¿Quién está a cargo de la lucha contra el narco?

28/10/2011 - 12:03 am

“Me enteré por la prensa”, señaló en una entrevista al periódico The New York Times  el presidente Felipe Calderón al referirse a la operación “Rápido y Furioso”. Ahondando en el tema, Calderón añadió que no le reclama al presidente Barack Obama por considerar que la presión que han ejercido los republicanos contra él sobre el tema es un debate interno en el que “no se prestaría” a golpear desde México. A la pregunta expresa del periodista estadounidense sobre si no habría sido un insulto no avisarle, el Presidente de México señaló concretamente que no. “La verdad, eso no me molesta”, dijo textual.

Y por supuesto que pareciera no molestarle a pesar de que constantemente hace referencia a la lucha contra el tráfico de drogas y habla de sus logros al detener a narcotraficantes.  Muchas veces, incluso, sus discursos van dirigidos contra Estados Unidos al reclamar que son ellos quienes venden las armas y quienes consumen las drogas, pero sobre las actividades como “Rápido y Furioso” o “Receptor Abierto”, no hay reclamo. En ambas, se sabe, hubo el trasiego de armas a México para seguir la cadena de compra y supuestamente llegar a los narcotraficantes. Con “Rápido y Furioso”, entraron a nuestro país más de 2 mil armas, de las cuales sólo se ha rescatado un mínimo porcentaje. “Armamos al cártel de Sinaloa. Es repugnante”, con esas palabras se expresó Carlos Canino, jefe en México de la oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, en inglés), durante su testimonio en una audiencia ante el Congreso de Estados Unidos.

Nevertheless in Gringoland, pareciera que sí les molesta la actitud de las los funcionarios estadounidenses y que sí es de importancia lo que ocurre. Este martes 25 de octubre, en la portada del diario The New York Times, aparece el artículo titulado “Agencias de Estados Unidos infiltran carteles de la droga en México”. A lo largo de su nota, la periodista Ginger Thompson da cuenta de cómo miembros de las agencias de gobierno de los Estados Unidos están infiltrados en los cárteles del narcotráfico, y gracias a ello ha sido posible la captura de líderes de alto y mediano nivel. Con lo que Estados Unidos se cuelga la medalla de la lucha contra el narcotráfico.

La nota, fechada en Washington, añade que las autoridades mexicanas generalmente no saben de estas operaciones, sea porque a Estados Unido  le  preocupa la corrupción de la policía mexicana o porque es ilegal la operación de fuerzas de seguridad de Estados Unidos en suelo mexicano. Aún cuando como señala el último estudio de Pew Research sobre seguridad en México, un  38% de los mexicanos aceptaría la entrada de fuerzas estadounidenses al país para combatir el narcotráfico, el tema continúa generando un fuerte debate.

Definitivamente no parece que Estados Unidos esté más colaborador, sino que le preocupa lo que ocurre en la frontera y, sobre todo, la manera como podría detener el avance de los grupos de narcotraficantes mexicanos en su territorio.

Para prevenir que la ola de violencia se expanda del otro lado de la frontera, continúa el reportaje del NYT, Estados Unidos ha expandido su papel de diversas maneras que parecían impensables aún hace cinco años, como enviar aviones no tripulados al espacio aéreo mexicano.

De acuerdo con los últimos reportes de la prensa estadounidense, se nos revela otro sentido en la estrategia antinarcóticos. La lucha contra el tráfico de drogas no es bilateral, y tampoco parece mexicana, sino estadounidense.

Las autoridades de las agencias antidrogas en Estados Unidos pueden aplicar operativos como “Rápido y Furioso” sin que nos avisen (peor que ni nos demos cuenta o que de plano nos hagamos de la vista gorda) o pueden infiltrarse agentes federales de Estados Unidos entre las bandas de narcotraficantes sin que tampoco nos enteremos porque nuestra policía es corrupta o porque su participación es ilegal.

La mayoría de los informantes, continúa el reportaje, son delincuentes capturados por las autoridades que pretenden disminuir sus penas. En algunos casos, los colaboradores son los auténticos líderes de los cárteles.

En septiembre, un juez federal de El Paso, Texas, condenó a un líder del cártel de Sinaloa a cadena perpetua por los cargos de narcotráfico y conspiración. Sin embargo, las autoridades reconocieron a este acusado como un agente doble, ya que actuaba como informante para que las autoridades detuvieran a sus rivales y pudiera tener más libertad en sus operaciones delictivas.

¿Esto es válido? ¿Realmente estos nuevos informantes o dobles agentes han funcionado para las detenciones o acaso pueden convertirse en errores como “Rápido y Furioso” o “Receptor Abierto”?

Siendo así el panorama, ¿quién está a cargo de la lucha contra el narcotráfico?  ¿A quién se le pueden adjudicar los supuestos logros y si los claros 50 mil muertos de los últimos cuatro años?

Necesitamos estrategias. Queremos respuestas y no enterarnos todos por la prensa.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.
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