“Se acaba la robadera, a veces les cuesta trabajo entenderlo y aceptarlo pero ni modo que sepamos de delitos y nos quedemos callados, no vamos a ser tapaderas, cómplices”, expresó el mandatario.
Calificó la Reforma Energética, aprobada en el Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, de ser “perversa” que buscó saquear y beneficiar a unos pocos pese a aumentos en los precios de la luz y gasolinas.
Ciudad de México, 29 de marzo (SinEmbargo).- La reforma a la Ley de Hidrocarburos busca combatir el huachicol porque ya “se acabó la robadera“, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Aseguró que, en caso de aprobarse la modificación, los contratos vigentes se respetarán, pero no se aprobarán más porque el objetivo es proteger a Petróleos Mexicanos (Pemex).
El mandatario mexicano informó que con la Reforma Energética de 2013 se entregaron cerca de mil contratos para la importación de combustibles de los que sólo operan 75. Las empresas que devolvieron las concesiones aún trabajan en México pero ilegalmente. “Se les van a respetar los 70 contratos, quienes tienen contratos vigentes, solo que ya no vamos a entregar más contratos”, dijo.
“Muchos de esos contratos que se cancelaron se siguen usando de manera irregular y están metiendo combustible de contrabando, hay huachicol, por eso enviamos esta iniciativa de reforma, para poner orden, se acaba la robadera, a veces les cuesta trabajo entenderlo y aceptarlo pero ni modo que sepamos de delitos y nos quedemos callados, no vamos a ser tapaderas, cómplices”, expresó en conferencia de prensa.
“Ha quedado claro que no se va a llevar a cabo si no es necesario una reforma constitucional en materia de energéticos, se van a respetar los contratos”, explicó y pidió a las personas que trabajan en medios de comunicación y a las que son miembros del Congreso que lean la iniciativa antes de iniciar una campaña contra ella acusando una expropiación.
Calificó la Reforma Energética, aprobada en el Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, de ser “perversa” que buscó saquear y beneficiar a unos pocos pese a aumentos en los precios de la luz y gasolinas.
“Hacemos reformas secundarias que no tienen que ver con derogar la Reforma Energética o cambios en la Constitución, sino es quitarle las aristas más filosas a la llamada reforma energética, es una actitud moderada sin que se cancele la posibilidad de que sigan haciendo negocios y tengan ganancias razonables hablan de expropiación”, explicó el Jefe del Ejecutivo.
El viernes, el Presidente López Obrador presentó una iniciativa ante la Cámara de Diputados para reformar la Ley de Hidrocarburos que permitiría a las autoridades del sector energético suspender temporalmente permisos expedidos si consideran que está en riesgo la seguridad nacional.
La iniciativa sugirió que la Secretaría de Energía y la Comisión Reguladora de Energía puedan suspender temporalmente permisos en caso de “peligro inminente para la seguridad nacional, la seguridad energética o para la economía nacional”, como en el caso del robo de hidrocarburos y expendedores que adquieran combustible robado.
¿EN QUÉ CONSISTE LA REMORMA?
La reforma, promovida por López Obrador, abarca los sectores de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos, y busca tumbar la reforma estructural impulsada por el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) que promovió en 2014.
“Es imperativo el fortalecimiento de las empresas productivas del Estado mexicano como garantes de la seguridad y soberanía energética y palanca de desarrollo nacional, para detonar un efecto multiplicador en el sector privado”, se indicó en la exposición de motivos del documento enviado a la Cámara de Diputados.
Las modificaciones que el Ejecutivo mexicano propuso consisten en que el Estado tenga la posibilidad de suspender, de manera temporal, los permisos expedidos cuando representen un peligro inminente para la seguridad nacional, energética o hacia la economía nacional.
También propone reformar el régimen de sanciones para que se imponga la revocación de permisos de operación a los sujetos que reincidan en conductas contrarias a la Ley, como en el caso del robo de hidrocarburos y expendedores que adquieran combustible robado. Además que el Gobierno mexicano podrá contratar a las empresas que decida.
En tanto que las causales de sanción no ocurran desde un ilícito de calidad penal o de otras formas criminales, el permisionario podrá pedir el fin de la suspensión cundo se demuestre que ya finalizaron.
Las empresas que comercializan los productos derivados del petróleo que no tengan espacio para su almacenamiento, podrán emplear la infraestructura para cubrir el faltante. Sin embargo, estas compañías deberán mostrar que su infraestructura tienen la capacidad de almacenar lo que disponga la Secretaría de Energía.
Las sanciones a las empresas que vendan insumos de calidad menor a la que se vende a las personas consumidoras aumentarán.
Ahora la Sener y la CRE podrán hacer suspensiones de permisos “cuando se prevea un peligro inminente a la seguridad nacional, a la seguridad energética o para la economía nacional”.
El 18 de marzo, en el marco del aniversario 83 de la expropiación petrolera, la estatal Petróleos Mexicanos prometió producir 2 millones de barriles de diarios a finales de 2021, aunque el Presidente afirmó que ese será el límite para que el país refine y consuma toda la producción nacional, sin exportaciones.
López Obrador ha prometido “rescatar” a Pemex, pero la petrolera más endeudada del mundo sufrió en 2020 la “peor crisis de su historia” con una pérdida neta de 21 mil 417 millones de dólares, un 38.2 por ciento más que el resultado también negativo de 2019.
-Con información de EFE