29 de abril (SinEmbargo/Pulso de San Luis).– El ex sacerdote Alberto Athié Gallo y un grupo de abogados que representan a víctimas de pederastia recabaron diversos testimonios que revelarían que hay varios sacerdotes implicados en abuso de menores en San Luis Potosí y no sólo el caso del padre Eduardo Córdoba Bautista.

Los testimonios recabados, dijo Athié, no permiten afirmar que se trata de un grupo de abusadores, pero sí que son varios los sacerdotes que estarían implicados.

“Hay varios casos de otros sacerdotes también sin que se haya hecho justicia”, dijo Alberto Athié, quien durante años se ha dedicado a brindar auxilio a víctimas de abuso sexual, en colaboración con diversas organizaciones de la sociedad civil que conformaron una red en todo el país.

Aunque no señaló nombres de quiénes serían los sacerdotes implicados, Alberto Athié reconoció que son varios, y entre los casos que se están documentando hay algunos de hace años y otros más recientes.

Eduardo Córdoba Bautista fue acusado por decenas de padres de familia de abusar de sus hijos desde hace tres décadas. La iglesia católica lo mantuvo como su representante legal hasta el año pasado, cuando en teoría fue removido aunque sigue, hasta la fecha, “entregando la oficina”.

De manera oficial, la Iglesia potosina sólo ha reconocido que hubo señalamientos en contra de Eduardo Córdova Bautista e incluso la investigación se puso a consideración de la Santa Sede. El sacerdote dejó de ostentar cargo alguno en la arquidiócesis y actualmente sólo oficia ceremonias religiosas de manera privada.

Athié dijo que hasta que se tenga bien definida la posible responsabilidad de otros sacerdotes se darán a conocer más detalles, por lo pronto continúan las reuniones con las posibles víctimas o sus familiares.

El activista reconoció las dificultades para que una sociedad como la potosina haga frente a señalamientos de abusos tan graves como los hechos públicos, no obstante reiteró el exhorto para que quienes hayan tenido tales experiencias reciban el auxilio necesario, a la par que se investiguen las posibles responsabilidades.

PROTECCIÓN A BAUTISTA

Athié dijo en una entrevista publicada el 10 de abril por SinEmbargo que en el caso de Córdova Bautista existe una larga historia de años de abusos cometidos en contra de los menores de la diócesis, pero aunque existen denuncias de los padres de familia desde hace tiempo, los arzobispos de San Luis Potosí siempre lo protegieron, dijo Athié Gallo.

“Lo protegieron dándole cargos. Primero, como apoderado de la Diócesis; y después como representante de las relaciones Iglesia-Estado en la Arquidiócesis de San Luis Potosí. Lo protegió este obispo y también el arzobispo Luis Morales”, dijo.

A pesar de las denuncias en su contra, el sacerdote sólo fue removido de sus cargos, pero aún oficia misas en un asilo para adultos mayores y después, durante la noche, sale sin ninguna restricción, denunció Alberto.

“El padre está saliendo de la sede de este lugar en las noches. No fue suspendido. Tiene capacidad de movilidad dentro de la ciudad. Hay una preocupación muy fuerte de parte de las mamá de los niños que fueron abusados”, mencionó.

Athié Gallo explicó que existe un buen número de casos que no fueron denunciados ante un Ministerio Público, por temor a represalias y a la revictimización de sus hijos y familias. Se negó dar más detalles sobre las edades, el rol de los niños en la arquidiócesis y el modus operandi de Eduardo Córdova Bautista.

“Hay mucho temor en las familias a la represalias, yo mismo estoy preocupado porque no sé de dónde viene tanto temor hacia este sacerdote, quién es, quién lo protege”, dijo.

Alberto aseguró que desconoce las relaciones de poder que pueda tener Eduardo Córdova en el ámbito político y económico. Sin embargo reconoció que es una persona temida por quienes lo conocen.

“Hay una reserva por el temor a represalias. Ya sabemos que la Santa Sede ya reconoció que este señor sí cometió ese delito y lo único hizo fue pedir que lo retiren del cargo, no pidió que se entregara a las autoridades, que se cumpliera con la ley, es una injusticia y una forma de complicidad”, afirmó.