Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).– El futuro de la Selección Mexicana de futbol pende de un hilo. Sin argumentos futbolísticos, el representativo nacional necesita una victoria el próximo 11 de octubre frente a Panamá en el Estadio Azteca donde no ha ganado durante todo el hexagonal final. Ante la falta de resultados, una reacción tardía de los encargados del manejo del equipo es la principal causa de ilusión de millones de aficionados que no asimilan la posibilidad de ver un mundial sin México. Víctor Manuel Vucetich ha llegado a la dirección técnica del Tri con nuevos argumentos e ideas con apenas un mes disponible para preparar el vital compromiso.
Lejos de la cancha, a José Manuel “Chepo” de la Torre se le inundó un barco sin gracia mientras jugadores se negaban asistir a las convocatorias por distintas razones. El pase directo a la Copa del Mundo parece imposible. La escala a Nueva Zelanda es el camino más seguro para estar en Brasil el próximo verano. Antes, con toda la ilusión por delante, un equipo panameño sin miedo entrará al estadio Azteca con las dos victorias recientes sobre el cuadro nacional en Copa Oro. El peso de un recinto histórico se ha ausentado al igual que el buen futbol mostrado en los primeros años del Chepo. Hoy, la urgencia pasa por el aspecto deportivo y comercial.
Carlos Vela es la figura de un equipo histórico que ha vuelto a renacer para tratar de ser protagonista en la liga española. En San Sebastián festejan los rechazos del mexicano para vestir la playera de la selección. El nacido en Cancún y encumbrado tras el mundial Sub 17 de Perú en 2005, no tiene planes de ser parte del cuadro que busca desesperadamente acceder a una nueva justa mundialista. Con el despido de Chepo, se esperaba que retomara el camino del Tri, una ilusión que ayer se esfumó cuando un bombardeó de versiones dejaban claro que el 11 de la Real Sociedad, pidió no ser convocado, una vez más.
Tras dos años y medio de su última aparición representando a México, un baluarte como pocos en el mundo se perderá el mundial brasileño. Tan incomprensible como sorpresiva, la negación del artillero deja al equipo de Vucetich sin uno de los mejores delanteros de la liga ibérica. Entre dimes y diretes, la razón simplificada por el jugador es no sentirse lo suficientemente listo para aportar en el esquema futbolístico. Mientras las redes sociales estallaron con la noticia, la selección mexicana con base en jugadores de la liga local, se dispone a concentrarse por segunda vez en una semana.
De Europa han sido descartados Andrés Guardado, Diego Reyes, y Héctor Herrera, futbolistas que habían sido constantes. El ex estratega de Monterrey avisó con antelación que la fórmula sería contraria a la que utilizó Chepo. Los locales serían la base. El regreso de Guillermo Ochoa, ausente en la última convocatoria, se ha opacado por el nuevo rechazo de Carlos Vela. La estrella de la Real Sociedad no ha dado a conocer a detalle sus razones para rechazar llamado tras llamado. Entre tanto lamento de la afición por la situación, al equipo nacional le urge un revulsivo en el campo. Analizando el paso reciente del futbol mexicano (Oro olímpico incluido), parece increíble que el partido más importante en los últimos años sea contra Panamá.
“Me dijo que ahora no está listo para venir a la selección, que no siente que vaya a aportar algo más, por lo que mejor ahora no fuera considerado”, declaró a ESPN Héctor González Iñárritu, director de selecciones nacionales. La presencia del quintanarroense era parte del estímulo anímico que pretendía utilizar el entorno de la selección mexicana. A quince días del compromiso, las dudas por el juego han propiciado llamar a Lucas Lobos, argentino nacionalizado quien se ha mostrado tranquilo y confiado de darle vuelta al negro panorama. Mientras el día clave para muchos aficionados llega, Carlos Vela ha provocado un sinfín de comentarios alrededor. Hay quienes lo apoyan por darle la espalda a un sistema que teme perder un negocio millonario y hay otros quienes lo acusan de vende-patrias. Los únicos beneficiados son unos panameños que tienen la ilusión de eliminar al mal llamado gigante de la Concacaf. En medio de todo el caos, la cancha del Estadio Azteca anhela que un representativo nacional, juegue bien sin importar el apellido de las camisetas.
