Author image

Germán Petersen Cortés

28/10/2014 - 12:00 am

Izquierda irresponsable

Qué daño le hace a los partidos mexicanos de izquierda negarse a enfrentar aquello de lo que son responsables. La reacción que han tenido hacia Ayotzinapa lo exhibe en toda su crudeza. En lugar de aceptar su pedazo de culpa por la tragedia, intentan zafarse de la responsabilidad y, si es posible, hasta endilgarle toda […]

Qué daño le hace a los partidos mexicanos de izquierda negarse a enfrentar aquello de lo que son responsables. La reacción que han tenido hacia Ayotzinapa lo exhibe en toda su crudeza. En lugar de aceptar su pedazo de culpa por la tragedia, intentan zafarse de la responsabilidad y, si es posible, hasta endilgarle toda la culpa al gobierno federal. Increíblemente, los líderes de izquierda y parte de los militantes se comportan como si el alcalde prófugo de Iguala y el gobernador con licencia de Guerrero no tuvieran relación alguna con ellos.

La izquierda mexicana se ha vuelto refractaria a la crítica y abierta enemiga de la autocrítica. Ante la barbarie de Ayotzinapa, la corrupción de Abarca y la indolencia de Aguirre abundan los militantes de izquierda que callan o reaccionan tímidamente, y si encuentran la oportunidad para dispersar la responsabilidad en entidades abstractas como la “clase política” o de plano desplazarla íntegramente al gobierno federal, la aprovechan sin dudarlo.

A Carlos Navarrete se le ve tranquilo tras ofrecer disculpas a los ciudadanos de Iguala por la postulación del retorcido Abarca como candidato. Para el presidente nacional del PRD está por demás la autocrítica tras haber lanzado como abanderado a un auténtico tapete del crimen organizado. Desde luego que mucho menos siente la obligación moral de delinear los mecanismos que implementará su partido para evitar más casos así.

Con todo lo impresentable del papel de Navarrete, el de López Obrador y Ebrard es aún peor. López Obrador, el más refractario a la crítica de los líderes de izquierda, interpreta las diatribas contra él y contra su principal operador en Guerrero, Lázaro Mazón, el gran impulsor de la candidatura de Abarca, como meras complicidades con la administración peñista. Si fuera por AMLO, la crítica debería tener como blanco exclusivamente a quienes nada tienen que ver con él, pues lo contrario es hacerle el juego al PRI. Ebrard, por su parte, no ha hecho sino llamados a que se aplique la ley en Iguala, pretendiendo olvidar el papel decisivo que tuvo para que llegara a la gubernatura el incompetente de Aguirre.

Una de las pocas esperanzas en esta coyuntura es que diversos segmentos de la sociedad no solo se han horrorizado ante Ayotzinapa, sino además organizado y movilizado. Entre los movilizados hay militantes y simpatizantes de partidos de izquierda. Muchos de ellos se movilizan en aras de que aparezcan sanos y salvos los normalistas, que quienes los secuestraron sean castigados y que nada parecido se repita en el futuro. Sin embargo, otros están ahí para orientar la indignación social contra de la clase política en general o contra el gobierno federal y el PRI en particular, y así desviar la atención de la colosal responsabilidad de políticos de izquierda en lo ocurrido. Queriéndolo o no, fungen como escudos protectores de sus correligionarios manchados por Ayotzinapa o cuando menos de algunos de ellos.

Lo peor del caso es que quienes se obstinan en desvanecer el pedazo de responsabilidad que toca a su partido, grupo o líder, han logrado persuadir a buena parte de la opinión pública de que no hay responsables concretos en Ayotzinapa o de que el gran culpable despacha en Palacio Nacional.

El gobierno federal es altamente responsable de lo sucedido en Iguala y, en general, del espiral de violencia que se ha desatado en el país. Lo dije la semana pasada, la antepasada y la previa a esa. Sin embargo, no recae en la administración federal la responsabilidad directa de lo acontecido, que es atribuible a quienes despachaban o aún despachan en el gobierno municipal de Iguala y en el estatal de Guerrero. ¿Aceptará públicamente esto la izquierda, tanto líderes como militantes, o insistirá en estrategias que apuestan por evanescer la responsabilidad, promoviendo así la impunidad de los culpables y el desentendimiento de quienes los apoyaron?

O se presiona a favor de la justicia en Ayotzinapa, independientemente de quién caiga, quién resulte afectado y qué instituciones acaben dañadas, o se dispersa la responsabilidad de lo sucedido y se contribuye, así, a que salgan bien librados aquellos a quienes se guarda lealtad, sin importar sin son directa o indirectamente responsables. Hay que elegir.

@GermanPetersenC

Germán Petersen Cortés
Licenciado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por el ITESO y Maestro en Ciencia Política por El Colegio de México. En 2007 ganó el Certamen nacional juvenil de ensayo político, convocado por el Senado. Ha participado en proyectos de investigación en ITESO, CIESAS, El Colegio de Jalisco y El Colegio de México. Ha impartido conferencias en México, Colombia y Estados Unidos. Ensayos de su autoría han aparecido en Nexos, Replicante y Este País. Ha publicado artículos académicos en revistas de México, Argentina y España, además de haber escrito, solo o en coautoría, seis capítulos de libros y haber sido editor o coeditor de tres libros sobre calidad de vida.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas