MICROHISTORIAS: 10 OBRAS EN LA SUPREMA CORTE

28/09/2014 - 12:00 am

Autora: Natalia Arroyo Tafolla

Con decisiones inapelables, la Suprema Corte de Justicia de la Nación es la máxima autoridad en materia judicial en México. Lo conforman 11 ministros, de los cuales uno es presidente y son elegidos por el Senado cada 15 años. Este órgano ha tenido varios recintos a lo largo de los años, pero el edificio actual, además de resguardar la justicia, se convierte en galería al contar con más de mil metros cuadrados de impresionantes murales de grandes artistas.

1. El actual edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se encuentra en la antigua Plaza del Volador, a un costado de Palacio Nacional. Lázaro Cárdenas colocó la primera piedra en febrero de 1936 y fue inaugurado el 2 de junio de 1941 por el entonces presidente, Manuel Ávila Camacho, en compañía de Salvador Urbina, presidente de la Corte en aquel tiempo.

2. El arquitecto Antonio Muñoz García estuvo a cargo del proyecto que en reúne una superficie total de 7 mil 488 metros cuadrados, con estructura de acero laminado y concreto armado en conjunto con el recubrimiento de cantera chiluca, hacen de este edificio un emblema del centro histórico de la ciudad de México.

3. Desde la entrada resalta la pesada puerta de bronce pulido de tres toneladas y medio, estilo art decó, obra del escultor Ernesto Tamariz. Consta de cuatro fajas con figuras en alto relieve, que aluden a cuatro etapas de la historia de México: “La Evangelización”, “La República Federalista”, “La Reforma” y “El México Moderno e Institucional”.

4. En el vestíbulo, el mismo escultor esculpió a los juristas mexicanos: Ignacio L. Vallarta, destacado tapatío, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Mariano Otero, responsable de reformas en materia judicial y de modernización de cárceles; mientras que una tercera, esculpida por Carlos Bracho, representa a Manuel Crescencio Rejón, creador del juicio de amparo.

La lucha de los trabajadores, José Clemente Orozco, 1941
La lucha de los trabajadores, José Clemente Orozco, 1941

5. La Suprema Corte se convierte en galería al resguardar diversos murales. En el vestíbulo principal, se encuentran las obras de José Clemente Orozco, que constan de cuatro partes: Las riquezas nacionales, La justicia, dividido entre los muros norte y sur yLa lucha de los trabajadores, todos terminados en 1941.

La justicia, José Clemente Orozco, 1941
La justicia, José Clemente Orozco, 1941

6. El mural que más llama la atención es el de Rafael Cauduro. Serían necesarias más líneas para su explicación pero a grandes rasgos La historia de la justicia en México oSiete crímenes más uno representa en tres niveles los crímenes que se han hecho en ejecución de la justicia. “Tzompantli”, “Procesos viciados”, “Violación”, “Homicidio”, “Tortura”, “Secuestro”, “Hacinamiento” y “Represión” causan escalofrío por su hiperrealismo además de su perspectiva, por ejemplo, una mujer que yace muerta al fondo de un calabozo, como si nos asomáramos a verla. Este mural es uno de los más nuevos, terminado en 2010.

Génesis, el nacimiento de una nación, Héctor Cruz García, 2000
Génesis, el nacimiento de una nación, Héctor Cruz García, 2000

7. Génesis, el nacimiento de una nación fue terminado en el año 2000, estuvo a cargo de Héctor Cruz García y fue un regalo de la Secretaría de Educación Pública a la Suprema Corte por motivo del nuevo milenio. En la obra se representa el origen del Estado Mexicano mediante la lucha de independencia, así como los personajes que hicieron esto posible.

8. En tres niveles, Luis Nishizawa plasmó La Justicia. En la primera parte un caballero águila y tigre ante un consejo de ancianos, representan la justicia prehispánica; once caballos simbolizan la fuerza de las luchas de Independencia y revolución mexicana en la segunda parte; y en la última, impone la figura de la Justicia, sin vendaje en los ojos.

9. Santiago Carbonell terminó con los espacios disponibles para murales al pintar el último. Caminos de palabras y silencios, de hombres y mujeres, de recuerdos y olvidos, está dedicado a la gente común y se hizo como pintura de caballete, con pinceles finos, son 123 m2 en donde “no hay ningún héroe, está dedicado a los hombres y mujeres comunes, a los olvidados, a los desconocidos, a los anónimos, a esos señores que están pegando un ladrillo sobre otro (…), a la gente que está haciendo que este país viva”, explicó el autor.

La guerra y la paz, George Biddle. 1945
La guerra y la paz, George Biddle. 1945

10. Ismael Ramos en La búsqueda de la Justicia, plasmó a una mujer quien es esperada por un hombre de brazos abiertos, en señal de ayuda. En La Justicia, supremo poder, Leopoldo Flores hace alusión a la revolución mexicana con caballos monocromáticos. En el vestíbulo central, se encuentra desde 1945 La guerra y la paz, mural del estadounidense George Biddle.

Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo

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